_
_
_
_
Reportaje:

Esculturas de uno mismo

Una tienda hace obras en segundos de las personas tras fotografiarles

?Quiere usted una versi¨®n liliputiense de s¨ª mismo? ?Un miniyo que destierre la figura de la folcl¨®rica y del torero de encima de la tele? En ThreeDee-You (Fuencarral, 65) pueden encogerle con toda fidelidad hasta convertirle en una peque?a escultura de entre 10 y 25 cent¨ªmetros.

"Esto es ante todo un estudio fotogr¨¢fico", explica el director y propietario Cleto de Matos, "por eso tenemos estos focos y estas fotos antiguas en la pared". De Matos y su equipo son pioneros mundiales en esto que llaman fotoescultura: dentro de su estudio, con las paredes pintadas de negro, toman una imagen del cliente con cuatro c¨¢maras situadas en las cuatro esquinas. Antes de tomarse la "foto" en el estudio, el cliente puede acicalarse en un camerino muy teatral con un espejo rodeado de bombillas. "Queremos que se sientan como verdaderas estrellas", dice De Matos. Enseguida (tarda dos segundos y medio en los que hay que permanecer inm¨®vil) se monta una imagen tridimensional de muy alta resoluci¨®n que aparece en las pantallas de sus potentes ordenadores. El escaneado tridimensional es una t¨¦cnica que se usa en ¨¢mbitos como el cine, la arquitectura y la medicina. Ah¨ª t¨¦cnicos 3D retocan la imagen y la perfeccionan inform¨¢ticamente. Una vez lista, se salta de lo virtual a lo real, en la trastienda se crean las figuras capa a capa, fabricadas en un misterioso "polvo de alta tecnolog¨ªa".

La imagen se hace s¨®lida. El parecido con la realidad es asombroso, hasta en los pliegues de la ropa o el rostro. "Nuestros t¨¦cnicos pueden quitarte la barriga si quieres", bromea el jefe, "pero yo creo que cada uno tiene que aceptarse tal como es".

Ahora tienen su escaparate dedicado al d¨ªa de la madre. Los transe¨²ntes se detienen a mirar las figuras de embarazadas y de madres con sus ni?os. "Cuando la gente se para delante de la tienda, y se para mucha gente, lo que se imagina es a s¨ª misma reducida", dice De Matos, "les sale una sonrisa. Aunque aqu¨ª trabajamos con alta tecnolog¨ªa, lo que nos importa en el fondo es la emoci¨®n". En las baldas dentro de la tienda hay reducidas familias enteras, grupos de amigos, parejas de novios el d¨ªa de su boda y hasta los seis miembros del equipo de ThreeDee-You, vestidos con camisetas naranjas. Un equipo joven que incluye expertos en bellas artes, dise?o, marketing o comunicaci¨®n.

De Matos, un aficionado al arte, la tecnolog¨ªa y la fotograf¨ªa que naci¨® cerca de Lisboa en 1962, concibi¨® la idea hace unos a?os. "Vi en televisi¨®n a una artista alemana, Karen Sanders, cuya instalaci¨®n consist¨ªa en hacer reproducciones de los visitantes y luego exponerlas. De alguna manera, los visitantes eran a la vez visitantes y obras expuestas", explica. Gracias a su experiencia comercial (era director de franquicia de una gran cadena de tiendas de ropa) y cuando la tecnolog¨ªa avanz¨® lo bastante, cre¨® ThreeDee-You, que abri¨® sus puertas en junio de 2010 y que pronto comenzar¨¢ a tener franquicias. "Nuestras esculturas est¨¢n empezando a ser usadas por otros artistas. Por ejemplo, el c¨®mico Leo Bassi se hizo una para colocar en un bel¨¦n en Lavapi¨¦s y otra que iba sentada en su hombro representando a su conciencia", seg¨²n explica el propietario.

Los precios de las esculturas var¨ªan entre 95 y 290 euros, dependiendo su altura y del tama?o elegido para la escultura, con un suplemento si eligen reproducirse sentado. Y elijan bien su ropa, porque a partir de ahora los recuerdos tambi¨¦n son s¨®lidos y tridimensionales.

Algunas esculturas fabricadas por la tienda de la calle de Fuencarral.
Algunas esculturas fabricadas por la tienda de la calle de Fuencarral.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_