La violencia estalla en el norte de Nigeria tras las presidenciales
La victoria del actual mandatario, Goodluck Jonathan, divide a la potencia petrolera
Parec¨ªa que iban a ser unos comicios tranquilos. Los observadores internacionales hab¨ªan confirmado la limpieza de las elecciones en Nigeria, el pa¨ªs m¨¢s poblado de ?frica, con 151 millones de habitantes, y uno de los m¨¢s importantes del continente por su influencia en los pa¨ªses del oeste y sus ingentes reservas de petr¨®leo.
Pero ayer, tan pronto se dieron a conocer los primeros resultados que daban la victoria al actual presidente Goodluck Jonathan, los votantes del norte, partidarios del candidato Muhamadu Buhari, salieron a las calles, se enfrentaron con la polic¨ªa y quemaron iglesias y casas de simpatizantes de Jonathan. Se teme que los muertos puedan contarse por decenas.
Se teme que los muertos en las protestas se cuenten por decenas
Los resultados electorales demuestran que la divisi¨®n en Nigeria, entre un norte musulm¨¢n m¨¢s pobre y el sur, cristiano, sigue siendo muy profunda. Goodluck Jonathan, que arras¨® en el sur, ser¨¢ de nuevo presidente tras obtener 22,5 millones de votos (el 57% del total) frente a los 12,2 conseguidos por Buhari (31%). Con ese claro resultado, y habiendo conseguido el 25% de los votos en dos tercios de los 36 estados del pa¨ªs, Jonathan no necesita ir a la segunda vuelta.
Las protestas se centraron en las ciudades m¨¢s importantes del norte. En algunas tuvo que declararse el toque de queda. En Kaduna, los partidarios de Buhari asaltaron la prisi¨®n y liberaron a los reclusos, seg¨²n televisiones locales. Tambi¨¦n hubo enfrentamientos en los estados de Gombe, Adamawa, Katsina y Sokoto. En Jos, la capital del estado central de Plateau -objetivo en los ¨²ltimos meses de ataques de las milicias islamistas Boko Haram- tambi¨¦n se registraron protestas. Algunos j¨®venes bloquearon las calles incendiando neum¨¢ticos.
Pese a que la Uni¨®n Africana considera que las elecciones han sido un ejemplo de transparencia, Buhari, ha dicho que los resultados no son cre¨ªbles, especialmente en aquellos estados pro-Jonathan en los que el actual presidente ha llegado a tener entre el 95% y el 99% de los votos.
Goodluck Jonathan lleg¨® a la presidencia el a?o pasado tras la muerte por enfermedad de Umaru Musa Yar'Adua, musulm¨¢n del norte. Se sigui¨® as¨ª la costumbre de rotar presidentes cada dos per¨ªodos electorales entre el norte y el sur. El presidente, originario del estado de Delta, zona que ha hecho de Nigeria una potencia petrol¨ªfera, tuvo que ganarse el apoyo de los barones del Norte en su partido para poder aspirar de nuevo a la presidencia. Ayer hizo un llamamiento a la calma: "la sangre de un nigeriano no merece ser derramada por las ambiciones pol¨ªticas de nadie".
Los observadores electorales de la Uni¨®n Africana han asegurado que las presentes elecciones han sido las m¨¢s limpias que Nigeria ha celebrado en las ¨²ltimas d¨¦cadas desde que en 1999 se pusiera fin a quince a?os de dictadura militar. Jonathan fue elogiado por despedir al responsable del Comit¨¦ Electoral Nacional y sustituirlo por el acad¨¦mico Attahiru Jega, de gran prestigio, en un intento por garantizar transparencia y credibilidad en los comicios.
No solo las presidenciales de 2007 fueron fraudulentas; en las locales de 2008 tambi¨¦n hubo enfrentamientos entre grupos pol¨ªticos divididos seg¨²n etnias (especialmente en la zona central). Las protestas causaron la muerte a un millar de personas. En las pasadas navidades, los ataques con bombas en Jos, responsabilidad de Boko Haram, mataron a casi un centenar de personas.
Pese a ser una potencia petrol¨ªfera, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n nigeriana vive en la pobreza. Los gastos destinados por Jonathan a la celebraci¨®n de los 50 a?os de independencia de Reino Unido, 66 millones de d¨®lares, fueron duramente criticados.
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