Una trampa de 1.200 metros

M¨¢s de dos millones de a?os ha estado escondida la cueva de A Trapa, en la Serra do Gali?eiro, en el municipio de Tui. Fue en 2007 cuando un grupo de espele¨®logos se adentr¨® en las profundidades de la cueva por primera vez para descubrir, tiempo despu¨¦s, que estaban ante la segunda cueva gran¨ªtica m¨¢s grande de Europa. Los n¨²meros hablan por s¨ª solos: 1.200 metros de galer¨ªa y 94 de desnivel, con un r¨ªo que transcurre bajo tierra y que en invierno da lugar a cascadas subterr¨¢neas de hasta 12 metros de altura. Seg¨²n calculan los expertos, todav¨ªa queda m¨¢s de un a?o de trabajo y es muy probable que se descubran nuevas galer¨ªas que ampl¨ªen la dimensi¨®n de la cueva. Aun as¨ª, estas proporciones en granito solo puede superarlas en Europa la cueva Boda Grottor, en Suecia. Entre los tesoros que esconde bajo tierra esta caverna se cuentan estalagmitas y estalagtitas que comenzaron a formarse hace m¨¢s de 4.000 a?os, seg¨²n calculan los espele¨®logos del Clube Ma¨²xo.

A Trapa est¨¢ fuera del per¨ªmetro que protege el Parque del Monte Aloia

Expertos de la NASA mostraron su inter¨¦s por el ADN f¨®sil hallado en la cueva

Pero el descubrimiento no fue una sorpresa. Los vecinos sab¨ªan que hab¨ªa grietas en el terreno y que por esa zona sol¨ªa perderse mucho ganado. Hab¨ªa razones para deducir que el lugar, en la ladera del Monte Aloia, era peligroso, una verdadera trampa que se tragaba a los animales, de ah¨ª su nombre. Cuando los espele¨®logos se adentraron en esta cueva, dieron con gran cantidad de esqueletos de animales que se hab¨ªan ca¨ªdo accidentalmente. Toda la sierra alberga muchas cavernas de peque?a y mediana dimensi¨®n muy relacionadas con la mitolog¨ªa popular de la zona. De hecho, en 2005 se public¨® un trabajo que catalogaba todas las cuevas de O Gali?eiro. Por entonces, lo que se sab¨ªa de A Trapa eran leyendas. Esta gruta no se descubri¨® hasta dos a?os despu¨¦s, por lo que no sale en el libro.

En la ladera del Monte Aloia, justo encima de la cueva, se extiende todo un extra?o pedregal de rocas de granito cuya existencia no fue ajena a la mitolog¨ªa popular. El origen legendario de esta acumulaci¨®n de piedras tuvo lugar mientras dos mujeres estaban en el campo recogiendo hierba. Seg¨²n cuentan, el arco da vella estaba bebiendo agua en el r¨ªo, lo que significaba que iba a llover. Parece ser que a las mujeres no les hac¨ªa gracia mojarse de camino a casa y decidieron cortarle un pie al arco. Este se desequilibr¨® y cay¨® sobre la ladera del Monte Aloia, lo que provoc¨® que se acumulasen todas aquellas piedras sobre A Trapa.

Por entre este mont¨®n de rocas se fue colando el agua, que convirti¨® el subsuelo en la segunda cueva de granito m¨¢s grande de Europa. En torno a sus galer¨ªas ya se ha organizado el Simposio Internacional de Pseudokarst en Tui, que tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo a?o. Adem¨¢s, la NASA tambi¨¦n se ha interesado por A Trapa. El ADN f¨®sil que se encontr¨® en la gruta puede dar pistas sobre la hip¨®tesis de que haya habido vida en Marte, ya que las condiciones extremas del subsuelo se asemejan a las de este planeta. Adem¨¢s, est¨¢ entre las grutas seleccionadas en un proyecto para estudiar la fauna cavernaria. El club Ma¨²xo ya hab¨ªa explorado las grutas de O Fol¨®n, en Vigo, que ocupan el tercer puesto en la lista europea de las cuevas de granito m¨¢s grandes.

Desde que se descubri¨® la importancia de las cavernas, los expertos no han parado de solicitar su estudio. Todos menos la Xunta. Seg¨²n miembros del club, ya en el 2006 se le entreg¨® la documentaci¨®n para declarar O Fol¨®n Monumento Natural. Hasta hoy no se ha sabido nada al respecto. Adem¨¢s, sobre la Serra do Gali?eiro pesa un proyecto para construir un parque e¨®lico. No se sabe todav¨ªa d¨®nde se van a colocar los molinos, ni si van a afectar a la cueva. Pero mientras no se conocen los detalles del proyecto, Marcos Vaqueiro, presidente del Clube Ma¨²xo advierte que "la cueva est¨¢ enmarcada en una red global". Y recuerda lo que pas¨® en muchas grutas de O Courel, donde se construyeron canteras que modificaron la circulaci¨®n del agua y el aire: "La cueva como ecosistema se muere, aunque su estructura quede intacta".

A Trapa queda fuera del Parque Natural del Monte Aloia, de la Red Natura y de cualquier tipo de protecci¨®n. El trato que recibe de las administraciones contrasta con el de la gruta sueca. El profesor Juan Ram¨®n Vidal Roman¨ª, miembro del club, recuerda que cuando pidi¨® una muestra de una piedra del interior de la Boda Grottor tuvo que esperar meses hasta obtener una autorizaci¨®n de la Administraci¨®n suecas. "Esto da idea de lo que se cuida la conservaci¨®n de la cueva". Y plantea otra idea: "Es absurdo aislar las zonas con valores naturales y dejar lo dem¨¢s a su suerte", comenta. "Lo normal ser¨ªa determinar zonas donde se puedan constru¨ªr canteras, embalses o parques e¨®licos, y lo dem¨¢s mantenerlo intacto".