Cibeles rebosa de nuevo
El triunfo del Real Madrid atrae hasta la fuente a miles de aficionados euf¨®ricos - Incidentes menores durante una celebraci¨®n que se prolong¨® hasta la madrugada
La fuente de Cibeles recuper¨® anoche el magnetismo de las jornadas de gloria y atrajo a su alrededor a m¨¢s de 50.000 aficionados euf¨®ricos que se adentraron en la madrugada para celebrar la 18? Copa del Rey del Real Madrid y agasajar a sus h¨¦roes reci¨¦n llegados de Valencia. Una espera bajo la lluvia intermitente que concluy¨® a las cuatro y veinte de la ma?ana, cuando el autob¨²s descapotable emergi¨® con los jugadores en la cubierta. Una aparici¨®n algo accidentada, pues el trofeo se le cay¨® de las manos a Sergio Ramos y fue a parar bajo las ruedas del autocar.
Antes, la riada humana fue desembocando poco a poco en los alrededores de la fuente, convenientemente protegida y decorada con carteles alusivos a la conquista del t¨ªtulo. El gent¨ªo rebos¨® enseguida la plaza con banderas, bufandas y equipaci¨®n madridista para expandirse por Alcal¨¢, Recoletos y el Paseo del Prado.
"Ese portugu¨¦s, qu¨¦ guapo es", fue uno de los c¨¢nticos m¨¢s coreados en la fiesta
El fuerte dispositivo policial incluy¨® 300 agentes con los cascos en la cintura
El Palacio de Cibeles, sede municipal, se sum¨® por primera vez a la celebraci¨®n convertido en la gran pantalla de un juego de luces en el que predominaba un escudo flotante del Madrid.
En previsi¨®n de incidentes durante la celebraci¨®n, cientos de agentes se hab¨ªan desplegado por la zona pero no hubo altercados rese?ables. Se trataba de celebrar el primer t¨ªtulo en a?os, por lo que la noche se llen¨® de c¨¢nticos y consignas.Justo cuando el ¨¢rbitro del encuentro dio el pitido que convert¨ªa al Real Madrid en vencedor, la plaza de Cibeles estaba pr¨¢cticamente vac¨ªa. Tres decenas de aficionados que aguardaban el final del partido pegados a sus radios empezaron a corear "?Campeones, campeones!". Ni lo desapacible de la noche ni el inicio del ¨¦xodo de la Semana Santa evitaron que miles y miles de aficionados se congregaran en las horas siguientes para esperar la llegada de los vencedores. "Ese portugu¨¦s, qu¨¦ guapo es", "S¨ª, s¨ª, s¨ª, la Copa ya est¨¢ aqu¨ª", y otros similares, fueron los lemas m¨¢s coreados a durante la celebraci¨®n, que se prolong¨® hasta altas horas de la madrugada.
"Primo, qu¨¦ mala suerte, hab¨¦is perdido", fue una de las frases que m¨¢s se repitieron a trav¨¦s de los m¨®viles, que se convirtieron en la estrella de la noche. Los aficionados no paraban de hacerse fotos y v¨ªdeos para recordar el momento. Todos los accesos a la plaza estaban cerrados por agentes de la Unidad de Intervenci¨®n Policial y los antidisturbios de la Polic¨ªa Municipal, que controlaban a cada persona que quer¨ªa acceder con bolsas o mochilas. Les obligaban a tirar todas las botellas y botes para impedir que fueran arrojados sobre la multitud. Poco a poco se fue llenando la plaza de personas provenientes de la Puerta de Alcal¨¢, la Gran V¨ªa y la Puerta del Sol. Algunos retaron al fr¨ªo y acudieron con el torso desnudo, sin camiseta. Tambi¨¦n hubo oleadas de coches que hicieron sonar los cl¨¢xones exhibiendo desde las ventanillas banderas del Real Madrid y bufandas.
A las 24.15, como si fuera un ritual, la megafon¨ªa instalada por el ayuntamiento hizo sonar el himno del Real Madrid. Los pocos aficionados que hab¨ªa en ese momento, no pararon de cantar la letra y de mover los brazos en se?al de victoria. La diosa Cibeles ya estaba a esa hora con un doble vallado, para impedir el acceso de los seguidores, y con un fuerte dispositivo policial, formada por unos 300 agentes, que llevaban puestos los chalecos y los cascos colocados en la cintura.
Hubo gente que se qued¨® muy sorprendida con la celebraci¨®n, como la suiza Vera Kotte, de 21 a?os, que lleva tres semanas en Madrid estudiando castellano. Le acompa?aba su novio Sacha Miller. Ambos reconocieron que estaban muy cansados despu¨¦s de ver el partido, pero que no resistieron el flujo de gente que les llev¨® desde el bar de Arg¨¹elles en el que vieron el partido, hasta la plaza de Cibeles. "En Suiza, ante un equipo que hubiera ganado una Copa, todo el mundo estar¨ªa en la cama a estas horas, alrededor de la una de la madrugada. Aqu¨ª, sin embargo, la fiesta va a continuar hasta que la gente se levante en Suiza", explic¨® Sacha.
Durante todo el festejo, los aficionados no dejaron de entonar c¨¢nticos a favor del Madrid y en contra de su eterno y vencido rival. Los m¨¢s ruidosos y alborotadores fueron unos cuantos ultrasur que estaban ubicados entre el Banco de Espa?a y el cuartel general del Ej¨¦rcito, justo enfrente de la Cibeles. Completamente euf¨®ricos, con las banderas anudadas en las mu?ecas y muchos de ellos con gran nerviosismo, no paraban de saltar y cantar alabanzas al Real Madrid. Tampoco faltaron los fuegos artificiales y las tracas en medio de la celebraci¨®n.
Un chaval sali¨® alrededor de la 1.30 de las carpas del Samur, con un vendaje en la parte trasera de la cabeza. Afirm¨® a este peri¨®dico que estaba "de puta madre", y asegur¨® que iba a seguir de fiesta. Jos¨¦, que claramente no es su nombre, no quiso explicar el origen de la brecha en la cabeza. Hasta el inicio de la fiesta fue el ¨²nico atendido en el hospital de campa?a del Samur. Este servicio sanitario mont¨® un hospital de campa?a junto al edificio de la Bolsa. El dispositivo estaba formado por 90 personas, entre voluntarios y profesionales de este servicio.
La fiesta estuvo amenizada por m¨²sica pop y rock. Llamativas banderas espa?olas y, sobre todo, del Real Madrid, dieron a¨²n mayor vistosidad a la muchedumbre. All¨ª estaba Raquel, que acudi¨® a la celebraci¨®n con sus tres hijos. "Hoy nos quedaremos todo el tiempo que haga falta porque un t¨ªtulo as¨ª hay que celebrarlo".
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