Si ETA acaba
Tal como han ido evolucionando las cosas en materia antiterrorista solo hay una verdad evidente para todas las partes en litigio: nunca ha estado tan cerca el fin de ETA. Por eso urge a todos fijar la mejor posici¨®n que corresponda a sus intereses para hacer valer su papel en este final del terrorismo que traer¨¢ la paz. Al PP no parece importarle demasiado que el asunto acabe; ni una entrega de armas por parte de ETA les ser¨ªa suficiente, salvo que eso sucediera cuando ya haya recuperado el Gobierno de la naci¨®n. Resulta, por tanto, doloroso su empe?o por negar constantemente que la situaci¨®n actual es la mejor en que nunca hemos estado. El PSOE, con Zapatero como abanderado, ha puesto toda la carne en el asador, se ha desangrado poniendo en el altar de los sacrificios a un buen pu?ado de militantes asesinados, pero poniendo tambi¨¦n buena voluntad: voluntad de di¨¢logo hasta la extenuaci¨®n y una predisposici¨®n a conseguir la paz definitiva como muestra de la derrota del terrorismo. El Pacto de Ajuria Enea, que es junto con Gesto por la Paz las dos iniciativas m¨¢s importantes y bellas de cuantas se han emprendido, ha obtenido sus frutos, aunque su cl¨¢usula en pro de evitar que la lucha pol¨ªtica partidista excluyera el debate terrorista haya sido m¨ªnimamente respetada.
La deslealtad del PP ante la acci¨®n del Gobierno de Zapatero ha sido m¨¢s que evidente
S¨ª, ha habido tambi¨¦n una Ley de Partidos y un Pacto Antiterrorista que ha comprometido mutuamente a los dos ¨²nicos partidos con posibilidad de gobernar en Espa?a, pero la deslealtad del PP ante la acci¨®n del Gobierno de Zapatero ha sido m¨¢s que evidente. No solo desacreditando tanto como ha podido la acci¨®n del Gobierno; no solo sembrando dudas sobre cualquiera de las medidas tomadas o los pasos dados en la acci¨®n policial; no solo aferr¨¢ndose a coartadas f¨¢ciles de utilizar arteramente como ocurre en el caso Fais¨¢n; no solo aleccionando la creaci¨®n de asociaciones de v¨ªctimas con el objetivo de convertirlas en decapitadoras de Zapatero, en lugar de sensibles recordatorios de la brutal memoria de los asesinos etarras; no solo negando que se hayan dado todos los pasos con la mejor intenci¨®n. Su deslealtad tiene que ver con su estrategia de sacar provecho partidista. Si el Pacto Antiterrorista fijaba en el Gobierno la responsabilidad de tomar decisiones juiciosas, y en la oposici¨®n la de apoyar con convicci¨®n tales medidas, ha resultado vergonzoso comprobar c¨®mo una y otra vez los l¨ªderes del PP se han empecinado en emborronar el ambiente sirvi¨¦ndose del instrumento miserable de las mentiras y los infundios.
Muy poco de cuanto los l¨ªderes del PP han afirmado se ajusta a un an¨¢lisis del hecho terrorista hecho con rigor y minuciosidad. Cuando parece que se ve una inconfundible luz blanca en el fondo del t¨²nel, ellos se empe?an en alargar m¨¢s y m¨¢s el t¨²nel para que los ciudadanos esperanzados ante la visible centella vuelvan a ver solo tinieblas. No ser¨¦ yo quien muestre la m¨¢s m¨ªnima complacencia con esta izquierda abertzale que durante tanto tiempo ha jaleado los asesinatos, ahora que dicen estar pose¨ªdos por un verdadero prop¨®sito de enmienda, pero la paz tiene un valor inmensurable -valor, no precio-, y bueno ser¨¢ que a su consecuci¨®n no se le pongan precios teniendo en cuenta tan importante valor. ?Acaso no ten¨ªa un valor incalculable la reconciliaci¨®n acontecida durante la Transici¨®n entre los dos bandos que parec¨ªan irreconciliables, y sin embargo se pusieron sobre la mesa precios, perdones y recompensas?
Nadie ha mostrado tanta entereza como Zapatero y los socialistas, para luchar contra ETA. Nadie ha cuidado tanto el reconocimiento de las v¨ªctimas y de los familiares y afectados. Sin embargo, hace a¨²n menos de un mes, los colectivos de v¨ªctimas alineados con el PP olvidaron el eslogan que abr¨ªa la manifestaci¨®n en que participaban en Madrid conforme comenzaron a caminar, para pedir a gritos la dimisi¨®n de Zapatero. Esta indignidad fue, curiosamente, retransmitida en directo por todas las radios y televisiones de vinculaci¨®n derechista y fascistoide.
A la espera de que se defina, definitivamente, el significado del t¨¦rmino "v¨ªctima del terrorismo", me permito considerarme tal, aunque no reclame para m¨ª ning¨²n trato de favor, ninguna consideraci¨®n especial ni ninguna muestra de conmiseraci¨®n o pena. Otras muchas personas que han andado a mi lado, que me han acompa?ado, han estado expuestas a mis mismos fatales riesgos; los ecuatorianos Estacio y Palate que murieron en el atentado de la T-4 no figuraban entre las posibles v¨ªctimas cuando a¨²n estaban vivos: los etarras no iban a matarles a ellos, sino que estaban dispuestos a matarnos a todos. No cabe sembrar dudas en los tiempos que corren actualmente. El lenguaraz Gonz¨¢lez Pons se ha permitido advertir al PSOE que tenga cuidado con "poner en peligro el pacto con el PP en el Pa¨ªs Vasco, porque ese pacto es lo mejor que hemos hecho los pol¨ªticos espa?oles desde hace muchos a?os y mantenerlo no es solo un deber, sino que es un deber pol¨ªticamente sagrado". Resulta incomprensible para quien, como yo, asisto a los acosos constantes del PP al Gobierno socialista en el Congreso de los Diputados, donde se esgrime el famoso caso Fais¨¢n como una lanza para traspasar el pecho de Rubalcaba. ?En qu¨¦ queda el deber sagrado all¨ª? Como v¨ªctima, deseo que la paz sea una realidad en todos los sitios. Hay que conseguir que el proceso que est¨¢ llamado a culminar en la paz tiene que ser irreversible, y no tengo ninguna duda de que ETA caer¨¢ doblegada sin remisi¨®n, del mismo modo que ya ha sucumbido aquella izquierda abertzale que durante tanto tiempo se benefici¨® viviendo a su perversa y sanguinaria sombra.
Si ETA acaba y la paz se instala y estabiliza en nuestras calles y avenidas, nadie debe hacerlo constar en su curr¨ªculum. Nadie, pero sobre todo no deben hacer gala de nada quienes est¨¢n usando este asunto con tanto desparpajo y desverg¨¹enza para desacreditar a Zapatero (y a su Gobierno), que es precisamente quien m¨¢s ha arriesgado en tan noble empe?o.
Josu Montalban es diputado del PSOE por Vizcaya.
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