Dictadura y lenguaje
Ensayo. En una ¨¦poca de saldo general y banalizaci¨®n de la literatura, una escritura como la de Herta M¨¹ller que se ocupa de persecuci¨®n, resistencia y traici¨®n, que se compromete con la verdad e indaga incesantemente en el ambiguo poder de las palabras, ya es un acontecimiento en s¨ª. Esto lo confirma nuevamente El rey se inclina y mata, con su dolorosa y vergonzante carga existencial. Probablemente, si la Academia Sueca no hubiese se?alado la obra de Herta M¨¹ller con el Premio Nobel, no tendr¨ªamos oportunidad de conocer sus quebradas, turbadoras met¨¢foras de la existencia da?ada, no leer¨ªamos nada de los agujeros negros que abre el miedo en la realidad cotidiana, ni nos tomar¨ªamos la molestia de entrar en su mundo puesto al rev¨¦s por la dictadura.
El rey se inclina y mata
Herta M¨¹ller
Traducci¨®n de Isabel Garc¨ªa Ad¨¢nez
Siruela. Madrid, 2010
190 p¨¢ginas. 17,95 euros
Por qu¨¦ y de qu¨¦ manera se perpet¨²a esta experiencia en la percepci¨®n de la v¨ªctima, s¨®lo se puede mirar caso por caso, y eso es lo que se propone el presente tomo de ensayos. El rey se inclina y mata se sit¨²a en la l¨ªnea de reflexi¨®n sobre la relaci¨®n entre lenguaje y dictadura de Imre Kert¨¦sz o Czeslaw Milosz. Pero a diferencia de estos dos, Herta M¨¹ller centra sus observaciones no tanto en el terror con may¨²sculas, sino en el minucioso examen del imperceptible desmoronamiento del yo. El enfoque aqu¨ª es, como en toda su obra, inexorablemente autobiogr¨¢fico, mientras el estilo resulta sorprendentemente narrativo, ya que gran parte del libro se compone de unas lecturas universitarias de po¨¦tica. "En realidad no alcanc¨¦ a comprender los da?os que sufr¨ªan aquellos mis familiares hasta que no me vi yo misma en una situaci¨®n desesperada. Fue entonces cuando realmente tom¨¦ conciencia de que una herida demasiado profunda deja los nervios destrozados para siempre. Que las consecuencias de tener los nervios destrozados se manifiestan despu¨¦s, es m¨¢s: incluso se extienden a las ¨¦pocas anteriores".
La historia del rey que mata es la historia de lo terrible e innombrable en una biograf¨ªa de persecuci¨®n. "Cuando se desmoronan los pilares de la mayor parte de la vida, tambi¨¦n se caen las palabras. Yo he visto desmoronarse las palabras que ten¨ªa". Detr¨¢s hay, por una parte, el historial de Herta M¨¹ller como objeto de observaci¨®n de la Securitate, con los interrogatorios, las amenazas de muerte, la desaparici¨®n de los amigos. Por otra parte est¨¢ la infancia en un pueblo cerril del Banat, regi¨®n habitada por rumanos de habla alemana y h¨²ngara. Es un entorno en el que el silencio es una actitud vital que "puede mantenerse durante toda una vida dentro de la cabeza cuando se est¨¢ convencido de que gastar las ideas hablando es un desprop¨®sito", como explica el ensayo Cuando callamos, resultamos desagradables... Cuando hablamos, quedamos en rid¨ªculo. La t¨¦trica y al mismo tiempo familiar figura del rey incluso posee valor simb¨®lico para la historia de la madre de Herta M¨¹ller y su estancia de cinco a?os en el campo de trabajo sovi¨¦tico, herencia de la que se nutre la magn¨ªfica novela Todo lo que tengo lo llevo conmigo.
De ah¨ª que, para seguir el recorrido de lugares y acontecimientos vivenciales que engendran el mundo narrativo inclemente y emboscado de M¨¹ller, estos ensayos son de gran utilidad. Es m¨¢s, tambi¨¦n ayudan a encontrar claves de acceso a las im¨¢genes perturbadoras de su poes¨ªa, que ha ido presentando en poemas collage de aterradora belleza. Al final de cada trecho del rastreo autobiogr¨¢fico, las citas de sus versos fant¨¢sticos, crudos y enigm¨¢ticos han adquirido una nueva luz, tambi¨¦n gracias a la transparente traducci¨®n de Isabel Garc¨ªa Ad¨¢nez. As¨ª, disimuladamente, los ensayos pasan de la historia personal al terreno propio de la deliberaci¨®n po¨¦tica, que M¨¹ller despoja de cualquier borla acad¨¦mica-te¨®rica, desmontando a su vez el mito de la literatura autobiogr¨¢fica. "A lo vivido en tanto proceso ni le importa lo m¨¢s m¨ªnimo la escritura, no es compatible con las palabras. (...) Para describirlo es necesario recomponerlo a la medida de las palabras y reinventarlo por completo. (
...) Hay que demoler las presunciones de lo vivido para poder escribir sobre ello, apartarse de cualquier camino real para tomar uno inventado, porque tan s¨®lo ¨¦ste podr¨¢ parecerse al primero".
Sin embargo, estos ensayos no tendr¨ªan el efecto que tienen -lo vergonzoso mentado al principio-, si no fuera por otra cosa: en ellos se percibe una punzante necesidad de explicarse y legitimarse. Pues, la v¨ªctima que se ha salvado se ve enfrentada de repente, en su vida en libertad, con el cuestionamiento de su trastorno, debe responder a la incredulidad de los saturados ciudadanos occidentales. Su aprendizaje de la libertad va a la par con una renovada p¨¦rdida de confianza: en la capacidad de entendimiento y en la empat¨ªa ajena. Se?alar este efecto secundario, que yo sepa, es ¨²nico en la literatura de esta tem¨¢tica. Y nos implica a nosotros, los lectores: nos asigna una parte de responsabilidad con unos destinos que no est¨¢n tan apartados de los nuestros.
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