Instinto de supervivencia

La demanda de Oriente Pr¨®ximo de su propio petr¨®leo podr¨ªa ser una amenaza mayor al equilibrio energ¨¦tico mundial que los disturbios en la regi¨®n, por lo menos a largo plazo. El aumento de la demanda nacional amenaza con limitar el papel clave de Arabia Saud¨ª como productor mundial fluctuante y podr¨ªa significar unos precios estructuralmente m¨¢s altos para los mercados mundiales.

Un funcionario saud¨ª manifestaba p¨²blicamente este mes una preocupaci¨®n poco habitual acerca del consumo energ¨¦tico de su pa¨ªs. El consumo de petr¨®leo, impulsado por el uso de los autom¨®viles y del aire acondicionado, se ha incrementado dr¨¢sticamente en la ¨²ltima d¨¦cada hasta rondar los 2,7 millones de barriles diarios este a?o. Saudi Aramco, el grupo petrolero nacional, cree que la demanda podr¨ªa alcanzar los 8,3 millones en 2030.

Actualmente, despu¨¦s de las exportaciones y del consumo interno, la capacidad disponible de Arabia Saud¨ª es de unos 2,8 millones de barriles, un colch¨®n esencial que equivale a aproximadamente el 3% del consumo de petr¨®leo mundial. Las previsiones de Aramco llevan a pensar que la demanda interna lo podr¨ªa absorber antes de 2025.

Mientras tanto, el consumo de petr¨®leo en Kuwait est¨¢ aumentando lo bastante r¨¢pido como para empezar a reducir las exportaciones dentro de una d¨¦cada, seg¨²n c¨¢lculos de Brookings Institution. Seg¨²n el Organismo Internacional de la Energ¨ªa, aun suponiendo que se impongan algunas restricciones, es probable que Oriente Pr¨®ximo consuma 11 millones de barriles diarios en 2035, desde los aproximadamente 6 millones en 2007, es decir, una tasa de aumento solo superada por las econom¨ªas asi¨¢ticas en r¨¢pido crecimiento.

Indonesia nos ense?a una moraleja. En 1980 exportaba 1,2 millones de barriles al d¨ªa. La triplicaci¨®n del consumo interno de petr¨®leo desde entonces -debida en parte a unas subvenciones cuantiosas- la ha convertido en un importador neto. Los bajos precios nacionales del petr¨®leo tambi¨¦n contribuyen a estimular la demanda de Oriente Pr¨®ximo. El coste de la gasolina en Arabia Saud¨ª, por ejemplo, es menos de 1/6 que en EE UU. Los precios de la electricidad tambi¨¦n son bajos.

Por ahora, el mundo sigue estando ampliamente abastecido de petr¨®leo a pesar de la agitaci¨®n en Libia. Pero la tendencia a largo plazo parece indicar que el futuro ser¨¢ menos c¨®modo.