Fuertes sin pisar el gimnasio
Mourinho consigue que los jugadores del Madrid alcancen el punto decisivo del curso en un ¨®ptimo estado de forma sin hacer pesas ni sesiones de preparaci¨®n f¨ªsica
Lo primero que llam¨® la atenci¨®n a muchos de los jugadores del Madrid cuando comenzaron la pretemporada con Jos¨¦ Mourinho, el verano pasado, fue que no hac¨ªan sesiones de entrenamiento dedicadas exclusivamente al f¨ªsico. El preparador, Rui Faria, brazo derecho del t¨¦cnico, no los puso a hacer carrera continua para ejercitar el coraz¨®n y los pulmones, ni les dise?¨® circuitos para trabajar la potencia, ni rampas para que treparan ni obst¨¢culos para que saltaran. "Solo hac¨ªamos partidos de tres contra tres, de tres contra dos, de cuatro contra tres, de cinco contra cinco...", recuerda un futbolista; "jug¨¢bamos todos los d¨ªas en un campo que variaba de amplitud, con porter¨ªas que aumentaban o disminu¨ªan de n¨²mero o tama?o".
"El fondo y la potencia mejoran privilegiando lo t¨¢ctico", dice el entrenador
Hubo jugadores incr¨¦dulos. "Vais a llegar muy bien al final de la temporada", les tranquilizaba Mourinho. Al cabo, la plantilla se qued¨® sin hacer lo que, tradicionalmente, hab¨ªa considerado trabajo f¨ªsico. Solo, juegos con el bal¨®n. Rutinas distra¨ªdas, pero intensas, en las que de forma natural se iban conociendo mientras ejercitaban el cuerpo y la mente, el f¨ªsico y la t¨¢ctica.
En el libro ?Por qu¨¦ tantas victorias? argumenta Mourinho que sus entrenamientos nunca se hacen sin el bal¨®n porque giran desde el principio alrededor de la organizaci¨®n futbol¨ªstica. En el proceso organizativo, los futbolistas se adiestran para jugar y, como consecuencia, evolucionan f¨ªsicamente. "Al privilegiar la vertiente t¨¢ctica, estoy privilegiando todos los restantes componentes del rendimiento", dice; "por necesidad de lo t¨¢ctico surgen todos los restantes. Yo no creo en equipos bien o mal preparados f¨ªsicamente, sino en equipos identificados o no con una determinada matriz de juego. Porque la adaptaci¨®n fisiol¨®gica es siempre espec¨ªfica de esa forma de jugar. Las preocupaciones t¨¦cnicas, f¨ªsicas y psicol¨®gicas, como la concentraci¨®n, surgen por arrastramiento".
Ocho meses despu¨¦s de la pretemporada, el Madrid alcanza el pico de su condici¨®n f¨ªsica. Si cuenta con una ventaja respecto al Bar?a en la pr¨®xima eliminatoria de la Champions, reside en la mayor frescura de sus jugadores. Adem¨¢s, tener una plantilla m¨¢s larga ha permitido a los futbolistas del Madrid disputar una media de 300 minutos menos de competici¨®n que sus adversarios azulgrana.
En lo que va de temporada, el m¨¦todo no ha cambiado. Al contrario. En estos d¨ªas, los titulares habituales, como Cristiano, Alonso o Ramos, apenas se est¨¢n entrenando. Las sesiones sobre la hierba son m¨ªnimas. Quince minutos, unos estiramientos y a descansar. El gimnasio est¨¢ reservado a los lesionados o a quienes tienen un d¨¦ficit que corregir.
Los entrenamientos duran una hora y los partidillos est¨¢n cuidadosamente cronometrados, entre 10 y 20 minutos, y se desarrollan a gran ritmo. Los jugadores dicen que no pueden parar. Que siempre deben estar en movimiento y aproxim¨¢ndose a los esfuerzos m¨¢ximos. "Tienes unos segundos para recuperarte y beber", explican; "y si te distraes hablando con alguien te quedas sin beber". C¨ªclicamente, Mourinho interrumpe los partidillos para trabajar los automatismos defensivos con grupos de 11. En este punto, todos reconocen que la labor del portugu¨¦s es excelente.
Gracias a sus ¨¦xitos, Mourinho populariz¨® un m¨¦todo, el entrenamiento integrado, que comenz¨® a concebir en el Barcelona a las ¨®rdenes de Louis van Gaal. El entrenamiento integrado deriva de un invento de Paco Seirul¡¤lo cuando era el preparador f¨ªsico de Valero Rivera en el Bar?a de balonmano. De ah¨ª pas¨® el sistema al f¨²tbol con Johan Cruyff y Van Gaal. Juanma Lillo complet¨® su aplicaci¨®n en el f¨²tbol cuando dirig¨ªa al Zaragoza en 2000. "Hist¨®ricamente, casi toda la preparaci¨®n f¨ªsica fue ajena a las necesidades del futbolista y del juego porque ven¨ªa inspirada por el mecanicismo y el conductismo", dice Lillo; "los viejos preparadores proced¨ªan del atletismo y se hab¨ªan inspirado en la teor¨ªa de la linealidad. Pero si hay algo que no es lineal es un ser vivo. Mucho menos un equipo compuesto de 25 seres vivos".
Como dijo Lillo: "En el f¨²tbol, entrenar el f¨ªsico sin el bal¨®n es como entrenar la fuerza del brazo de Nadal sin integrar el brazo al resto del cuerpo".
Rui Faria y Mourinho lo practican en el Madrid. Y los jugadores lo agradecen.
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