Portugal, capital Arz¨²a
Ha sido anunciar la democracia feijoniana su intenci¨®n de efectuar un marcaje al dato sobre la econom¨ªa portuguesa, y autom¨¢ticamente producirse el hundimiento en las encuestas de la derecha lusa. Fue avisar el presidente de que tendr¨ªa un ojo puesto para evitar el contagio del vecino enfermo, y dispararse las perspectivas de victoria de dimitido socialista Jos¨¦ S¨®crates. Si aplic¨¢ramos la teor¨ªa Mayor Oreja de la causalidad, donde nada de cuanto sucede a la vez es casual sino que responde a un plan maestro, Feij¨®o deber¨ªa llamar a su correligionario Passos Coello para disculparse por haber puesto en riesgo la que parec¨ªa una victoria cantada.
Acaso impactados por el poder omn¨ªmodo exhibido por agencias de calificaci¨®n como Moody's o Standard and Poor's, el anuncio de la contravigilancia econ¨®mica gallega sobre Portugal fue efectuado con tanta pompa y circunstancia, que daba la impresi¨®n de que Galicia acababa de fundar sus propios entes de calificaci¨®n. Son¨® como si, en nada, nuevas agencias, denominadas Feijoo's o Rueda and Poor's, fueran a comenzar a emitir calificaciones sobre la deuda soberana de nuestros vecinos. No era del todo ajena a semejante impresi¨®n la exitosa experiencia de la democracia feijoniana ejecutando seguimientos parecidos luego de dos a?os convirtiendo en eje de su acci¨®n pol¨ªtica la vigilancia de cuanto hacen los otros. No tenemos un Gobierno, tenemos una comisi¨®n de seguimiento que se re¨²ne cada jueves para hacer balance de los fracasos de los dem¨¢s. Excepto el conselleiro Hern¨¢ndez, que lleva una c¨¢mara incorporada y emite cada seis horas partes actualizados de seguimiento del pacto del Obradoiro. Gracias a esa cobertura exhaustiva y profesional, no han podido ocultarnos la dolorosa verdad, ni siquiera mientras el Gobierno central aprobaba el macroconcurso que San Caetano daba por hecho nunca saldr¨ªa adelante. Galicia le debe nada a Zapatero, se lo debemos todo al ?lvarez Cascos, que dej¨® licitado un tramo antes de irse.
No tenemos un Gobierno sino una comisi¨®n de seguimiento de los fracasos de los dem¨¢s
Del "menos mal que nos queda Portugal", hemos pasado al "qu¨¦ mal, qu¨¦ mal, si viene de Portugal", ese pa¨ªs perif¨¦rico y subvencionado que lastra el poderoso despegar de la econom¨ªa que funciona realmente como el motor del crecimiento europeo: la econom¨ªa gallega. Es donde se acaba cuando alguien se vuelve dependiente de la propaganda y lo ¨²nico a mano para propagandear es un acuerdo del tipo "vamos a llamarnos una vez al mes para contarnos las cifras, a ver qu¨¦ tal; si vemos que la cosa se pone chunga, nos juntamos a ver si descubrimos para qu¨¦ sirve la Eurorregi¨®n".
El desconcierto popular respecto a la inmolaci¨®n de Zapatero empieza a resultar clamoroso. Como no todos pueden irse a lo Rajoy de vacaciones a Canarias, a grabarse un videoblog en plan supernormal, alguien tiene que hablar de vez en cuando de pol¨ªtica y hacer oposici¨®n, aunque ya no est¨¦ claro ni contra qui¨¦n ni por qu¨¦. Y ah¨ª tienen a Cospedal acusando a Chac¨®n y Rubalcaba de c¨®mplices del zapaterismo, a Mayor Oreja denunciando que solo ¨¦l no negocia con ETA, o a Feij¨®o poniendo firme a Portugal, que est¨¢ intervenido y no se va a quejar si lo magrean un poco m¨¢s.
Aunque tal vez no deber¨ªamos juzgar tan duramente a un gobernante tan austero. Aceptemos pulpo como animal de compa?¨ªa y que no puede arreglar la econom¨ªa a causa de las malas artes de Zapatero, o que carece de competencias para la creaci¨®n de empleo. Miremos c¨®mo va la cosa en algo donde ya parezca mayor para poder arregl¨¢rselas solo. Nada m¨¢s anunciar una campa?a basada en la noble confrontaci¨®n de las ideas y dignificar la pol¨ªtica ante la ciudadan¨ªa, revienta el caso Arz¨²a y el candidato popular aparece grabado practicando esa costumbre tan galaica de vender noticias por dinero. A partir de ah¨ª, el discurso del campe¨®n de la regeneraci¨®n se dispersa. Primero se anuncia una investigaci¨®n de la que nunca m¨¢s se sabe. Luego se cuestiona la moralidad del chantajeado al grabar el chantaje. Ahora se ampara una maniobra que declara inelegible al alcalde nacionalista, invocando una reforma de la ley electoral hecha ad hoc para el caso Batasuna y utilizando una sentencia no firme que le condena por demorarse al reponer una ilegalidad perpetrada por el anterior alcalde popular. ?As¨ª est¨¢ todo y bien contado? ?O falta algo y son cosas de los jueces, presidente?
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