Destino (musical): Madrid
Razones por las que los m¨²sicos extranjeros se quedan a vivir en la capital
Todos estos m¨²sicos han respondido a las preguntas en perfecto castellano, pero ninguno naci¨® en Madrid, ni siquiera en Espa?a. Algunos llegaron por amor, otros por dinero o por curiosidad. Todos viven aqu¨ª y todos tocan en la capital pr¨®ximamente.
- Amy Jo Doherty. De Londres a Malasa?a. "Han sido los seis meses m¨¢s largos de mi vida", explica Amy Jo Doherty, de 33 a?os, con unas largas medias blancas con notas musicales en los camerinos de la sala Joy Eslava, donde el pasado 17 de abril toc¨® junto a su hermano el genial y d¨ªscolo exLibertines Pete Doherty. Amy Jo lleg¨® a Madrid con un contrato de seis meses como profesora de ingl¨¦s y lleva aqu¨ª cinco a?os. Vive en Malasa-?a: "Uno de los mejores barrios del mundo, aunque ¨²ltimamente haya gente demasiado cool. Pasa como en Camdem: todo el mundo intenta ser diferente, pero al final son todos iguales". Sigue dando clases de ingl¨¦s pero sobre todo le interesa la m¨²sica. Con su grupo de rock ac¨²stico The Ezra Beats acaban de publicar un EP llamado Gin Tonic. "Es lo que m¨¢s nos gusta beber", dice Ross del Mardous, compa?ero de grupo, tambi¨¦n profesor de ingl¨¦s residente en Madrid. Se podr¨¢ comprobar este s¨¢bado en Gl¨¹ck, una tienda de juguetes (Valverde 12), y el 1 de mayo en el Colectivo de la Latina, donde act¨²an.
Amy Jo Doherty, lleg¨® hace cinco a?os como profesora de ingl¨¦s
A Joshua Edelman, neoyorquino, le sedujo el ambiente musical de la ciudad
Aaron Thomas lleg¨® de Australia con su esposa, que ya bailaba flamenco
El dominicano Alex Ferreira dice que lo madrile?o cada a?o le atrapa m¨¢s
- Joshua Edelman. De Manhattan a Madrid (y a Bilbao). "Nos ocurre a los que tenemos un poco de esp¨ªritu aventurero", explica Joshua, de 57 a?os, uno de los grandes pianistas del jazz latino. "Todos queremos salir de nuestro pueblo, incluso si tu pueblo est¨¢ en pleno Manhattan". Del Village de Nueva York sali¨® en 1980 con una oferta de trabajo para dar clases de ingl¨¦s y de piano. Seis a?os despu¨¦s, en 1986, Edelman se instal¨® en Madrid, donde descubri¨® "un ambiente y una creatividad musical alucinante".
Nada que ver con lo que, aunque parezca lo contrario, era el Nueva York de los ochenta. "Hab¨ªa tiroteos, atracos, violencia y todos los a?os nos entraban a robar a casa", explica Joshua, que ya tiene nacionalidad espa?ola, lo mismo que sus cuatro hijos nacidos aqu¨ª. Pero su caso es curioso. Joshua se cas¨® con una bilba¨ªna y tuvo gemelos. All¨ª se ha ido ahora a vivir. Aun as¨ª, todav¨ªa conserva su estudio en el centro de Madrid, y actuar¨¢ el pr¨®ximo 6 de mayo en el Colectivo de La Latina.
- Aaron Thomas. De Tasmania a Chueca. Cuando Aaron Thomas sali¨® de su casa en Tasmania su familia no le dese¨® nada m¨¢s que suerte. Acostumbrados como est¨¢n los australianos a estar lejos de cualquier parte del mundo, Madrid parec¨ªa un buen destino. Sobre todo porque su mujer, Rosalie, tambi¨¦n australiana, baila flamenco. "El primer d¨ªa en Madrid fuimos a un bar, nos tomamos una ca?a al sol y decidimos quedarnos aqu¨ª", recuerda Thomas en su piso en Chueca. Aaron, de 35 a?os, ha grabado dos discos en ingl¨¦s (el ¨²ltimo Made of Wood, publicado en 2009). Est¨¢ a punto de cumplir siete a?os viviendo en Madrid, tiene una hija de dos, que habla spanglish. Ha vivido en medio Madrid (La Latina, Lavapi¨¦s, Sol...) y asegura que todav¨ªa no tiene nivel para componer en castellano. "Le tengo mucho respeto", explica en un perfecto espa?ol "aprendido en la calle". El 4 de mayo Aaron act¨²a en Galileo Galilei.
- Alex Ferreira. De Santo Domingo al Rastro. A Alex lo pillamos con la guitarra colgada en su casa de La Latina. Est¨¢ ensayando las canciones de Aaron Thomas, con quien tocar¨¢ el 4 de mayo. Alex Ferreira, de 28 a?os, dominicano de pelo a lo afro y ment¨®n pronunciado, lleg¨® a Madrid en 2005. Vino sin un duro, con un visado de estudios, y hasta pas¨® un a?o y medio sin papeles. Ahora tiene un contrato con la discogr¨¢fica Warner donde acaba de publicar su segundo disco, un EP, llamado Dulus Dominicus, lleno de interesante pop alternativo. "Cada a?o Madrid me atrapa m¨¢s", bromea. "Hasta me ech¨¦ una novia madrile?a".
- Oli Stewart. De Maine (Estados Unidos) a Goya.
Cuando le preguntan su profesi¨®n Oli enumera: m¨²sico, productor, DJ y dealer. De esto ¨²ltimo, aclara: "de vinilos, se entiende, ?no?". Es decir, recorre el mundo y rebusca entre discos llenos de polvo para devolverles vida en sus platos.
Nacido en el Estado de Maine, en EE UU, e hijo de estadounidense y asturiana, Oli, de 42 a?os, no se nacionaliz¨® espa?ol hasta que pudo librarse de la mili. Es de los tipos que m¨¢s saben de m¨²sica negra en Espa?a. Y si hay que irse a M¨¦xico para buscar colecciones, pues se va. "A veces me gu¨ªo por la suerte", explica desde su casa en Goya, cerca del Retiro. Con ellos adem¨¢s de alimentar su tienda de discos Casbah Records (Cava Alta, 19. 2? Dcha.) y su grupo Casbah 73, pincha en el Marula Caf¨¦ (Bail¨¦n, 27) el cuarto s¨¢bado de cada mes. El pr¨®ximo: el 28 de mayo.
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