Barriga Verde vuelve a la feria
La barraca de Jos¨¦ Silvent, reconstruida desde el a?o pasado, protagoniza un documental que ahonda en las ra¨ªces del teatro de marionetas en Galicia
Durante cuarenta a?os, la barraca de Barriga Verde, el astuto personaje que protagonizaba los espect¨¢culos de t¨ªteres de Jos¨¦ Silvent -al que su p¨²blico acabar¨ªa llamando con el mismo nombre de la famosa marioneta-, estuvo alejada de las fiestas populares que le dieron la fama. Pero desde el a?o pasado, y fruto de un proyecto de recuperaci¨®n y divulgaci¨®n del trabajo de Silvent, considerado el precursor del teatro gallego de gui?ol, una recreaci¨®n de aquella caseta m¨®vil, construida en madera en los a?os 60, vuelve a recorrer ferias como las del San Froil¨¢n o las San Lucas de Mondo?edo. Os mundos de Barriga Verde, una iniciativa conjunta de Tintim¨¢n Audiovisual -la productora de Comba Campoy- y Viravolta T¨ªteres, obr¨® el milagro. Los primeros apuran los ¨²ltimos detalles de un documental sobre el trabajo pionero de Silvent y su familia desde la d¨¦cada de los 30 hasta su retirada en 1964, seis a?os antes de morir. Era tan popular que en 1968 el poeta Manuel Mar¨ªa se inspir¨® en sus piezas, que conoc¨ªa desde ni?o, para una serie de textos teatrales que public¨® bajo el t¨ªtulo de Barriga Verde.
"Era considerado inofensivo, por eso sigue representando en gallego"
Las fiestas de Padr¨®n y Mondo?edo marcaban el inicio y el fin de la temporada
Silvent, nacido en Santa Marta del Campo (Badajoz) de padre franc¨¦s, proven¨ªa de una familia de artistas ambulantes. A los 12 a?os se march¨® a Portugal, donde conoci¨® a los fantocheiros y robertos, t¨ªteres muy populares en este pa¨ªs. Se cas¨® en la parroquia de L¨¦rez, en Pontevedra, y desde entonces el arte de la marioneta fue su medio de vida, aunque Silvent apenas fue consciente de la experiencia ¨²nica que inauguraba. "Para ¨¦l el suyo fue un oficio artesano, aprendido de los padres, sin m¨¢s", explica Anxo Garc¨ªa, director de Viravolta T¨ªteres, la compa?¨ªa que el a?o reconstruy¨® O pavill¨®n da risa, una de las barracas m¨¢s hermosas de Barriga Verde, decorada con dibujos alusivos a los personajes de piezas como O xogo de pau, A vi¨²da alegre, Toro polo rabo, O demo o O cura , todas ideadas por Silvent. En todas ellas, el t¨ªtere Barriga Verde ejerc¨ªa de contrapunto, era la voz discordante ante un poder abusivo. El r¨¦gimen franquista -que obligaba a los Silvent a poseer el carn¨¦ del Sindicato de Espect¨¢culos de Falange- fue sin embargo permisivo con las cr¨ªticas llegadas de la barraca, que funcionaba como un peque?o teatro con cien plazas y adem¨¢s era la vivienda de la familia durante la temporada de ferias. "La marioneta siempre goz¨® de cierta inmunidad porque no se le daba importancia", reconoce Comba Campoy. El car¨¢cter popular del teatro de Silvent, que oficialmente llevaba el nombre de Melod¨ªas de Espa?a y defin¨ªa su espect¨¢culo de "culto e moral", disculpaba el uso del gallego y la burla al clero, que aparec¨ªa siempre unido a la avaricia. "El sacerdote pide dinero y Barriga Verde le da palos", explica Campoy, aludiendo a una de las escenas m¨¢s c¨¦lebres de Silvent, en el que el audaz t¨ªtere despide a golpes al cura que le pide plata.
"Barriga Verde era considerada una diversi¨®n inofensiva, por eso en los a?os m¨¢s duros de la represi¨®n sigue representando en gallego", sigue Campoy. Tras el par¨¦ntesis obligado por la Guerra Civil, en 1939 la barraca de Jos¨¦ Silvent -en la que tambi¨¦n viajaban y trabajaban su esposa, Emerenciana y sus ochos hijos- reaparece en el San Froil¨¢n de Lugo, uno de sus bastiones tradicionales, donde era conocido como Traga Estopa.
En realidad, el espect¨¢culo de Silvent fue lo m¨¢s parecido que tuvo Galicia a un Pulcinella, el personaje burlesco de la Commedia dell'arte, que a su vez inspir¨® otros como el Gui?ol de Laurent Mourguet, obrero de la seda en el Lyon del siglo XIX. La tradici¨®n castellana adopt¨® a don Crist¨®bal; el mismo don Cristovo, llevado a las ferias por los ciegos, era el ¨²nico referente galaico anterior al Barriga Verde, que cumpl¨ªa funciones muy similares a las de sus parientes europeos: una, la cr¨ªtica, revestida a veces de cierta candidez, y otra, la informativa, porque Silvent adaptaba los di¨¢logos de sus personajes a la vida de cada localidad que visitaba. En este v¨ªnculo del monicreque gallego con otros del centro de Europa se centra Os mundos de Barriga verde, en el que colabora TVG y que ser¨¢ estrenado este oto?o.
Mientras Tintim¨¢n Audiovisual apura los ¨²ltimos meses de trabajo, Viravolta T¨ªteres trata de interesar a las comisiones de fiestas en el espect¨¢culo recuperado. En los buenos tiempos de Barriga Verde, la temporada empezaba justo en estas fechas, despu¨¦s de la Pascua de Padr¨®n, y duraba hasta As San Lucas de Mondo?edo, a mediados de octubre. El resto del a?o, Silvent proyectaba pel¨ªculas en localidades que apenas conoc¨ªan el cine. En esta otra faceta, ya irrecuperable, tambi¨¦n fue un pionero.
![La barraca de Barriga Verde, reconstruida por Viravolta T¨ªteres, en el San Froil¨¢n del a?o pasado.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OKBLF2M2VJPD76DJTNPRI4BEBA.jpg?auth=0b339d06fab60bf3823d5ec9a9bce3af92fe140913b86740a857ab1ef83c90f0&width=414)
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