El ocaso de la tolerancia n¨®rdica
La ret¨®rica eur¨®foba y contra la inmigraci¨®n cala en Escandinavia
La victoria electoral de los Aut¨¦nticos Finlandeses ha supuesto una peque?a revoluci¨®n en el pa¨ªs n¨®rdico, pero sobre todo ha hecho saltar todas las alarmas en una regi¨®n en la que hasta hace bien poco era casi impensable escuchar argumentos tan extremistas como los que ahora circulan por los Parlamentos nacionales de la zona. Los partidos de extrema derecha y populistas n¨®rdicos ya no pueden ser ignorados porque les respalda una parte del electorado nada despreciable. En Finlandia y en Dinamarca han sido la tercera fuerza m¨¢s votada. En Suecia han aflorado de la semioscuridad y han entrado en la c¨¢mara parlamentaria.
La ¨²ltima gran victoria y tal vez la m¨¢s sorprendente ha sido precisamente la de los Aut¨¦nticos Finlandeses, que hace dos semanas obtuvieron un 19% de los votos, es decir, siete veces m¨¢s que en la anterior cita electoral. Los analistas atribuyen parte del triunfo al carism¨¢tico l¨ªder del partido, el europarlamentario Timo Soini. Sus tesis eur¨®fobas y en contra de los rescates financieros de pa¨ªses como Portugal han convencido a muchos finlandeses. Si Soini es el rostro amable del partido, Jussi Halla-aho es la cabeza pensante de los Aut¨¦nticos Finlandeses y el que hace de poli malo; es decir, el que no duda en emplear un lenguaje racista y sobre todo islam¨®fobo. Este acad¨¦mico de lenguas eslavas salt¨® a la palestra a trav¨¦s de la blogosfera, desde donde critica duramente la pol¨ªtica de inmigraci¨®n de Finlandia y el multiculturalismo. Hace tres a?os, Halla-aho, el segundo parlamentario m¨¢s votado en la capital, fue condenado por incitar a la violencia y al odio religioso. En uno de sus escritos calific¨® al profeta Mahoma de ped¨®filo y afirm¨® que "el islam promueve la pedofilia". Como muchos otros pol¨ªticos de corte populista, Halla-aho es un ide¨®logo que se vuelve pragm¨¢tico cuando el guion lo exige. "Da lo mismo si los cambios que queremos son producto de las propuestas de los Aut¨¦nticos Finlandeses o si son adoptados por otros partidos", escrib¨ªa recientemente.
Una filosof¨ªa parecida es la que aplica el Partido Popular Dan¨¦s, dirigido por Pia Kjaersgaard, la formaci¨®n que a finales de los noventa rompi¨® la tradicional armon¨ªa pol¨ªtica n¨®rdica al colocarse a la derecha de los conservadores. En las ¨²ltimas elecciones parlamentarias de 2007, los populares daneses se convirtieron en la tercera fuerza. El Popular Dan¨¦s es un partido nacionalista, dedicado a combatir el multiculturalismo y a defender la monarqu¨ªa y la Iglesia luterana danesa. A pesar de que su t¨¢ctica ha sido mantenerse al margen del Gobierno, muchas de las pol¨ªticas dise?adas por el Partido Popular Dan¨¦s acaban siendo implementadas por el Ejecutivo. Dinamarca cuenta en la actualidad con una de las legislaciones m¨¢s duras sobre inmigraci¨®n.
El ¨¦xito de los extremistas daneses fue un precedente, y su cat¨¢logo ideol¨®gico ha sido emulado por los pa¨ªses vecinos. En Suecia, un partido con ra¨ªces neonazis, que hasta el a?o pasado permaneci¨® en la periferia pol¨ªtica, logr¨® el a?o pasado el 5,7% de los votos. Sus tesis islam¨®fobas les catapultaron a la fama. Los Dem¨®cratas Suecos piensan que las pol¨ªticas de inmigraci¨®n e integraci¨®n en Suecia han sido un rotundo fracaso. Ahora se muestran exultantes ante la victoria de sus colegas finlandeses. "Claro que podemos pensar en l¨ªneas de trabajo conjuntas, ya sea en el Consejo N¨®rdico o en la Uni¨®n Europea. Tambi¨¦n podemos mantener relaciones informales donde podemos aprender de nuestras experiencias mutuas", declar¨® recientemente un dirigente de los Dem¨®cratas Suecos.
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