Rescate, reestructuraci¨®n de la deuda y abandono del euro
Cuando todav¨ªa se est¨¢n estudiando las condiciones del rescate europeo para Portugal, la evoluci¨®n de las econom¨ªas de Grecia e Irlanda hace dudar de la bondad y eficacia del rescate europeo aplicado y obliga a pensar en las actuaciones futuras que ser¨¢n necesarias para asegurar la estabilidad financiera del euro, al tiempo que estos pa¨ªses solucionan su problema de exceso de deuda e inician una senda de crecimiento.
El Fondo Europeo, actualmente en vigor hasta 2013, llamado Facilidad Europea de Estabilidad Financiera fue creado en mayo de 2010 para ayudar a solucionar la refinanciaci¨®n de la deuda de aquellos pa¨ªses que tuviesen problemas para hacerlo en el mercado y de esta manera asegurar la estabilidad del euro como moneda. Se contempl¨® un fondo para posibles pr¨¦stamos de 440.000 millones de euros, en el que participan los pa¨ªses de la Uni¨®n Monetaria en la misma proporci¨®n que en el Banco Central Europeo. Los pa¨ªses con mayor participaci¨®n son Alemania, Francia e Italia. A Espa?a le corresponde el 11,9% del total. Los pr¨¦stamos se hacen con un tipo de inter¨¦s en torno al 5% y se exigen programas de intenso ajuste econ¨®mico y fiscal para la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico.
La reestructuraci¨®n de la deuda griega parece inevitable y la duda est¨¢ en el "cu¨¢ndo" y en el "cu¨¢nto"
El primer pa¨ªs con problemas derivados de la crisis financiera internacional fue Grecia, agudizado por el falseamiento de las cuentas p¨²blicas y por los problemas estructurales del pa¨ªs. El rescate se aprob¨® formalmente en 2010 de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con unos fondos de los que 80.000 millones de euros le correspond¨ªan a Europa. En un primer momento, el mecanismo establecido fue el de pr¨¦stamos bilaterales de diferentes Estados de la UEM. Pero el problema para Grecia es que al tener una deuda p¨²blica tan elevada (142,8% del PIB), el pago de los intereses de la misma, unido a la crisis econ¨®mica con tasa negativa del PIB del 4,5% en 2010, dificulta alcanzar el objetivo de d¨¦ficit p¨²blico, aunque en 2010 lo ha reducido del 15,4% al 10,5% del PIB.
Irlanda, por motivos diferentes de los de Grecia, se enfrent¨® a una crisis financiera que le forz¨® a solicitar la ayuda de la UE y del FMI. Entr¨® ya en el nuevo Fondo Europeo con un pr¨¦stamo de 45.000 millones de euros y un tipo de inter¨¦s fijado en principio en el 5,8%. Aunque tanto el FMI como la Comisi¨®n Europea consideran que est¨¢ progresando adecuadamente, el elevado d¨¦ficit p¨²blico (32% del PIB) y una tasa negativa de crecimiento del 1% del PIB en 2010 dificultan seriamente la posibilidad de que se financie en los mercados internacionales.
Ante las dificultades de Grecia para salir de la situaci¨®n actual, la cuesti¨®n se centra en la posibilidad de una reestructuraci¨®n de su deuda con una quita que los mercados est¨¢n valorando en torno al 40% o el 50%. Indudablemente esto aliviar¨¢ las finanzas griegas a la vez que supondr¨¢ una p¨¦rdida cuantiosa a las entidades financieras europeas tenedoras de esos activos. Pero parece que es inevitable y que las dudas se centran en el "cu¨¢ndo" y el "cu¨¢nto". Hacerlo r¨¢pidamente tiene la ventaja de no prolongar la agon¨ªa de la econom¨ªa griega, pero los temores se centran en lo que puede suponer de p¨¦rdida de confianza en el euro.
En muchas ocasiones se ha argumentado sobre los inconvenientes de pertenecer a una moneda sobre la que no se tiene la posibilidad de devaluar. Efectivamente, en las condiciones actuales, si Grecia no estuviese en el euro, podr¨ªa devaluar su moneda. Los efectos ser¨ªan de un empobrecimiento relativo del pa¨ªs, aunque los ciudadanos no lo sentir¨ªan igual que si se reducen directamente sus salarios y rentas. Todos sus activos valdr¨ªan menos y los tenedores internacionales de activos griegos perder¨ªan parte de sus inversiones. El beneficio est¨¢ en la ganancia de competitividad al reducir los precios relativos del pa¨ªs. Esta ha sido hist¨®ricamente la medicina cl¨¢sica aplicada cuando cada pa¨ªs era soberano respecto a su pol¨ªtica monetaria.
Pero el Tratado de la UE y la creaci¨®n de la Uni¨®n Monetaria y del euro no contempla la salida de ning¨²n pa¨ªs. As¨ª como s¨ª establec¨ªa los criterios que ten¨ªan que cumplir los Estados de la UE para entrar en la UEM, no se contempla ning¨²n procedimiento por el que se pueda echar a ning¨²n socio. Las dudas surgen respecto a la posibilidad de que un Estado, que es soberano, pueda decidir el abandono del euro aunque contin¨²e perteneciendo a la UE.
Carmen Alcaide es analista y expresidenta del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.