La magia vive en la calle Palafox

Al entrar de madrugada al bar hay algo que no cuadra. Junto al p¨®ster del tipo m¨¢s punk del planeta, Iggy Pop, tras la estatua dorada y gigante de Elvis y bajo la foto de la amenazante y sexual Poison Ivy, de The Cramps, un grupo de flamencos rasguea varias guitarras con unos fandanguillos de C¨¢diz. Estamos en el Fun House, en el n¨²mero 8 de la calle de Palafox, y si es martes todo cuadra: un grupo de amigos se junta todas las semanas desde hace dos d¨¦cadas para celebrar las Noches del Mago, una m¨ªtica e itinerante reuni¨®n flamenca que ha sido testigo de actuaciones improvisadas de los artistas m¨¢s grandes. Y por sorpresa.

En las Noches del Mago se ha visto a Estrella Morente compartiendo comp¨¢s junto a los reyes del ska brit¨¢nico, Madness; a Manu Chao improvisando con Javier Bardem y a Alejandro Ame-n¨¢bar o al cantaor Arc¨¢ngel y Miguel Poveda actuando ante 20 personas. Hasta hace poco Enrique Morente ten¨ªa los martes ocupados: iba al Mago. "Recuerdo la noche que echamos el cierre y Morente se arranc¨® ante seis personas", cuenta Javier, de 36 a?os y jefe del garito. "Yo sal¨ª de all¨ª llorando".

Despu¨¦s de pasar por varios locales, la reuni¨®n es ahora en el Fun House

Los m¨²sicos que participan no cobran y nunca se sabe lo que puede pasar

Las Noches del Mago nacieron hace algo m¨¢s de 20 a?os en un peque?o bar llamado La Rosa, en la plaza del Dos de Mayo. All¨ª el entonces productor discogr¨¢fico Carlos Herrero, el periodista Jos¨¦ Manuel Gamboa y Vicente El Pi?os (camarero, panadero, taxista y "antifranquista desde peque?o"), se juntaban para tocar la guitarra. Desde entonces cientos de m¨²sicos (de Jorge Drexler a Los Delinq¨¹enes), actores (de Hugo Silva a Fernando Tejero), periodistas, flamencos (de Carmen Linares a Raimundo Amador) han pasado por tan marciana reuni¨®n. "Se trataba de recuperar las noches flamencas de fiesta y juerga que se hab¨ªan perdido, porque cada d¨ªa somos m¨¢s europeos y hay que madrugar m¨¢s", explica el periodista Juan Verd¨², que junto al actor Nicol¨¢s Due?as, padre de Lola Due?as, pertenece al n¨²cleo duro de las Noches del Mago. "Es como una tertulia musical", explica Due?as, "donde lo importante es la m¨²sica, los amigos y las copas".

Del bar La Rosa la reuni¨®n se traslad¨® a El Mago (un local tambi¨¦n de Malasa?a de donde cogi¨® el nombre). Despu¨¦s a La Vaca Austera... "Se han ido cansando de nosotros", bromea Verd¨², "durante mucho tiempo hemos sido El Mago on tour".

Desde hace un a?o se celebra en el Fun House, que abre los siete d¨ªas de la semana y donde habitualmente suena rock. "Y el flamenco, y sobre todo los flamencos, son rock and roll", dice el due?o. "Es el ¨²nico sitio donde nos aguantan", bromea Vicente El Pi?os, de 66 a?os, que se ha encargado siempre de la localizaci¨®n.

Ninguno de los m¨²sicos, conocidos o no, cobra; no hay carteles ni anuncios y nunca se sabe lo que puede pasar. "Nadie queda con nadie", cuenta Carlos Herrero, otro de los fundadores. "Los amigos sabemos que los martes siempre hay gente". Unas noches surge la magia porque alguien arranca a cantar, aunque sean jotas, y otras veces no ocurre nada". "Para ver un buen toro hay que ir a todas las corridas", explica Verd¨².

Pero cuando la chispa se enciende es como un fuego que pellizca en el est¨®mago. Nada que ver con la acidez que puede surgir al d¨ªa siguiente. La ¨²ltima en aparecer en las noches del Mago fue Bebe, que improvis¨® varias coplas. Hubo magia.

Pero ha habido mil noches m¨ªticas. Como el d¨ªa que Carlos Herrero, que trabaj¨® en la multinacional EMI hasta que la crisis discogr¨¢fica le ech¨® (ahora trabaja de taxista) llev¨® por all¨ª a Manu Chao. El franc¨¦s alucin¨®. "Esa noche grabamos la canci¨®n Me llaman Calle, para la pel¨ªcula Princesas. En el estudio est¨¢bamos el director Fernando Le¨®n de Aranoa, Javier Bardem, Alejandro Amen¨¢bar, Manu Chao y yo", recuerda Herrero. "Al terminar nos fuimos todos al Mago. Se lio una buena. Ha habido noches en las que hab¨ªa cuatro o cinco guitarras, trompetas, arpas...".

La noche que muri¨® Morente tambi¨¦n hubo reuni¨®n en el Mago. "Cuando muere alg¨²n amigo todos terminamos borrachos", precisa Herrero. As¨ª fue. Esa noche el guitarrista de Morente, Rafael Riqueni lleg¨® ya casi dando tumbos al Fun House. Cogi¨® la guitarra y dijo: "No me molest¨¦is. Traedme ginebra y voy a tocar por mi maestro". Se toc¨® hasta el Concierto de Aranjuez, en versi¨®n flamenca.

Aunque siguen manteniendo el esp¨ªritu, las Noches del Mago han cambiado. "El tema del arte est¨¢ un poco canino", dice El Pi?os. "Ahora los flamencos ganan dinero, tienen chal¨¦, buenas casas, estudios... Antes estaban tiesos y estaban todo el d¨ªa en los bares, aunque el ambiente se renueva y viene mucha gente joven. El que es bohemio, lo ser¨¢ siempre". Ese sigue teniendo los martes su cubata listo en las Noches del Mago, que nunca se sabe cuando puede salir un toro bueno.