Microteatro por Dinero: un invento estupendo
Hay una larga cola en la calle, bajo el extra?o r¨®tulo de "Microteatro por dinero", en el n¨²mero 9 de la calle de Loreto y Chicote, en la zona de la Ballesta. Una buena elecci¨®n: Loreto Prado y Enrique Chicote fueron los reyes de la comedia en el Madrid de preguerra. "Esto fue durante mucho tiempo una carnicer¨ªa", me dice la actriz Ver¨®nica Larios, del equipo directivo. "Despu¨¦s fue la tienda del dise?ador Carlos D¨ªez y luego, el pasado 4 de noviembre, llegamos nosotros". Ellos son 21 socios, un grupo de actores, autores y directores que se juntaron en oto?o de 2009 a instancias del cineasta Miguel Alcantud: su idea consist¨ªa en "ocupar" las 13 habitaciones de un antiguo burdel en Ballesta, 4, y hacer all¨ª, durante unas semanas, otras tantas micropiezas con la prostituci¨®n como asunto, un poco a la manera de Pornograf¨ªa barata de Animalario. "El espect¨¢culo fue un ¨¦xito. De all¨ª sali¨® nuestro nombre de guerra, Microteatro por Dinero, y la idea de instalarnos en un local fijo para seguir con aquel formato". En la planta que da a la calle hay una barra de bar y varias mesas; se sirven bebidas, bocadillos, platos r¨¢pidos. "De momento no tenemos subvenciones, pero estamos en ello. Subsistimos gracias al bar. No ganamos pero tampoco perdemos: cubrimos gastos. Y cada noche viene m¨¢s gente". Son las ocho de la tarde. Est¨¢n a punto de comenzar los pases. Cada veinte minutos se representan en el s¨®tano cinco minicomedias, de entre 10 y 15 minutos, en la l¨ªnea de aquel decimon¨®nico "teatro por horas" que se invent¨® Antonio Riquelme. El visitante, al precio de tres euros por sesi¨®n, elige las obras que quiere ver, en cualquier orden. Una pantalla como la de los multicines informa del horario de cada pase. A las 20.25, una acomodadora pulsa un timbre de mesa, anuncia a viva voz el comienzo de los pases y gu¨ªa a los espectadores, muchos de los cuales bajan con la bebida que estaban tomando en el bar. Una escalera conduce al piso inferior: las habitaciones, de unos siete metros cuadrados, pueden acoger entre ocho y quince personas por funci¨®n. De pie, recostadas en las paredes o, con suerte, sentadas en el suelo. Es decir, a escasos cent¨ªmetros de los actores. "El desaf¨ªo", me dice, "es la proximidad del p¨²blico. Es una experiencia, tanto para los actores como para los espectadores: no estamos acostumbrados a tenernos tan cerca". Llega la actriz Ana Risue?o, que tambi¨¦n forma parte del equipo. Me cuenta: "Organizamos las programaciones por temas, que damos a conocer con un par de meses de antelaci¨®n en nuestra p¨¢gina web.
Cada veinte minutos se representan en el s¨®tano cinco minicomedias, de entre diez y quince minutos
Un comit¨¦ selecciona los textos recibidos, que cada vez son m¨¢s. A menudo, los propios autores proponen el reparto y se encargan tambi¨¦n de la direcci¨®n. Vamos a 80/20, esto es, el 80% de la taquilla para ellos, el 20% para nosotros". En Microteatro han estrenado autores conocidos, como Elvira Lindo o Juan T¨¦bar, y, naturalmente, muchos dramaturgos noveles. El tema del mes de abril, acorde con la Semana Santa, era "Por Dios". En la sala 1 nos encontramos en el despacho de la madre superiora que regenta un geri¨¢trico y trata de convencer a una pobre incauta de las virtudes del establecimiento con las ma?as de un timador de Mamet. La pieza, de fulminante acidez cr¨ªtica, es Sor Caridad, de Pablo Blanco, dirigida por Guillermo Vecchio y muy bien interpretada por Mar¨ªa Besoy y Chelo Robres. En la sala 2 nos api?amos en torno a una celda acristalada para ver In Memoriam De Sade, escrita y dirigida por Yolanda Barrasa, donde cambian las tornas del di¨¢logo anterior: una devota del "divino Marqu¨¦s" (Mara Ballesteros), engrilletada y al borde de la muerte, busca persuadir a una c¨¢ndida novicia (Patricia Garc¨ªa M¨¦ndez) de las virtudes del ate¨ªsmo. En la sala 3, Jaime Ch¨¢varri firma y dirige Santa Conversaci¨®n, una deliciosa e inquietante miniatura un tanto cercana a La danza, su episodio de aquel lejano Pastel de sangre, con dos actores a retener: Paco Manzanedo y Marta Aledo. Igualmente me qued¨¦ con los nombres (y con sus trabajos, desde luego) de los muy talentosos David Fern¨¢ndez y Nerea Moreno, que bordan el mejor sketch del quinteto, No se tire o t¨ªrese, a las ¨®rdenes de Violeta Barca-Fontana, donde el mism¨ªsimo diablo quiere convertir a una actriz suicida en su portavoz terrenal. No puedo decir lo mismo, l¨¢stima, de La ¨²ltima llamada, de David Sanz Fr¨ªas, dirigida por Salvador Sanz, que parece, por coincidencia, una apenas esbozada variaci¨®n de la anterior (esta vez con Dios y una puta), a cargo de Patricia Flor¨ªn y Jos¨¦ Gamo, con mucho empe?o pero un poco verdes todav¨ªa. "Las funciones", me dice Ver¨®nica Larios, "se dan de jueves a domingo. Los lunes y martes, para que los compa?eros tambi¨¦n puedan venir a vernos, retiramos los paneles que separan las salas y en un espacio de 80 metros cuadrados ofrecemos una comedia de duraci¨®n normal, El amor es un asco, escrita y dirigida por Ignacio Gabasa. Los s¨¢bados y domingos, de nuevo en peque?o formato, hacemos teatro infantil, desde las once y media de la ma?ana a las seis de la tarde. Los viernes y s¨¢bados, de doce de la noche a la una y cuarto, sesiones golfas: cuatro micropiezas, distintas de las que se exhiben en las sesiones anteriores. Y tambi¨¦n conciertos, proyecci¨®n de pel¨ªculas, exposiciones y actos diversos". Muy buena oferta, s¨ª se?or. ?nica pega, de momento: la falta de aire acondicionado. A lo largo de mayo se estrenar¨¢n cinco nuevos textos bajo el emblema Por venganza, y en la sala grande se ver¨¢ la comedia colectiva Des-esperando, interpretada por la Compa?¨ªa La Manuela, que agrupa, en alternancia, a 25 j¨®venes actores, casi todos procedentes del cine y la televisi¨®n, entre los que detecto a Marina Salas, que para m¨ª fue una poderos¨ªsima revelaci¨®n en las series Desaparecida y Hay alguien ah¨ª. Ya en la puerta, Ana Risue?o me da una noticia: "En junio vamos a abrir en Barcelona una nueva sede de Microteatro por Dinero, en el edificio del Ensanche donde se rod¨® la pel¨ªcula REC. Entre los que apoyan el invento est¨¢n Tricicle, Andreu Buenafuente y Eduardo Mendoza".
www.teatropordinero.com
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