Manrique y LaBute afloran las miserias humanas en la Villarroel

La sala Villarroel albergar¨¢, desde el pr¨®ximo martes, el ¨²ltimo fruto de la sinergia entre el director Julio Manrique y el dramaturgo norteamericano Neil LaBute, que ya dio frutos en La forma de les coses (2008). En esta ocasi¨®n, Coses que d¨¨iem avui es un tr¨ªptico teatral con un mismo tel¨®n de fondo: las miserias m¨¢s arraigadas del g¨¦nero humano, el ego¨ªsmo y la necesidad de ser amados para creer que somos felices. La obra, que viera la luz en el Grec 2010, viaja de la sala Beckett a la Villarroel, sin adaptaciones escenogr¨¢ficas. Oriol Guinart, Xavier Ricart, Mireia Aixal¨¤, Cristina Genebat, Andrew Tarbet, Norbert Mart¨ªnez y Ernest Villegas componen el reparto de una obra cien por cien LaBute.

La obra, pese a estar concebida a partir de tres piezas independientes, es, en palabras de Manrique, "un trabajo en el que las tres historias acaban conviviendo, tres textos entre los que se crean v¨ªnculos, un mundo propio y un espacio com¨²n". Asimismo, el que ser¨¢ pr¨®ximo director del teatro Romea, revela a prop¨®sito del trasfondo de la obra que esta "muestra la miseria y la crueldad humanas, con una pincelada de humor muy l¨²cido, y nos ense?a a ver que no somos tan buenos como pensamos". El director de la Sala Beckett, Toni Casares, aseguraba ayer, por su parte, que Manrique "es el director con las apuestas m¨¢s interesantes del teatro catal¨¢n contempor¨¢neo". Casares confirm¨®, adem¨¢s, que se est¨¢ planeando llevar a cabo una versi¨®n en castellano de la obra.

La primera de las historias de Coses que d¨¨iem avui es Romance, en la que dos personas que hab¨ªan mantenido una relaci¨®n sentimental a?os atr¨¢s se enfrentan a la desmemoria y a los sentimientos que rebrotan. Les f¨²ries narra una ruptura que deb¨ªa producirse sin dolor. Finalmente, Helter Shelter es la historia de una infidelidad. "LaBute es un autor que conecta con el p¨²blico y que sacude al espectador, un creador muy h¨¢bil y muy astuto", afirma Manrique. El secreto para poder adaptar con ¨¦xito un trabajo de este calibre es, para el director, "saber interpretar bien el texto y manejar bien la partitura: no tocar una pieza de jazz como si fuera una de m¨²sica cl¨¢sica". Y esta orquesta suena bien.