Una ejecuci¨®n sin juicio

Me he quedado absolutamente estupefacto ante las respuestas dadas por los principales l¨ªderes del mundo, la prensa y todos los organismos relevantes ante la "liquidaci¨®n" de Osama bin Laden. Los mismos a los que se les llena la boca con palabras como Estado de derecho, democracia, justicia, libertad, etc¨¦tera, felicitan p¨²blica y abiertamente la "liquidaci¨®n" de una persona.

Una ejecuci¨®n sin juicio, sin defensa, sin las m¨¢s b¨¢sicas garant¨ªas que tanto enarbolamos en nuestras democracias de pacotilla. Hasta el nazismo fue enjuiciado con todas las garant¨ªas en el proceso de N¨²remberg. Podemos apoyar o no la pena de muerte, esa es otra discusi¨®n, pero lo que no admite discusi¨®n son las garant¨ªas de defensa de todo acusado.

Esta doble vara es la que una vez m¨¢s alimentar¨¢ los odios y los extremismos. Luego nos extra?amos de sus consecuencias. Yo hubiese preferido ver al criminal Osama bin Laden levant¨¢ndose todos los d¨ªas entre rejas a las seis de la ma?ana y verle picar piedras hasta la noche el resto de su vida tras un juicio internacional justo y limpio.- Leandro Pereira Meyer. Vigo.

Un mundo orgulloso y congratulado del asesinato de un supuesto terrorista. Un paso m¨¢s en la paz y en la lucha contra el terrorismo, dicen.

Tambi¨¦n en un pa¨ªs como el nuestro. Sin entrar a juzgarlo ni a lanzar un debate moral, visto lo visto, la lucha contra el terrorismo parece que justifica asesinatos de Estado. Y somos el mismo pa¨ªs que a¨²n nos llevamos las manos a la cabeza cuando se habla de los GAL.

Puede que Osama bin Laden siempre haya sido una ficci¨®n o puede que todo sea cierto y realmente sea el criminal que nos han dibujado durante 10 a?os. Nadie le ha sentado en un tribunal y nadie a este lado del Atl¨¢ntico sabe m¨¢s de ¨¦l que lo que nos han mostrado en algunos v¨ªdeos.

Sea como sea, volvemos a encontrarnos ante una contradicci¨®n hist¨®rica. Otra m¨¢s de tantas. Una vez m¨¢s, enfermos de amnesia. Jorge Garc¨ªa Dom¨ªnguez C¨¢ceres