Arte sacro y un esp¨ªritu burl¨®n
'Las Edades del Hombre' llega a las vallisoletanas Medina del Campo y Medina de Rioseco
"Me gusta demostrar que el arte religioso sigue existiendo. Y que el que no lo es, puede encerrar sentimientos que tienen que ver con la religi¨®n", dice el sacerdote abulense ?scar Robledo, a punto de cumplir 40 a?os, y por primera vez comisario de Las Edades del Hombre.
La exposici¨®n de arte sacro celebra su decimosexta edici¨®n en las vallisoletanas Medina del Campo y Medina de Rioseco (www.lasedades.es; 3 euros, los viernes gratis). ?C¨®mo mantener el inter¨¦s despu¨¦s de tanto tiempo? "La tem¨¢tica evangelizadora es la misma, pero cada edici¨®n tiene su discurso", dice Robledo, "este a?o, uno de los mayores atractivos es la presencia de autores contempor¨¢neos", entre los que destaca a Vela Zanetti o a Venancio Blanco. "La gente se sorprender¨¢, porque quienes acuden a estas muestras no est¨¢n acostumbrados a este tipo de arte".
La clave es "proponer un di¨¢logo entre artistas antiguos y modernos". La exposici¨®n, titulada Passio, tiene como hilo conductor la pasi¨®n de Cristo. "El objetivo es mostrar c¨®mo la vieron los autores cl¨¢sicos de la escuela castellana -Juan de Juni, Gregorio Fern¨¢ndez o Salvador Carmona- y c¨®mo la ven ahora los artistas contempor¨¢neos", explica el comisario.
Las obras de unos y otros se entremezclan continuamente. Por ejemplo, en una sala, tres Ecce Homo -del g¨®tico, el barroco y el Renacimiento- entablan un di¨¢logo con dos cuadros modernos, El Grito, de D¨ªaz-Castilla, y Mujeres de la Guerra Civil, de Delhy Tejero. "En las obras contempor¨¢neas aparece ese mismo grito del hombre ante el desconcierto y su sufrimiento frente al dolor", dice Robledo.
En otra sala la reflexi¨®n surge de una obra como El hombre ad¨¢mico (1983), de Baltasar Lobo. La escultura es un homenaje al poeta Le¨®n Felipe y su protagonista alza los brazos victorioso. "Esta pieza no tiene que ver con la religi¨®n", explica el comisario, "pero representa bien la idea del hombre reinvent¨¢ndose despu¨¦s de perder la dignidad a causa del pecado".
Passio reparte 147 obras en dos sedes. La iglesia de Santiago de los Caballeros, en Medina de Rioseco, afronta el tema cronol¨®gicamente, de la ¨²ltima cena a la crucifixi¨®n. La de Santiago el Mayor, en Medina del Campo, lo hace de manera tem¨¢tica e incorpora obras literarias y musicales relacionadas con la Semana Santa en Castilla y Le¨®n.
La exposici¨®n permanecer¨¢ abierta hasta finales de noviembre o principios de diciembre, y desde septiembre incluir¨¢ una serie de actividades paralelas cuyo calendario a¨²n se est¨¢ perfilando: conferencias, conciertos de m¨²sica sacra en las dos sedes y en otros lugares de la provincia de Valladolid, am¨¦n de un congreso sobre la tem¨¢tica de la exposici¨®n. "En todas las actividades", dice el comisario, "hay un gran inter¨¦s por potenciar el encuentro del p¨²blico con los autores vivos de la exposici¨®n".
Un p¨²blico cuyo inter¨¦s por Las Edades del Hombre parece no decaer. Muestra de ello son los diez millones de visitantes acumulados hasta la fecha y el ¨¦xito de la muestra en el extranjero (Amberes en 1995 y Nueva York en 2002). Hay edades para rato: ya se trabaja en la pr¨®xima, que tendr¨¢ como sede la localidad de O?a, en Burgos, coincidiendo con los mil a?os de la fundaci¨®n de su monasterio.
Una cosa m¨¢s: al planificar la visita a Medina de Rioseco, imprescindible acercarse a la capilla de ?lvaro de Benavente, en Santa Mar¨ªa de Mediavilla, un templo g¨®tico flam¨ªgero (XV-XVI). Obra de Juan de Juni y Jer¨®nimo del Corral, este oratorio encargado por un jud¨ªo converso fue para Eugenio D'Ors "la Capilla Sixtina castellana". "Parece animada por un esp¨ªritu leve, que ama y se recrea en la vida y el gozo de los cuerpos", escribi¨® sobre ella el novelista Gustavo Mart¨ªn Garzo. Un esp¨ªritu "casi burl¨®n, alejado de las sombr¨ªas admoniciones cristianas, parece flotar sobre paredes y c¨²pulas, creando un jard¨ªn recogido, lleno de encanto y de tiernos atrevimientos".
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