Un ojo en la crisis; el otro, en el PNV
Una adversa situaci¨®n econ¨®mica y la presi¨®n nacionalista condicionan el balance del Gobierno L¨®pez, satisfecho porque la sociedad ya valora "el cambio tranquilo"
"No habr¨¢ en la historia del Parlamento un consejero del PNV que haya tenido que dedicar tanto tiempo a comparecer en comisiones y contestar a tantas preguntas", se lamentaba un miembro del Gobierno L¨®pez al analizar, no sin cierto malestar, el marcaje implacable al que les viene sometiendo el principal partido de la oposici¨®n, "a veces con temas que obligan a movilizar a todo un departamento y que cuestan mucho dinero".
En realidad, la sombra del PNV no ha dejado de planear sobre el Ejecutivo socialista desde aquel 7 de mayo de 2009, cuando el lehendakari, Patxi L¨®pez, recibi¨® la makila de manos de Juan Jos¨¦ Ibarretxe. Un cambio de ciclo pol¨ªtico que coincid¨ªa, fatalmente, con el estallido de la peor crisis econ¨®mica sufrida por el Pa¨ªs Vasco. Sobre esas dos coordenadas, en una tierra con ligera mayor¨ªa nacionalista y despu¨¦s de 30 a?os de poder jeltzale, el primer Gobierno vasco socialista, con el apoyo del PP, procura consolidar que aqu¨ª es posible "otra forma de hacer pol¨ªtica, de vivir sin crispaci¨®n".
"Lo correcto es imaginarse c¨®mo ser¨ªa hoy Euskadi si no gobernara el PSE"
Egibar: "La sociedad se siente agredida por la transformaci¨®n que pretenden"
Coincidencia en que el final de la violencia crea un escenario in¨¦dito
?Lo est¨¢ consiguiendo? Todav¨ªa les queda un largo recorrido, aunque desde Lehendakaritza el balance es mucho m¨¢s positivo. "Lo m¨¢s correcto es imaginarnos c¨®mo ser¨ªa hoy Euskadi si en estos dos a?os no hubiera gobernado el PSE-EE", dice un asesor de L¨®pez. "Los grandes cambios no tienen efectos inmediatos, se van estirando con el tiempo, pero es indiscutible que hay otro clima social, hay tranquilidad en las calles, nadie cuestiona las banderas y que los problemas se tratan y se escuchan con m¨¢s responsabilidad".
Pero el escenario no acompa?a al Gobierno. "El ciudadano no valora las cosas en funci¨®n de c¨®mo se hacen sino de c¨®mo le va a ¨¦l". As¨ª, en un contexto de crisis, con un aumento del paro, aunque contenido por la creaci¨®n de empleo y la mejor¨ªa de la producci¨®n industrial, el PSE-EE admite que lucha contra la corriente, pero, a rengl¨®n seguido desde su grupo parlamentario esgrimen que "hay empresarios, desempleados, gente con dificultades que sabe c¨®mo se est¨¢ portando el Gobierno con ellos, que se les atiende". Desde Ajuria Enea, adem¨¢s, el mensaje es n¨ªtido: "Toda nuestra gesti¨®n tiene que ir encaminada al empleo, sea en el sector que sea".
En esta lucha contra los elementos, al PSE-EE tampoco le acompa?a la suerte pol¨ªtica y as¨ª ha visto c¨®mo la orfandad del Gobierno Zapatero rehabilita al PNV, su principal enemigo, que ha sabido rentabilizar la situaci¨®n relegando al propio lehendakari en su figura institucional de gestor del autogobierno. En el entorno de L¨®pez no sienten "complejo" ante la posici¨®n privilegiada del PNV, pero admiten que "condicionan mucho, porque utilizan dos resortes como son las tres Diputaciones y la palanca de Madrid".
En el PNV lo simplifican mucho m¨¢s: "Es un Gobierno que lleg¨® y sigue sin programa, creyendo que le vale un compromiso que hizo con el PP para llegar al poder y ahora est¨¢ abrumado por los temas que le superan en el d¨ªa a d¨ªa y que puede ser letal para la vida de la Administraci¨®n", argumenta Joseba Egibar.
En suma, emergen dos an¨¢lisis imposibles de converger porque arrancan desde posiciones antag¨®nicas. Los socialistas sostienen: "Venimos de una larga etapa de exclusi¨®n que se consolida en Lizarra, donde una de las dos partes es aislada, mientras que ahora se ha hecho un cambio tranquilo, de integraci¨®n, donde la confrontaci¨®n es democr¨¢tica", asegura un portavoz del Gobierno vasco.
Para el PNV, "se equivocan cuando hacen el an¨¢lisis sobrec¨®mo quieren la influencia nacionalista en este pa¨ªs", dice Egibar. Para este burukide, "cuando hablan de que ha llegado el cambio para quedarse, eso suena a hueco, porque L¨®pez sabe que cuando haya normalidad democr¨¢tica, las posibilidades del pacto que ahora tienen desaparecen y pretenden una transformaci¨®n en la que el PP les marca el gui¨®n".
Sin embargo, el Gobierno se siente satisfecho porque "aprecia" en la sociedad que "cala" el mensaje de que es posible en Euskadi otra manera de hacer pol¨ªtica. El PNV sostiene lo contrario: "La mayor¨ªa de la sociedad se siente agredida en cuestiones emocionales, que siempre llegan m¨¢s". Y es aqu¨ª cuando surge ETB. Egibar niega cualquier llamamiento nacionalista a un boicot a este ente p¨²blico. "Yo veo ETB, pero mucha gente me dice que ya no la ve porque la han desnaturalizado, porque quieren cambiar a un pa¨ªs y se est¨¢n equivocando".
Con el PNV enfrente y sin qu¨ªmica alguna entre Patxi L¨®pez e I?igo Urkullu, el Gobierno elude interpretaciones sobre el futuro mapa pol¨ªtico en Euskadi. "Bastante tenemos con sacar adelante nuestra gesti¨®n", admite el responsable de comunicaci¨®n de un departamento, al tiempo que subraya la "positiva colaboraci¨®n" prestada por la mayor¨ªa de los funcionarios. "Se est¨¢ trabajando a gusto, sin problemas, se han superado los mosqueos iniciales", reconoce, "aunque la burocracia es desesperante".
?Y a partir de ahora? De entrada, se comprimen los tiempos. En la propia Administraci¨®n es donde se admite que "apenas queda un Presupuesto m¨¢s" para agotar la legislatura. El PNV lo acota, incluso, a "18 meses". Y en el Gobierno entienden que "hay tiempo suficiente" para que "se vaya consolidando una gesti¨®n como la del triling¨¹ismo, la atenci¨®n a los cr¨®nicos en Sanidad o las pol¨ªticas de Lanbide".
Pero ante el horizonte de 2013 nadie evita hablar de la pacificaci¨®n, aunque lo hace con la l¨®gica prudencia. En Lehendakaritza admiten que el final de la violencia "ser¨ªa una realidad social a la que no estamos acostumbrados, que cambiar¨¢ las relaciones pol¨ªticas, que abre los acuerdos entre todos porque nadie se queda ya excluido". ?Ayudar¨ªa al Gobierno vasco socialista? "Nunca se sabe. Ahora s¨®lo nos preocupa el paro y c¨®mo encontrar soluciones", prev¨¦ uno de sus asesores. Para el PNV, la suerte est¨¢ echada: "No tienen dise?o pol¨ªtico y se est¨¢n dando de bruces con la sociedad".
"Pido al Gobierno que se deje ayudar"
"No nos interesa que la sociedad vasca pierda calidad de vida. Por eso pedimos al Gobierno vasco que se deje ayudar". Este ofrecimiento corresponde a Joseba Egibar, portavoz parlamentario del PNV, en su an¨¢lisis sobre la gesti¨®n del Ejecutivo L¨®pez. "Hasta ahora no nos lo han pedido y eso que nosotros nos ofrecimos desde los primeros Presupuestos. Presentamos enmiendas, nos agradecieron el esfuerzo, pero luego no nos aceptaron nada", recuerda con sabor amargo.
Con todo, y sin olvidar en ning¨²n momento el esp¨ªritu cr¨ªtico, Egibar desciende a concretar cu¨¢les ser¨ªan los asideros sobre los que podr¨ªa asentarse su colaboraci¨®n con el Gobierno. "Pueden atender nuestras propuestas en los Presupuestos, o dejarse aconsejar para sacar adelante el plan interinstitucional de medidas econ¨®micas", afirma. De paso, hurga en la herida al recordar a L¨®pez c¨®mo "el PNV siempre est¨¢ dispuesto a ayudar y as¨ª lo ha entendido Zapatero porque tambi¨¦n tiene necesidad de que se le ayude".
Por si pudiera entenderse que esta posici¨®n colisiona con el hostigamiento que el Gobierno detecta desde las Diputaciones, Egibar niega el punto de partida de esta reflexi¨®n. "Si hubiera una actuaci¨®n deliberadora de actuar como arietes, yo estar¨ªa en contra", advierte. "Otra cosa es que desde las Diputaciones se entienda que hay otra forma de funcionar y no se les invita a hablar de nada", subraya.
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