El d¨ªa del respeto, la etapa del dolor
El pelot¨®n rinde homenaje a Weylandt y su equipo abandona despu¨¦s de la carrera
Brice Feillu, Dominic Klemme, Thomas Rohregger, Tom Stamsnijder, Bruno Pir¨¨s, Davide Vigan¨°, Fabian Wegmann, Oliver Zaugg y Tyler Farrar. Dos alemanes, un franc¨¦s, un austriaco, un holand¨¦s, un portugu¨¦s, un italiano, un suizo y un estadounidense. Nueve ciclistas de ocho nacionalidades, ocho compa?eros de equipo y un amigo ¨ªntimo de Wouter Weylandt cruzaron los primeros, abrazados, ocupando a lo ancho la carretera, la meta de Livorno.
Detr¨¢s de ellos, dejando por delante un hueco de respeto y liderado por la maglia rosa, vestida por David Millar, pas¨® el pelot¨®n. Termin¨® as¨ª, rozando las seis de la tarde, la cuarta etapa del Giro, "la del respeto", seg¨²n la decisi¨®n de los directores de los equipos y los corredores; "la del dolor", seg¨²n el acuerdo general de toda la carrera y los miles de espectadores que, desde las cunetas, aplaudieron el paso de los 206 supervivientes con lazos negros mientras en los pueblos sonaban las campanas, f¨²nebres, y las banderas de los edificios p¨²blicos ondeaban a media asta. Hoy solo saldr¨¢n 197: el Leopard al completo se retir¨® anoche tras el homenaje en la etapa a su ciclista muerto.
"Es una jornada para el respeto, no para luchar por la etapa", dijo David Millar, el l¨ªder
Fue as¨ª la etapa del homenaje al ciclista belga Wouter Weylandt, muerto el lunes a las 16.20 al partirse la cabeza contra el asfalto tras caerse, a 75 kil¨®metros por hora, mientras descend¨ªa el paso del Bocco. Seg¨²n la autopsia, muri¨® en el acto. Seg¨²n algunos testigos, antes de caer, Weylandt, de 26 a?os, se volvi¨® para mirar atr¨¢s un instante y, cuando volvi¨® a mirar al frente, se encontr¨® con un peque?o murete de piedra que no pudo esquivar. Clav¨® los frenos, pero el pedal izquierdo de su bicicleta choc¨® contra el obst¨¢culo y ¨¦l sali¨® volando, disparado, para chocar de cara contra el asfalto. Ese punto qued¨® se?alado con los ramos de flores que depositaron ayer los padres y la pareja, encinta, de Weylandt.
"La fatalidad forma parte del peligro de este oficio, de este deporte", sentenci¨® Eddy Merckx y el pelot¨®n le hizo eco. No fue el d¨ªa del an¨¢lisis, sino el de la introspecci¨®n. "No es un d¨ªa para luchar por llegar el primero", dijo Millar; "sencillamente, tenemos que llegar a meta r¨¢pidamente para mostrar nuestro respeto a Wouter". Todo ello se hizo desde un estricto orden -no hay ceremonial que quiera llamarse as¨ª que no contemple todos los aspectos de la pompa y la circunstancia-, dise?ado por la direcci¨®n de la carrera para transformarla en un desfile que sobrecogiera el alma de los espectadores y televisivamente, como dijo alg¨²n corredor, tuviera su dosis de atractivo.
As¨ª, para evitar un despendole horario, cada equipo llev¨® el ritmo de la marcha, a exactamente 36 kil¨®metros por hora (el tope era seis horas para los 216 kil¨®metros), durante 10 kil¨®metros. Los ¨²ltimos cuatro los lideraron el Leopard y Farrar. En la salida ya marc¨® el tono de la jornada el minuto de silencio musicado en una G¨¦nova extra?amente silenciosa, ni el sonido de un claxon en la ciudad de los cruces matadores, por una banda de trompetas del ej¨¦rcito, emplumados sus componentes de negro. El mismo toque abroch¨® la jornada cat¨¢rtica que el ciclismo, un deporte que constantemente se est¨¢ mirando en el espejo para ver si se ve, si le ven, guapo, quiso convertir tambi¨¦n, y en palabras pomposas del organizador del Giro, Angelo Zomegnan, en una ceremonia no solo para la reconstrucci¨®n del mito roto de deporte engendrado en la leyenda, sino tambi¨¦n para "el resurgimiento moral".
Hoy, todas las buenas intenciones pasar¨¢n de nuevo la prueba de la realidad. Llega la quinta etapa, una de las m¨¢s esperadas, la que va de la Toscana a la Umbria, de Piombino a Orvieto, y que atraviesa 19 kil¨®metros de carreteras sin asfaltar en tres tramos, uno de los cuales incluye un puerto con pendientes de hasta el 15%.
Clasificaci¨®n general: 1. D. Millar (Reino Unido / Garmin). 2. A. Vicioso (Androni), a 7s. 3. K. Sivtsov (Bielorrusia / Columbia), a 9s.
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