"Si somos los mejores..."
La plantilla celebr¨® intensamente la Liga con camisetas con el lema "El valor de tener valores"
A los jugadores les prohibieron beber cava, as¨ª que se lo tiraron por la cabeza. A¨²n y as¨ª, no result¨® f¨¢cil controlar la euforia de los campeones, desbordada en el Ciut¨¤t de Valencia tan pronto como el ¨¢rbitro pit¨® el final y, muy especialmente, en el vuelo de vuelta a Barcelona. La celebraci¨®n fue mucho m¨¢s intensa que en anteriores ocasiones. Los m¨¢s veteranos del vestuario, los utileros, que ya estaban en Valladolid cuando el Barcelona gan¨® el t¨ªtulo con Terry Venables en el banquillo, en 1985, asum¨ªan que pocas veces hab¨ªan visto tan feliz al equipo como el mi¨¦rcoles en Valencia.
"Estos jugadores han aguantado mucho", subray¨® Tito Vilanova, la mano derecha de Guardiola. "Hemos pasado situaciones muy malas y hemos sabido salir adelante", insisti¨® Messi, con la rabia contenida tras haber sufrido un a?o tremendamente complicado. "Recibimos ataques de muchos sitios, pero el equipo call¨® y trabaj¨®", record¨® Vald¨¦s.
"Estos jugadores han aguantado mucho", subray¨® Vilanova, ayudante de Guardiola
"Si somos los mejores, j¨®dete", gritaban a un enemigo sin nombre, pero f¨¢cilmente reconocible durante el vuelo. Fue uno de los c¨¢nticos estrella de la noche. El comandante se las vio y se las dese¨® para cumplir los protocolos de seguridad, desesperado y preocupado, porque se le disparaban las alarmas cada dos por tres.
Golpeaban los jugadores los maleteros del avi¨®n acompa?ando los coros, de rodillas sobre los asientos, ignorando cualquier consejo de que utilizaran los cinturones de seguridad. "El despegue es una fase especialmente complicada y peligrosa", llegaron a recordar por megafon¨ªa al descubrir que una puerta de emergencia le imped¨ªa proceder al despegue: a Messi se le hab¨ªa ido la mano. Solucionado el problema, despeg¨® el vuelo y el presidente Sandro Rosell, tremendamente contenido, brind¨® con el director deportivo, Andoni Zubizarreta, con el capit¨¢n Puyol, y con Guardiola, a quien se le vio tremendamente contento. Curiosamente, no se cumpli¨® la tradici¨®n y el presidente se libr¨® de ser duchado por los futbolistas. El rostro de Guardiola contagiaba alegr¨ªa: "En las Ligas anteriores y en Roma estaba feliz; en Abu Dabi, emocionado. Ayer estaba contento, en toda la extensi¨®n de la palabra, muy contento", reconoci¨® uno de sus mejores amigos, miembro del cuerpo t¨¦cnico, al resumir su estado de ¨¢nimo.
Los jugadores abandonaron el campo del Levante con una camiseta azul creada para la ocasi¨®n, con el lema Campeones de Liga 2010-2011 escrito sobre el pecho y a la espalda, bajo un dibujo con dos pimientos, una frase: "El valor de tener valores". Tenir pebrots, en el catal¨¢n coloquial, equivale a tener cojones.
En privado, los futbolistas se acordaron de Mourinho y de Florentino P¨¦rez, pero a pesar de la euforia supieron controlarse. Ni una referencia al Madrid qued¨® grabada. Y si a Iniesta y a Vald¨¦s se les vio ense?ando la mano con los cinco dedos bien abiertos, nada tiene que ver con los cinco goles que se llev¨® el Madrid de su visita liguera a Barcelona: para ambos, la de ayer es su quinta Liga con el Barcelona. Piqu¨¦, muy especialmente, se escabull¨ªa cada vez que ten¨ªa cerca una c¨¢mara, consciente de que no est¨¢ el horno para bollos.
Cientos de aficionados recibieron al equipo en el aeropuerto y colapsaron de madrugada la Ronda Nord camino del Camp Nou, donde les esperaban miles m¨¢s. De all¨ª, algunos jugadores se desplazaron a una discoteca. La plantilla y el cuerpo t¨¦cnico cenaron ayer en el hotel W de Barcelona, en lo que ya es un cl¨¢sico con el que homenajean a sus parejas por aguantarles durante el curso. Hoy, a partir de las 19.30, en el transcurso de una r¨²a m¨¢s corta de lo habitual y dedicada especialmente a los ni?os, festejar¨¢n la Liga, que tanto les ha costado ganar y con tanta intensidad vienen celebrando desde el mi¨¦rcoles.
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