Una buena relaci¨®n pese al salvaje ataque

Eva C. R., de 46 a?os, asegura que estuvo a punto de abandonar la relaci¨®n sentimental despu¨¦s de denunciar que su pareja desde hace seis a?os, Magatte G., le propinara una brutal agresi¨®n. Para cuando decidi¨® darle otra oportunidad, top¨® con una orden de alejamiento que le impide convivir con el agresor hasta 2012. Eva solicit¨® al juez que la retirara pero el magistrado se neg¨® a petici¨®n del fiscal.

La mujer lo ignor¨®: pidi¨® que rompiera esa orden y siguieron conviviendo hasta que la polic¨ªa detuvo a Magatte por quebrantamiento de condena. La insistencia de la mujer al juez y de otra pareja en circunstancias similares han forzado que el tribunal de la UE acuerde que la Justicia espa?ola debe considerar la opini¨®n de las v¨ªctimas antes de dictar una orden de alejamiento. Este pronunciamiento no es vinculante y tampoco afecta a la rutina de Eva, que ayer rechaz¨® realizar declaraciones: seguir¨¢ viviendo ilegalmente junto a su pareja y permanecen a¨²n m¨¢s unidos tras aquella agresi¨®n, afirma.

Los hechos se remontan a una madrugada de verano de 2007, cuando Magatte golpe¨® a su pareja en la cara y en el cuerpo. Hab¨ªan discutido horas antes y el agresor, entonces con problemas econ¨®micos, pas¨® la noche bebiendo. Luego la amenaz¨® de muerte mientras la insultaba y bland¨ªa un cuchillo que fue clavando alrededor de la mujer: en la pared, en el colch¨®n, en el armario pegado a la cama.

Eva sostiene que ha perdonado a Magatte porque este ha solventado sus problemas de agresividad. Pero lamenta que la Justicia se mantenga implacable por una madrugada de excesos. "Todos nos podemos equivocar una vez", se?al¨® a la Audiencia de Tarragona que, desconcertada, decidi¨® elevar la cuesti¨®n al tribunal de la UE. La Audiencia, que retrat¨® a Eva como una mujer "con plena competencia cultural y social, sin atisbo de presi¨®n psicol¨®gica o rasgos de sumisi¨®n", todav¨ªa debe decidir c¨®mo resuelve el embrollo. En paralelo a la causa penal abierta tras la agresi¨®n, la pareja ha realizado terapia y acudido a psic¨®logos durante a?os. ?l, para resolver sus problemas de agresividad; ella, para superar el miedo tras recibir una paliza por parte de su compa?ero. Fue duro, asegura Eva, pero considera superada aquella agresi¨®n gracias a las terapias realizadas de forma ilegal y al margen de la orden judicial.