Morente punto y final
El dolor es tan fuerte que su familia a¨²n no puede escuchar sus cantes ni ver las im¨¢genes que se grabaron los d¨ªas previos a su fallecimiento. La muerte sorprendi¨® a Enrique Morente en un momento m¨¢gico de su carrera. Aurora Carbonell, su esposa, viste de luto riguroso. Ha perdido peso y su voz suena con menos registro que de costumbre pero se mantiene de pie, "que no es poco". No ha visto el documental en el que participan ella misma y sus hijos. No se siente con fuerza para soportar las im¨¢genes en las que se les ve como una familia feliz paseando sonrientes por el Albaic¨ªn o participando juntos en una fiesta flamenca. Y lo mismo sucede con la banda sonora.
Aurora no ha escuchado ning¨²n cante de Enrique Morente desde que falleci¨® el pasado 13 de diciembre. En esta fase de su vida, La Pelota, nombre con el que se la conoc¨ªa cuando se dedicaba al baile, sobrevive "en el silencio". "Supongo que el dolor funciona como un reloj y que llegar¨¢ una hora en que pueda enfrentarme a ello. Fue todo tan tr¨¢gico, es terrible no poder despedirse de alguien a quien quieres; no sab¨ªa que me hac¨ªa tanta falta mi marido", cuenta a su paso por Madrid para recoger el premio que la Comunidad de Madrid ha concedido al cantaor. Le acompa?an su yerno Javier Conde y su hija Estrella, que tambi¨¦n luce luto. La primog¨¦nita de la dinast¨ªa parte en un rato para Badajoz, donde act¨²a esa misma tarde. Ha retomado su carrera como cantaora y compagina las galas con la grabaci¨®n de un nuevo disco que ya ten¨ªa medio acabado con su padre como productor. Juntos hab¨ªan ensayado la Habanera imposible de Carlos Cano que Estrella interpret¨® con un desgarro infinito en el entierro de su padre, un homenaje dif¨ªcil de olvidar.
"Lloro porque no me importa llorar, porque esto es un calvario, levantarnos cada ma?ana sin ¨¦l es un sacrificio, nos hemos quedado sin alma", dice su hija Estrella
Humilde, estupendo conversador, ten¨ªa un sentido del humor agud¨ªsimo y una personalidad desbordante
Tambi¨¦n ella, una mujer fuerte como su madre, acostumbrada a subir al escenario, sufre del mismo s¨ªndrome. Cinco meses despu¨¦s de esa p¨¦rdida, Estrella trataba de explicar su desconsuelo en el Museo Reina Sof¨ªa durante el estreno del documental que grab¨® a lo largo del ¨²ltimo a?o de su vida: "Yo no he visto a mi padre enfermo, ni con una medicina en la mesilla de noche. Porque solo le vi en un hospital y ya no le vi m¨¢s. Y yo no s¨¦ d¨®nde est¨¢ mi padre. Y lloro porque no me importa llorar, porque esto es un calvario, levantarnos cada ma?ana sin ¨¦l es un sacrificio, nos hemos quedado sin alma".
Enrique Morente (Granada, 1942-Madrid, 2010) cre¨® su propio sello, Discos Probeticos, y hab¨ªa grabado con casi todas las grandes compa?¨ªas, pero firm¨® en los ¨²ltimos tiempos una licencia exclusiva con Universal. Desde la compa?¨ªa, Fernando Crespo pas¨® los ¨²ltimos cinco a?os pegado al cantaor y ¨¦l fue quien le convenci¨® para recuperar las canciones de Pablo de M¨¢laga, que se hab¨ªan publicado en una edici¨®n limitada, y volver a montarlas en un documental y un disco. "Enrique era como Camar¨®n, cantaba siempre las mismas cosas, pero unas veces las hac¨ªa por rumbas y otras por buler¨ªas", recuerda Crespo.
En marzo del pasado a?o arranc¨® la pel¨ªcula en Granada y estaba previsto que se cerrara en un concierto en directo en la localidad madrile?a de Buitrago del Lozoya. Pero una tormenta de verano, de esas que refrescan el ambiente sofocante, cambi¨® el rumbo de la cinta. En la grabaci¨®n suena por buler¨ªas la voz de Morente como un quej¨ªo despidi¨¦ndose -"Adi¨®s M¨¢laga la bella / Voy a recoger el mundo / No pintar¨¦ m¨¢s la flecha / Ni la hora escrita en el columpio"-, se ven las gotas que caen cada vez m¨¢s fuerte y enseguida se escucha el "??monos!" del maestro. No salen disparados, pero en segundos el escenario se vac¨ªa de guitarristas, con Rafael Riqueni a la cabeza, palmeros y bailaores. El t¨¦cnico sigue filmando el diluvio mientras el equipo se pone a cubierto. Sucedi¨® el pasado 2 de julio, frente al castillo de Buitrago del Lozoya.
Con 40 minutos grabados antes del diluvio, en torno a la relaci¨®n de Eugenio Arias (1909-2008), "el barbero de Picasso", en el museo que lleva el nombre del pintor, y el equipo empapado e inutilizable ante el imprevisible chaparr¨®n, el cantaor propuso dar un giro radical a la pel¨ªcula y trasladarse a El Ba?uelo (Granada) con su familia. Para todos fue una sorpresa porque hasta entonces nunca le hab¨ªa gustado mezclar su vida familiar y flamenca. Emilio R. Barrachina, director del documental, recuerda que la grabaci¨®n fue un mano a mano con el artista. Sol¨ªa comentar que la pel¨ªcula deb¨ªa quedar como una boda en la que todas las escenas pareciesen improvisadas y naturales. Y as¨ª transcurr¨ªa el rodaje. Humilde como solo los genios son capaces de mostrarse, estupendo conversador, con un sentido del humor agud¨ªsimo y una personalidad desbordante, el cantaor se iba ganando al equipo.
En los ba?os ¨¢rabes de la ciudad que lo vio nacer, apoyado por el clan Morente al completo con la excepci¨®n de Aurora, se grabaron canciones y escenas memorables: el cantaor por tangos interpreta Amparo, ll¨¢mame Amparo, seguido de Estrella versionando Se?orita; su otra hija, Sole¨¢, debuta con Palabras para Julia, y Quique, el peque?o de sus tres v¨¢stagos, que se hab¨ªa hecho habitual en la formaci¨®n que acompa?aba a su padre, interpreta Sole¨¢. El disco concluye con Autorretrato en el Liceo de Barcelona.
Lo de la enfermedad lleg¨® casi al final. Cuando se hab¨ªan conseguido los permisos para grabar en el Museo Reina Sof¨ªa frente al Guernica. Al cantaor le interesaba especialmente el emblem¨¢tico cuadro y los bocetos previos. Sol¨ªa decir que el que quisiera ver Las se?oritas de Avignon, que se fuera al MOMA. All¨ª, sin que el whisky faltara en ning¨²n momento, se rodaron las ¨²ltimas escenas.
Sus problemas de est¨®mago ven¨ªan de lejos, pero nunca les hab¨ªa dado mayor importancia. Comenzaron a realizarle pruebas en el hospital Doce de Octubre de Madrid. A unos les dijo que ten¨ªa "p¨®lipos"; a otros, que le iban a quitar un "bicho en el es¨®fago", pero en todos los casos lo cont¨® como de pasada y quitando hierro al asunto. De hecho, trabaj¨® hasta el ¨²ltimo minuto. Con el pijama bajo el brazo supervis¨® el premontaje del documental, recort¨® algunas escenas de las canciones de sus hijos y cerr¨® citas para "enseguida", en cuanto saliera del hospital.
Cuentan que deseaba aplazar la intervenci¨®n quir¨²rgica hasta despu¨¦s de las Navidades, pero los m¨¦dicos, por problemas de agenda, le instaron a pasar cuanto antes por el quir¨®fano. Probablemente solo el cantaor conoc¨ªa el alcance de la enfermedad. "Todo ha salido bien, le hemos quitado un tumor como una bola de pimp¨®n, pero este se come el turr¨®n en casa", les espet¨® a los familiares del cantaor uno de los cirujanos, en uno de esos comunicados telegrama que dan los doctores, todav¨ªa vestidos de verde y con zuecos, cuando atraviesan las puertas del quir¨®fano. Todo iba bien, pero unas horas despu¨¦s se encontraba en coma irreversible.
La muerte, especialmente cuando alcanza de manera inesperada a alguien no demasiado mayor, deja muchas puertas abiertas. En el caso de Morente, un hurac¨¢n con la cabeza siempre bullendo de planes, capaz de sacarle punta a todo y de inventarse cien proyectos por minuto, mucho m¨¢s.
entre sus planes figuraba grabar un disco dedicado a Antonio Vega. Tras su participaci¨®n en el madrile?o Palacio de los Deportes en el homenaje al m¨²sico, donde deslumbr¨® con su interpretaci¨®n de El ¨¢ngel ca¨ªdo, abri¨® un nuevo par¨¦ntesis en su carrera; la vida y obra del l¨ªder de Nacha Pop le interesaban tanto como para dedicarle un ¨¢lbum completo. De su continuo paso por La Uni¨®n, en el Festival del Cante de las Minas, qued¨® prendado de los cantes mineros. Quer¨ªa grabar un ¨¢lbum con Sting, Bono y hasta Tom Jones, antiguos compa?eros del gremio. Todo ello al margen del material que guardaba en el estudio de su casa, en el barrio de casas encaladas del Albaic¨ªn. En el ordenador reposan muchos proyectos en marcha y sin concluir del todo que alg¨²n d¨ªa tendr¨¢n que ser analizados y ordenados por expertos para darles salida.
Morente, el documental que lleva en cartelera varias semanas, sali¨® con 36 copias y ha tenido m¨¢s de 50.000 espectadores. Cuando agote su plazo de proyecciones seguir¨¢ la ruta de los festivales por Shangh¨¢i, Londres, Nueva York, Chicago y Buenos Aires, entre otras ciudades del mundo. Con el visto bueno de la familia, la discogr¨¢fica anuncia tambi¨¦n un nuevo disco y DVD para las pr¨®ximas Navidades. El cantaor dej¨® inacabados dos proyectos m¨¢s, uno con su hija Sole¨¢ y otro con Quique, cuyo destino final a¨²n se desconoce.
Morir joven y de manera repentina trae consigo tambi¨¦n un irremediable proceso de mitificaci¨®n del personaje. Adem¨¢s de los premios y dedicatorias de cualquier evento flamenco que se precie, una calle de Granada llevar¨¢ su nombre, se le ha galardonado con un premio de la m¨²sica y en unos d¨ªas saldr¨¢ a la venta Omega, una biograf¨ªa oral del ¨¢lbum que uni¨® a Enrique Morente, Lagartija Nick y Leonard Cohen.
El libro-disco 'Morente' se pone a la venta, por 9,95 euros con EL PA?S, a partir del domingo 22 de mayo.
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