Crece la protesta del 15-M
Otra noche al raso en plaza de Catalunya contra la crisis y los pol¨ªticos
Esta democracia es nuestra desgracia. La pancarta luc¨ªa ayer en la plaza de Catalunya, uno de los lugares m¨¢s emblem¨¢ticos de Barcelona. Casi un millar de personas, j¨®venes y no tanto, desencantados por la crisis, los bancos, la gesti¨®n de los pol¨ªticos y la falta de futuro la tiene tomada desde el lunes.
Ayer, a las once de la noche, muchos de ellos discut¨ªan sobre cu¨¢l ha de ser la l¨ªnea a seguir de la protesta nacida el 15 de mayo (15-M) de forma espont¨¢nea. Debat¨ªan sobre la izquierda y la derecha, opinaban de forma dispar sobre si hay que ir a votar el 22 de mayo, incluso algunos animaban a extender los puntos de reuni¨®n a otros barrios de la ciudad... "Todo el mundo est¨¢ de acuerdo en una cosa: que estamos hartos", resum¨ªa uno de los muchos j¨®venes que particip¨® en el intercambio opiniones. Con un meg¨¢fono bastante precario, que apenas cumpl¨ªa con su misi¨®n, los participantes fueron contando su visi¨®n del mundo y de la crisis. El movimiento arranc¨® el domingo, a trav¨¦s de las redes sociales. El lunes ya una cincuentena de personas durmi¨® en la plaza de Catalunya, n¨²mero que ayer creci¨®.Pasadas las seis de la tarde, Gema T., de 43 a?os, se acerc¨® al punto de encuentro. De la mano llevaba a su hija peque?a. "Con 10 a?os menos, me quedar¨ªa a pasar la noche", asegur¨®, enrabietada. "Estoy en paro, tengo un piso alquilado, del que he bajado el precio y el inquilino, como se ha quedado tambi¨¦n sin trabajo, no puede pagarlo", relatba.
"Los que mandan tienen tan poca verg¨¹enza que pasar¨¢n de nosotros"
La polic¨ªa amagaba ayer con desalojar a los j¨®venes del lugar p¨²blico
No era la ¨²nica adulta que se apunt¨® ayer a la concentraci¨®n de protesta Barcelona. "Los que mandan tienen tan poca verg¨¹enza que pasar¨¢n de nosotros", afirmaba Jos¨¦ Ram¨®n Zamora, de 59 a?os, militante de izquierdas, que esperaba la llegada de sus "hijos y nietos" a la concentraci¨®n.
Los j¨®venes, sin embargo, eran ayer los mayoritarios en la reuni¨®n. Todos insistieron en que acud¨ªan a la protesta sin que ning¨²n colectivo concreto les hubiera convocado. "No hablo en nombre de nadie", apunt¨®, antes de pronunciarse abiertamente, Mauro S¨¢nchez, argentino de 20 a?os y estudiante de Nutrici¨®n en Barcelona. "Me quedar¨¦ aqu¨ª hasta que se vea reflejado esto en un cambio de la forma de hacer del Gobierno", dec¨ªa.
Una pancarta en el suelo, junto a donde los j¨®venes discut¨ªan, reforzaba la idea del cambio pol¨ªtico. Plaza de Catalunya = Plaza de Tahrir, rezaba, en referencia a la plaza egipcia, lugar de las revueltas en aquel pa¨ªs.
Helios P., de 27 a?os, en el paro desde marzo y de Gav¨¤ (Baix Llobregat) esperaba tambi¨¦n "cambiar muchas cosas", con la acci¨®n espont¨¢nea, que tiene una presencia importante en Facebook, a trav¨¦s de la etiqueta #acampadabcn en Twitter. Pero no ten¨ªa claro c¨®mo se iba a producir el cambio. Ni ¨¦l, ni muchos de los j¨®venes que intervinieron a juzgar por sus parlamentos.
"Nos haremos m¨¢s fuertes. Los colectivos de barrios, las asociaciones se har¨¢n m¨¢s fuertes despu¨¦s de este movimiento. Eso nos valdr¨¢ para que salgan m¨¢s iniciativas en un futuro", apunt¨® con confianza Sergi O., de 26 a?os, un joven activista que tiene la intenci¨®n de crear una cooperativa de edici¨®n e impresi¨®n de libros. Y a modo de ejemplo, llev¨® unos cuantos a la plaza de Catalunya, como Mi guerra civil espa?ola, de George Orwell.
La m¨ªtica estrella del centro de la plaza de Catalunya lleva desde el lunes ocupada, y, desde ayer, es una especie de campamento. Pero sin tiendas de campa?a, porque los que protestan saben que ese puede ser un motivo para que la Guardia Urbana les desaloje: no se puede acampar en la v¨ªa p¨²blica. Aunque fuentes municipales aseguran que tampoco se puede ocupar sin permiso, y ayer amagaban con desalojar a los j¨®venes.
Mientras eso no pasaba, los debates se suced¨ªan. Para los m¨¢s t¨ªmidos, una lona blanca, repleta de rotuladores invitaba al desahogo: "Tengo un sue?o: que este movimiento crezca un d¨ªa exponencialmente", excribi¨® un contestatario.
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