Vapuleado Berlusconi
Las municipales son un serio aviso para el l¨ªder italiano y cuartean su alianza con la Liga Norte
Para certificar si se acerca el definitivo ocaso pol¨ªtico de Silvio Berlusconi, tantas veces vaticinado y siempre desmentido desde hace a?os, ser¨¢ preciso esperar a la segunda vuelta de las elecciones municipales italianas, en 10 d¨ªas. Los resultados de entonces, sobre todo en Mil¨¢n, y la respuesta a la nueva situaci¨®n de su aliado Umberto Bossi, jefe de la Liga Norte, de quien el primer ministro depende parlamentariamente, marcar¨¢n el rumbo inmediato de la pol¨ªtica italiana, demasiado tiempo ya en la cuerda floja de la inestabilidad.
El jefe del Gobierno ha sufrido en la primera ronda de los comicios -m¨¢s de 1.300 localidades y 11 provincias- un serio varapalo que desinfla el aura de invencible que le acompa?aba desde 1994. La derrota del magnate y sus socios de la Liga Norte escuece especialmente en Mil¨¢n, su ciudad y feudo pol¨ªtico y medi¨¢tico, donde el candidato opositor, con un holgado triunfo sobre la alcaldesa del partido gobernante, ha forzado una segunda vuelta que podr¨ªa llevar a un izquierdista al Gobierno de la capital financiera de Italia por primera vez en casi 20 a?os.
El revolc¨®n de Berlusconi tiene mayor importancia por cuanto el primer ministro, inusualmente silencioso tras los resultados, hab¨ªa hecho de la votaci¨®n (que entre otras cosas decide la suerte de ciudades como Mil¨¢n y N¨¢poles) un plebiscito sobre su persona y sus pol¨ªticas. Los italianos, confirmando la ca¨ªda del aprecio por el jefe del Gobierno que se?alan todos los sondeos, han pasado factura a un dirigente err¨¢tico y poco respetable que no da abasto ante los tribunales, donde afronta un proceso por delito sexual y abuso de poder y varios m¨¢s por corrupci¨®n y fraude fiscal.
El veredicto provisional de las municipales acent¨²a la tensi¨®n en el gobernante Pueblo de la Libertad y con su aliada la Liga, muchos de cuyos miembros consideran a Berlusconi y sus esc¨¢ndalos responsables de sus malos resultados, menos del 10% en ciudades como Tur¨ªn o Mil¨¢n. Bossi no escatima sus cr¨ªticas al primer ministro -recientemente, por no ser consultado sobre la participaci¨®n italiana en los ataques a¨¦reos aliados contra Gadafi-, pero se ha mantenido leal a la coalici¨®n, sabedor de que solo la supervivencia de Berlusconi puede conseguir la aprobaci¨®n por el Gobierno de un mayor control regional de los impuestos, objetivo clave de la Liga. Est¨¢ por verse si mantendr¨¢ su actitud despu¨¦s del 30 de mayo.
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