"Somos apartidistas"

"No somos apol¨ªticos, estamos haciendo pol¨ªtica", aclaraba un joven durante la asamblea que se celebr¨® ayer por la tarde, la m¨¢s multitudinaria hasta la fecha. Pero es otra pol¨ªtica, dicen, la del pueblo, la pol¨ªtica directa de calle. Los indignados, que suelen huir de todas las etiquetas que les han intentado colgar como antisistemas o perroflautas, s¨ª se autoproclaman "apartidistas". No van a pedir el voto para nadie, ni siquiera para los partidos minoritarios, como se ha llegado decir en alguna asamblea. Nombrar a cualquier formaci¨®n siempre suele ir acompa?ado de una sonora pitada.

Son plenamente conscientes del intento que han hecho estos d¨ªas todos los candidatos para rentabilizar la energ¨ªa de su protesta. Tambi¨¦n niegan que su intenci¨®n sea la de crear un partido. Quieren el poder, todo, pero para los ciudadanos: "Todo el poder para las asambleas". Defienden una democracia participativa y directa, que parta de las propias plazas de los barrios y de las voces de sus ciudadanos. Sin embargo, son muchos los qu¨¦ se preguntaban ayer qu¨¦ hacer el domingo en las urnas. Por ahora nadie da una respuesta. La comisi¨®n de elecciones, creada precisamente a lo largo del d¨ªa de ayer, montar¨¢ hoy un puesto de informaci¨®n en una de las esquinas de la plaza para explicar, a todo el que se acerque, como est¨¢ la ley electoral y qu¨¦ consecuencias tiene en el recuento de votos, o qu¨¦ significa y cu¨¢les pueden ser las implicaciones de un voto nulo, un voto en blanco o, directamente, de abstenerse de votar. Claridad pero sin mojarse, informaci¨®n objetiva, aseguran. Los abogados les hab¨ªan asesorado que no diesen orientaciones de voto para evitarar que se les acusara de interferir en la campa?a. Con todo, la Junta Electoral Provincial emiti¨® el mi¨¦rcoles un dictamen desfavorable a la celebraci¨®n de la concentraci¨®n y, ayer, la Junta Electoral Central acord¨® prohibir las manifestaciones convocadas para el s¨¢bado, jornada de reflexi¨®n en toda Espa?a.

Lo que los concentrados vayan a hacer el domingo sigue siendo una inc¨®gnita. Toda la clase pol¨ªtica, consciente de ser el centro de estas espont¨¢neas y multitudinarias protestas, encara la recta final de la campa?a multiplicando sus m¨ªtines, pero con la mirada siempre puesta en la puerta del Sol, donde se desfoga el esp¨ªritu del desencanto y el hartazgo de una parte de la poblaci¨®n espa?ola. Hoy ya les han robado todas las portadas ?Qu¨¦ har¨¢n ma?ana?