"?Esto no se acaba ma?ana!"
Los indignados convocan una manifestaci¨®n el 15 de junio ante el Parlament - El 27 de mayo habr¨¢ una concentraci¨®n en Col¨®n para protestar por los recortes
"Hay una cosa que tenemos muy clara: ?Esto no se acaba ma?ana!". La declaraci¨®n de intenciones resuena en la plaza de Catalunya a trav¨¦s de unos potentes meg¨¢fonos. El orador quiere dejar claro a las personas sentadas en la plaza de Catalunya de Barcelona que la protesta que empez¨® el domingo 15 de mayo va m¨¢s all¨¢ de las elecciones municipales de hoy.
Lo que empez¨® el lunes con una cincuentena de resistentes, temerosos de que la Guardia Urbana les desalojase, se ha convertido en una plaza propiedad temporal de los indignados, que no piensan irse. "?Esto va para muy largo. El camino que estamos haciendo va muy lejos!", intervino otro contestatario en lo que bautizaron como "asamblea de reflexi¨®n colectiva".
Los asistentes a la asamblea, celebrada a las 18,30 horas. votaron ayer a favor de organizar una manifestaci¨®n el pr¨®ximo 15 de junio. La intenci¨®n es que arranque en la plaza, integrando a las entidades que luchan por diferentes causas, y acabe en el Parlament para manifestar su malestar contra la clase pol¨ªtica. "Esto es un espacio vivo, de distintos colectivos", defend¨ªa otra de las personas que tom¨® el micro para hablar. La asamblea vot¨® agitando las manos, lo que se traduce en un s¨ª aplastante.
Los acampados en Barcelona tienen ya una agenda repleta de actividades para los siguientes d¨ªas. El 27 de mayo han previsto una concentraci¨®n en el monumento de Col¨®n para acabar con los recortes. A eso, se suman las distintas actividades de las diferentes comisiones, la pretensi¨®n de que cualquier protesta acabe en la plaza de Catalunya, etc.
Incluso un grupo de estudiantes de la Universidad de Barcelona explic¨® ayer que algunos profesores de la universidad de Letras estar¨ªan dispuestos a dar clases en la plaza.
La Junta Electoral Provincial prohibi¨® su estancia en la plaza en la jornada de reflexi¨®n de ayer y todo el domingo. El Departamento de Interior, de la Generalitat, lo solucion¨® notific¨¢ndolo a un miembro de la protesta. La directriz es no intervenir en la plaza a no ser que los indignados ocasionen desorden p¨²blico.
Ayer, un grupo de un centenar de personas protagoniz¨® un episodio que caus¨® cierta tensi¨®n incluso entre los concentrados. A las dos de la tarde se tumbaron ante los grandes almacenes que presiden la plaza bloqueando una de las puertas. Tras hacer dos o tres veces una ola, se fueron. Pero el grupo regres¨® poco despu¨¦s, se tumb¨® de nuevo y esta vez dificult¨® el paso en tres de las cuatro puertas del establecimiento, con c¨¢nticos como "El consumo fomenta la miseria". Hubo espor¨¢dicos silbidos a los clientes para que en lugar de comprar fuesen a "reflexionar" a la plaza. Al final, un miembro del propio grupo que hab¨ªa organizado la acci¨®n, meg¨¢fono en mano, les convenci¨® para que dejasen de increpar a los clientes. Se levantaron y se dirigieron con la misma intenci¨®n a la puerta del ?ngel, donde permanecieron apenas unos minutos.Otro de los temas que suscit¨® debate por temor a la intervenci¨®n de la Guardia Urbana o de los Mossos d'Esquadra es un huerto que han levantado en uno de los parterres de la plaza. "Hemos arrancado las flores que se estropearon ayer [por el viernes] con la sentada y lo hemos hecho all¨ª" cont¨® un miembro de la comisi¨®n jur¨ªdica. Acto seguido les plante¨® el problema a los asistentes: "Es alteraci¨®n de mobiliario urbano". La contrapropuesta de crear un huerto m¨®vil no acab¨® de gustar a todos. "?La gracia de estar aqu¨ª es que la plaza es nuestra, y si queremos hacer un huerto, lo hacemos", replic¨® otro participante. Los asamblearios no lograron tomar una decisi¨®n al respecto.
Tampoco hubo acuerdo sobre la hora a la que deber¨ªa dejar de sonar m¨²sica por la noche. "?Queremos dormir!", se quejaban unos. Mientras que otros defend¨ªan su derecho de tocar la guitarra, el tambor o cualquier otro instrumento.
Durante dos horas sentados en el suelo de la plaza, deliberaron, pusieron en com¨²n el trabajo de las distintas comisiones (Econom¨ªa propuso guardar en la banca ¨¦tica los 5.000 euros recaudados), y debatieron sobre el futuro pol¨ªtico al que les debe llevar su movilizaci¨®n.
Con algo de retraso, a las 21.15, dieron paso a la cacerolada. M¨¢s de 6.000 personas, seg¨²n datos de la Guardia Urbana, blandieron de nuevo las cucharas contra las cacerolas para hacer notar a todo el mundo que apoyan y comparten la filosof¨ªa de la acampada de Barcelona. La cifra de participaci¨®n estuvo por debajo de la del viernes, cuando acudieron a la plaza de Catalunya m¨¢s de 8.000 personas, tambi¨¦n seg¨²n la Guardia Urbana.
Silvia Serra, de 38 a?os, estaba en ese momento en la plaza, algo apartada. "He venido para saber de primera mano qu¨¦ pasa aqu¨ª, qu¨¦ se reivindica", explic¨®, impresionada por la organizaci¨®n de los indignados. Pero no quiso posicionarse con el contenido de la protesta: "Hay cosas que me gustan y otras que no tanto". Joaqu¨ªn Mu?oz, en cambio, estaba all¨ª para "contribuir al cambio". "La adversidad y la amenaza unen a las personas", opin¨® el hombre, de 34 a?os.
Tras una hora y media de cacerolada, de nuevo el movimiento de la plaza se transform¨® en un lugar l¨²dico repleto de personas.
Las concentraciones se repitieron en otras capitales catalanas, aunque con menor afluencia. En Girona se celebr¨® ayer una asamblea y varias personas estaban dispuestas a dormir de nuevo en la plaza del Vi. En Tarragona, los congregados en la plaza de la Font coincidieron con una feria de comercio justo.
Reus, Tortosa y Lleida son algunas ciudades que tambi¨¦n viven estos d¨ªas movilizaciones en contra de los recortes sociales, los pol¨ªticos y la banca.
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