Mil dudas en conflicto
En la estela de 'Maus' y 'Pers¨¦polis', Sarah Glidden cuenta en la novela gr¨¢fica 'Una jud¨ªa americana perdida en Israel' un viaje emocional a sus ra¨ªces
Vivimos tiempos de c¨®mics autobiogr¨¢ficos y de reportajes period¨ªsticos en vi?etas. Cada vez m¨¢s, la realidad y los grandes acontecimientos hist¨®ricos invaden el mundo del noveno arte. Como en toda moda, el exceso ha provocado que ya se acumulen en las librer¨ªas decenas de tomos plomizos que empobrecen el lenguaje del c¨®mic al convertirlo en una aburrid¨ªsima herramienta de divulgaci¨®n. Por suerte, algunas obras escapan de esa trampa y seducen, entre otros m¨¦ritos, por su honradez y por culminar con ¨¦xito un reto ambicioso. La excelente novela gr¨¢fica Una jud¨ªa americana perdida en Israel (Norma), de Sarah Glidden (Boston, Estados Unidos, 1980), pertenece sin duda al bando de los aciertos. Su autora demuestra que tiene bien aprendida la lecci¨®n de cl¨¢sicos contempor¨¢neos y pioneros como Maus, de Art Spiegelman; Pers¨¦polis, de Marjane Satrapi; los reportajes de Joe Sacco o los cuadernos viajeros de Guy Delisle.
La autora descubri¨® la complejidad de la situaci¨®n en Oriente Medio
"Es el relato de una persona curiosa, no un ejercicio de periodismo", afirma
En su aplaudido debut, que le vali¨® el premio Ignatz al mejor nuevo talento, Glidden nos brinda unas memorias que relatan uno de los episodios que m¨¢s le han marcado. Se trata de un viaje que realiz¨® a Israel en 2007 acogi¨¦ndose al programa Derecho de Nacimiento, iniciativa de una fundaci¨®n israel¨ª que pagaba a j¨®venes jud¨ªos de todo el mundo una visita al pa¨ªs. La autora, que pertenece a una familia secular, decidi¨® apuntarse con la intenci¨®n de indagar en su identidad y para intentar aclarar sus dudas sobre el conflicto entre Israel y Palestina. Su temor inicial era caer en una especie de lavado de cerebro a golpe de propaganda que le alejara de sus convicciones propalestinas.
Una vez en el terreno, Glidden no cambi¨® de ideas, pero considera que la experiencia le permiti¨® equilibrar sus opiniones. "Para ser sincera, lo ¨²nico que se puede hacer es constatar la enorme complejidad del conflicto. Es algo mucho m¨¢s complejo que la imagen que dan del mismo los grandes medios de comunicaci¨®n, que lo han convertido en un espect¨¢culo. No se trata de un juego en el que haya buenos y malos. Tras el viaje entend¨ª que era imposible extraer una conclusi¨®n. Adem¨¢s, dar por concluido un punto de vista te cierra las puertas a seguir aprendiendo", defiende Glidden, que desdobla su relato en un doble viaje, uno por los paisajes de Israel y otro puramente introspectivo, pero de gran carga emocional.
Con un dibujo sencillo, la autora aprovecha las paradas de la visita tur¨ªstica para repasar la historia del Estado israel¨ª y las ra¨ªces del pueblo jud¨ªo, con episodios que van desde las arcanas disputas por la ciudad de Jaffa hasta los sue?os sionistas de Ben Guri¨®n (en el fondo, otro viaje m¨¢s). L¨®gicamente, las p¨¢ginas de Una jud¨ªa americana perdida en Israel tambi¨¦n est¨¢n llenas de detalles de la vida cotidiana del pa¨ªs y de las dudas identitarias que asaltan continuamente a la autora. "No se trata de un ejercicio de periodismo. Son unas memorias, no me gustar¨ªa nada que el lector pensara que le estoy dando una lecci¨®n de Historia. Para la divulgaci¨®n ya est¨¢n los expertos y los libros de texto. ?ste es simplemente el relato de una persona curiosa, de alguien que utiliza el medio de los c¨®mics para mostrar la subjetividad", se?ala la autora, que en sus nuevos trabajos s¨ª se decantar¨¢ m¨¢s por el g¨¦nero period¨ªstico.
No es la primera vez que Glidden, actualmente instalada en Brooklyn, visita Espa?a. De alma viajera, en 2004 pas¨® un tiempo en Barcelona al "autoexiliarse" de Estados Unidos por la Guerra de Irak (recal¨® aqu¨ª por una imagen idealizada y rom¨¢ntica de la "Espa?a socialista" de Zapatero, explica). Eso s¨ª, cambiando de registro, si viviera en un cuento de hadas, le tocar¨ªa el papel de Cenicienta, porque no todos pueden debutar publicando en una de las grandes editoriales de Estados Unidos, DC Comics (la casa de Batman y Superman), que lanz¨® esta novela gr¨¢fica con el sello V¨¦rtigo, su l¨ªnea dedicada al p¨²blico adulto. Hasta entonces, Glidden se dedicaba a autoeditarse sus propios minicomics y decidi¨® llevar una muestra de su trabajo a una convenci¨®n en Nueva York. Fue all¨ª donde un representante de DC vio algunos cap¨ªtulos de la obra, suficientes para apostar por una novel. "No es algo muy habitual, porque en Estados Unidos hay muchos autores de c¨®mics y es dif¨ªcil que alguien sin experiencia cuente con ese apoyo. Tom¨® un gran riesgo al darme una oportunidad". Y eso es precisamente lo que m¨¢s falta hace: nuevas voces para escapar de la marisma de tanta y tanta reedici¨®n lujosa de cosas muy sabidas.
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