Entre la indiferencia y el malestar ciudadano
La crisis econ¨®mica y pol¨ªtica han marcado la campa?a de los comicios a Cortes Valencianas y ayuntamientos
Un total de 3.666.207 electores mayores de 18 a?os est¨¢n llamados hoy a votar en la Comunidad Valenciana, casi 85.000 m¨¢s que hace cuatro a?os. Los valencianos acuden a las urnas para elegir a 99 diputados en Cortes Valencianas y a miles de concejales en los ayuntamientos. Cargos que, una vez electos, designar¨¢n al presidente de la Generalitat y a los alcaldes de sus respectivos municipios.
En las ¨²ltimas semanas, los ciudadanos han sido bombardeados con miles de mensajes, unos claros, otros confusos, unas veces contradictorios y otras id¨¦nticos. Pero si por algo se han caracterizado los comicios que tienen lugar hoy es por los efectos de la grave crisis econ¨®mica y social. Una situaci¨®n que ha sacado a miles de j¨®venes indignados a las plazas; que ha otorgado un protagonismo excepcional a los tribunales que investigan a los pol¨ªticos envueltos en casos de corrupci¨®n, y que ha obligado a los partidos a comportarse con una austeridad que contrasta con la exuberancia de propuestas de hace cuatro a?os.
Camps necesita ganarle a su propio partido y superar el resultado de 2007
El desencanto con la clase pol¨ªtica hace prever una menor participaci¨®n
Los candidatos han hablado de paro pero ha sido dif¨ªcil contrastar sus ideas
Las escisiones del PP y el PSPV pueden ser la llave en municipios clave
A continuaci¨®n se se?alan algunas de las principales claves de la campa?a electoral y su posible influencia en el resultado del 22-M.
- ?Influir¨¢ en el resultado la participaci¨®n electoral? En el imaginario de la izquierda est¨¢ instalada la idea de que una mayor participaci¨®n electoral beneficia a los partidos progresistas, sobre todo al PSPV-PSOE. En la Comunidad Valenciana este argumento no es un axioma. Con participaciones altas y bajas el PP ha mantenido un elevado porcentaje de votos en la ¨²ltima d¨¦cada. Para los socialistas el problema estriba en que tienen una franja de votantes que, habitualmente, solo se moviliza en las elecciones generales y se queda en casa en los comicios auton¨®micos. En esta ocasi¨®n, el desencanto con la clase pol¨ªtica puede menguar hasta en cinco puntos la participaci¨®n respecto a los comicios municipales y auton¨®micos de 2007, en los que se roz¨® el 70%. La menor participaci¨®n podr¨ªa ayudar a Comprom¨ªs a superar la barrera electoral del 5% y romper el pron¨®stico de las encuestas que le niegan representaci¨®n en las Cortes Valencianas.
- ?Qu¨¦ expectativas electorales tienen los partidos? Para el jefe del Consell, Francisco Camps, las elecciones se han convertido en una especie de plebiscito. El candidato del PP necesita ampliar la mayor¨ªa absoluta lograda en 2007 y el respaldo de las urnas para fortalecer su posici¨®n ante los tribunales y presionar a la oposici¨®n para que retire de la agenda pol¨ªtica los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Tradicionalmente, el voto auton¨®mico ha sido mayor que el municipal en el PP, Camps tambi¨¦n tiene el reto de mantener la diferencia respecto a su propio partido para que no se interprete que los electores le han castigado.
Para el candidato socialista, Jorge Alarte, el objetivo es lograr movilizar un electorado desencantado que lo consolide como alternativa real de gobierno. El secretario general del PSPV no puede quedarse en porcentaje de voto por debajo de la media estatal del PSOE ni perder esca?os si quiere evitarse los problemas internos que le acarrear¨ªa una debacle. Marga Sanz, de Esquerra Unida, y Enric Morera, de Comprom¨ªs, se han fijado objetivos m¨¢s modestos: consolidar su presencia en las Cortes Valencianas y su implantaci¨®n territorial como proyecto pol¨ªtico para lo que es imprescindible obtener esca?os en las Cortes Valencianas. Hace cuatro a?os ambos partidos participaron en la misma coalici¨®n electoral auton¨®mica. Hoy lo hacen por separado, lo que les obliga a realizar un mayor esfuerzo de movilizaci¨®n para superar la barrera del 5%.
- ?Qu¨¦ papel han jugado las redes sociales? El movimiento 15-M es la ¨²ltima expresi¨®n de un malestar ciudadano difuso exteriorizado a trav¨¦s de Facebook, Twiter y otras redes sociales. Las concentraciones que tienen lugar en las principales plazas valencianas parecen abogar por el fin del bipartidismo, nuevas formas de participaci¨®n democr¨¢tica y la condena de la corrupci¨®n. Sin embargo, esta no ha sido la primera movilizaci¨®n ciudadana a trav¨¦s de redes sociales. Hace pocos meses, desde Valencia, se impulsaron a trav¨¦s de Internet las concentraciones europeas y latinoamericanas a favor de Wikileaks y por la libertad de Julian Asange. Y con anterioridad, Facebook y Twitter fueron el instrumento utilizado para organizar varias manifestaciones y protestas contra la corrupci¨®n, que reunieron a miles de personas. Est¨¢ por ver si las protestas tienen influencia en las elecciones, aunque parece claro que todos los partidos pol¨ªticos intentan ganarse la simpat¨ªa de estos movimientos y canalizar su malestar hacia el adversario.
- ?Se ha hablado del paro durante la campa?a? S¨ª, pero ha sido muy dif¨ªcil confrontar las propuestas de los distintos partidos. El PP ha recurrido al paro para responsabilizar de la situaci¨®n al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, pese a que la Comunidad Valenciana, con una tasa de 24,1% esta casi cuatro puntos por encima de la media espa?ola. PSPV, EU y Comprom¨ªs ha abordado la cuesti¨®n para acusar al PP de Francisco Camps de eludir su responsabilidad y hacer un uso ineficiente de las competencias de la Generalitat en pol¨ªticas activas de empleo. Las propuestas para fomentar el empleo entre los j¨®venes han sido las m¨¢s numerosas -la mayor¨ªa en forma de incentivos fiscales, reducci¨®n de burocracia para emprendedores y anuncios de subvenciones-. Pero el apoyo de las organizaciones empresariales ha sido el m¨¢s buscado por los partidos pol¨ªticos, fundamentalmente por el PP y el PSPV. Los sindicatos no han tenido el protagonismo de anteriores campa?as electorales.
- ?C¨®mo ha influido la crisis econ¨®mica? Los partidos han dispuesto de menos presupuesto para la campa?a que hace cuatro a?os, han evitado los grandes anuncios en sus promesas electorales y se han comprometido, si ganan, a ser austeros y a mejorar la gesti¨®n en la Generalitat y en los ayuntamientos. Camps ha anunciado un recorte de altos cargos del 25% y Alarte del 50%, entre otras medidas de austeridad.
- ?Ha tenido protagonismo la corrupci¨®n? S¨ª. Por un lado, porque la instrucci¨®n judicial del caso G¨¹rtel y del caso Brugal ha seguido adelante y los tribunales han adoptado nuevas decisiones. La ¨²ltima de ellas, que se conocer¨¢ previsiblemente esta semana, el auto del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que acepta instruir la investigaci¨®n por supuesta financiaci¨®n ilegal del PP de la Comunidad Valenciana.
Por otro lado, porque los distintos partidos han reaccionado, bien por acci¨®n bien por omisi¨®n. Los socialistas, Esquerra Unida y Comprom¨ªs han insistido en la necesidad de regenerar la gesti¨®n p¨²blica, fomentar la transparencia y penalizar las conductas inmorales y corruptas. El PSPV, adem¨¢s, ha colocado esta cuesti¨®n en el frontispicio de su campa?a, bajo el lema Dignidad, y ha sacado los trajes de Camps como icono de la gesti¨®n del PP. Su candidato, Jorge Alarte, present¨® un dec¨¢logo contra la corrupci¨®n en el marco de una ley de Calidad Democr¨¢tica y Transparencia. Los populares, por su parte, se han limitado a sortear la cuesti¨®n. Tanto que el presidente de la Generalitat y candidato a la reelecci¨®n, Francisco Camps, ha evitado exponerse a las preguntas sobre su condici¨®n de imputado en el asunto de los trajes y la supuesta financiaci¨®n irregular de su partido.
- ?Se ha diferenciado la campa?a auton¨®mica de las municipales? S¨ª. La campa?a en los municipios, especialmente en las ciudades medianas, ha sido mucho m¨¢s intensa. Los alcaldes socialistas han dejado en segundo plano las siglas para centrar la campa?a en su gesti¨®n, mientras que los populares han optado por responsabilizar al Gobierno central de sus carencias. Las campa?as de Comprom¨ªs y Esquerra Unida han tenido sus propias caracter¨ªsticas. EU ha tenido que improvisar un buen n¨²mero de listas municipales para buscar el efecto arrastre en la papeleta auton¨®mica que lidera Marga Sanz. Por su parte, Comprom¨ªs, con una amplia implantaci¨®n territorial, ha tenido que esforzarse por vincular la diversidad de denominaciones locales con la marca auton¨®mica que lidera Enric Morera.
- ?Tendr¨¢n influencia las escisiones municipales que han sufrido PP y PSPV? Es dif¨ªcil de saber, pero puede que algunas de ellas acaben por frustrar las expectativas electorales del PP en Elche y Benidorm o del PSPV en municipios como Benet¨²sser. Las escisiones se han producido mayoritariamente en las filas del PP y en la provincia de Alicante -Elche, Torrevieja, Benidorm, La Vila, etc-, aunque tambi¨¦n las hay en Valencia y, muy pocas, en la provincia de Castell¨®n. Los partidos escindidos carecen de una marca com¨²n y, la mayor¨ªa, no tienen ni lista auton¨®mica ni ideario que los unifique.
- ?Qu¨¦ papel han jugado los dirigentes estatales? El m¨¢s activo ha sido el coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, que ha tirado de la marca Esquerra Unida en todo el territorio valenciano present¨¢ndose como la referencia de la izquierda. Los socialistas han jugado en dos niveles. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, cumpli¨® al llenar la plaza de toros de Valencia en el mitin central del PSPV, pero han sido los ministros Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, Carme Chac¨®n, Jos¨¦ Blanco, Valeriano G¨®mez, ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde, Leire Paj¨ªn, Manuel Chaves o el presidente del Congreso, Jos¨¦ Bono, quienes han dado respaldo a los alcaldes socialistas.
Por contra, el PP abarrot¨® la plaza de toros de Valencia en el acto central con Mariano Rajoy y ha contado con Esteban Gonz¨¢lez Pons, Federico Trillo, Antonio Basagoiti o Jaime Mayor Oreja, entre otros, para apoyar a los candidatos municipales. Si Zapatero evit¨® hablar de corrupci¨®n, Rajoy mostr¨® su respaldo a Camps porque los valencianos lo quieren.
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