Zapatero se baja del escenario
El 15-M sorprendi¨® y oblig¨® al presidente a variar su ¨²ltima campa?a electoral
"Os pido el voto encarecidamente con la autoridad que da el no pedirlo para uno mismo". Con esta tarjeta de visita, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se ha presentado en la mayor¨ªa de las diez plazas en que ha participado en esta campa?a electoral, la ¨²ltima en que ha ejercido como protagonista desde que fue elegido secretario general del PSOE, en julio de 2000. Tras su anuncio el 2 de abril de no concurrir a otro mandato, el eje de la campa?a de 2012 corresponder¨¢ al nuevo candidato a presidir el Gobierno y ¨¦l se limitar¨¢ a ser telonero de lujo.
La frase es la expresi¨®n de c¨®mo empieza a alejarse de sus casi 11 a?os de responsabilidad al frente del PSOE y c¨®mo cada vez m¨¢s su papel se parecer¨¢, en expresi¨®n de un colaborador, al de padre protector que ejerce Felipe Gonz¨¢lez sobre el partido desde que dej¨® la secretar¨ªa general, en 1997.
El l¨ªder del PSOE ha incidido en los m¨ªtines en su perfil de izquierda
En algunos lugares, la despedida de Zapatero ha sido a¨²n m¨¢s expl¨ªcita. El mi¨¦rcoles, en C¨¢ceres, donde celebr¨® su mitin m¨¢s caluroso, se le not¨® conmovido al decir a los socialistas extreme?os: "Si me llam¨¢is, ya sab¨¦is que pod¨¦is contar conmigo". Tambi¨¦n lo dijo el 17 de abril, en la Fiesta de la Rosa de los socialistas vascos, en Durango, donde se ofreci¨® a colaborar por la paz en Euskadi. Y en Le¨®n anunci¨® que regresar¨ªa a vivir cuando deje La Moncloa.
Lo que se presentaba como una campa?a de despedida de Zapatero, complicada por la crisis y por las adversas encuestas, pero con un gui¨®n claro, se ha visto quebrado en su ¨²ltimo tramo por la irrupci¨®n de las protestas de indignados el pasado domingo, 15 de mayo, con la Puerta del Sol madrile?a como epicentro.
Hasta ese momento, Zapatero hab¨ªa dise?ado con el comit¨¦ electoral socialista una campa?a con un eje b¨¢sico, la explicaci¨®n de su cuestionada gesti¨®n frente a la crisis, con una conclusi¨®n n¨ªtida: el PP no hubiera defendido las pol¨ªticas sociales como lo ha hecho el PSOE y, por tanto, no es lo mismo votar a la derecha que a la izquierda. Tampoco cambi¨® su estilo de campa?a. Le gustan los m¨ªtines. Prepara un gui¨®n la v¨ªspera, y en ¨¦l introduce las peculiaridades de la comunidad que visita, con el asesoramiento de los l¨ªderes locales. En el viaje ultima su discurso con alg¨²n tema de actualidad, que coordina con Jos¨¦ Blanco.
Pero el dise?o de esta campa?a cambi¨® tras el 15-M. Zapatero se encontr¨® con que algunos manifestantes de la Puerta del Sol eran los que hace siete a?os, con sus movilizaciones contra la guerra de Irak, contribuyeron a llevarle a La Moncloa. No lo ha dicho, pero alguna amargura le ha provocado esa contradicci¨®n, se?alan quienes le conocen bien.
Zapatero analiz¨® la situaci¨®n con sus m¨¢s pr¨®ximos: Blanco, Rubalcaba y Marcelino Iglesias. Como primera medida decidieron no alimentar la movilizaci¨®n, evitando el conflicto y argumentos que podr¨ªan dar pie a acusaciones de instrumentalizaci¨®n. El an¨¢lisis lo desarroll¨® en el Consejo de Ministros, el viernes, ya con un mayor conocimiento de la situaci¨®n. All¨ª explic¨® que los primeros s¨ªntomas de rebeli¨®n juvenil se manifestaron antes de fin de a?o, con el rechazo a la ley Sinde. El origen de la protesta lo centr¨®, sobre todo, en la crisis y el paro. Reconoci¨® que algunos de los valores reivindicados en la Puerta del Sol son de la izquierda, como la exigencia de mayor participaci¨®n pol¨ªtica o la del control de la pol¨ªtica sobre los mercados. Consider¨®, en este sentido, que el movimiento es un aldabonazo a tener en cuenta por muchas dudas que haya sobre su futuro, dada la diversidad de sus reclamaciones, e incluso sobre su incidencia en las urnas el 22-M.
En lo que mostr¨® su desacuerdo tajante fue en la reivindicaci¨®n de algunos indignados de no votar. Zapatero siempre ha valorado cu¨¢nto cost¨® a Espa?a recuperar el voto y tiene clavado en su alma que todo cambio se logra con las urnas. Pero el 15-M ha obligado a Zapatero a variar su campa?a. De centrarla en el lema de que votar a PSOE y PP no es lo mismo ha introducido la petici¨®n encarecida de participaci¨®n en las urnas para neutralizar el abstencionismo. Tambi¨¦n ha incidido m¨¢s en el perfil de izquierda: la defensa del impuesto a las transacciones financieras o su rechazo a la energ¨ªa nuclear. E incluso ha profundizado en su descargo de cuentas al admitir, por vez primera, que se vio obligado a tomar medidas impopulares, en mayo de 2010, para evitar la intervenci¨®n de Espa?a.
Zapatero, aunque desde el 2 de abril se le ve m¨¢s desinhibido, por ejemplo en sus cr¨ªticas a Rajoy, y con la mente puesta en el fin de su ciclo, no pretende arrojar la toalla antes de tiempo. Pase lo que pase hoy, defender¨¢ que las elecciones se celebren cuando tocan: en marzo.
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