Un denso y apasionante juglar
Ni el justificadamente legendario Robert de Niro, presidente del jurado, ni la muy hermosa y competente actriz Uma Thurman ni el turbio Jude Law, que le acompa?aban en esa decisi¨®n tan problem¨¢tica o di¨¢fana de conceder la Palma de Oro, han trabajado nunca a las ¨®rdenes de Terrence Malick, pero est¨¢ claro que su corta, extra?a y fascinante obra les impresiona, que considerar¨ªan un honor que este escribiera un personaje pensando en ellos. Brad Pitt, protagonista de El ¨¢rbol de la vida, cuenta que la experiencia fue demasiado intensa, que no le han quedado esfuerzos para repetirla, pero que ha merecido la pena. Entiendes que grandes estrellas se sientan orgullosas de haber colaborado en esa cosa tan m¨¢gica e infrecuente que consiste en trasladar al cine la poes¨ªa.
Me hubiera alegrado que 'El artista' hubiera compartido la Palma de Oro Kirsten Dunst ha tenido la valent¨ªa de ofrecer su premio a Lars von Trier
Esta pel¨ªcula tiene un comienzo y un final dedicados a la creaci¨®n del mundo que pueden desconcertar y abrumar, pero utiliza im¨¢genes tan hermosas que hacen complicado desentenderse de ellas. Pero lo que de verdad enamora es cuando aparecen seres humanos. Son un matrimonio y sus tres cr¨ªos. Malick habla con penetraci¨®n, lirismo y una est¨¦tica deslumbrante de esas infinitas cosas que sientes, intuyes, gozas y sufres cuando eres peque?o y que marcan la personalidad futura.
Habla del tono milagroso que alcanzan las personas y las sensaciones en esa ¨¦poca, de lo vivido y lo so?ado, lo palpable y lo intangible, los paisajes y los olores, los enigmas y los miedos, los descubrimientos y la cotidianidad, la alegr¨ªa y el dolor, el juego y el descanso. Pocas veces he visto en el cine retratar de forma tan hermosa y compleja los sentimientos que transmite la naturaleza, las relaciones entre hermanos, la incomunicaci¨®n, la ira y el amor que puede establecerse entre un cr¨ªo hipersensible y un padre quebradizo e inseguro a pesar de su autoritarismo, alguien que se equivoca intentando hacerlo bien, que quiere imponer valores fijos y c¨®digos de triunfador a sus hijos aunque su existencia est¨¦ amenazada por el fracaso, la generosa tutela de una madre que tiene tanta comprensi¨®n hacia sus ni?os como hacia su marido, pero que alguna vez no tiene m¨¢s remedio que elegir aunque sea consciente de las luces y las sombras. Pareci¨¦ndome tan ambiciosa como irregular, tan densa como hipn¨®tica, esta pel¨ªcula tiene muchos momentos asombrosos, la constataci¨®n de que su creador posee un universo sin referencias, fulgurante a veces, conmovedor, aut¨¦nticamente po¨¦tico. Es un cine que no se puede ver con prisas, que se paladea despacio, que deja huella si logras conectar con ¨¦l.
Tambi¨¦n me hubiera alegrado de que la preciosa pel¨ªcula muda El artista, un homenaje al cine que cuenta con gracia, pureza, originalidad y sentimiento el esplendor y el ocaso de una vitalista estrella del cine mudo que no es capaz de adaptarse al sonoro, hubiera compartido la Palma de Oro de Malick. Se ha tenido que conformar con el premio al mejor actor a su extraordinario protagonista Jean Dujardin, un tipo que no solo sabe expresar sin palabras el ¨¦xito y la ruina, la confianza en s¨ª mismo y la autodestrucci¨®n, el encanto y la derrota, la energ¨ªa y la desolaci¨®n sino que tambi¨¦n se mueve como un dandy y baila con una alegr¨ªa contagiosa.
El premio a la mejor actriz se lo han concedido a Kirsten Dunst por su interpretaci¨®n en Melancholia, otorgando vida, depresi¨®n, locura y encarnaci¨®n del inminente apocalipsis a un personaje que Lars von Trier hab¨ªa escrito para Pen¨¦lope Cruz y que esta rechaz¨®. Algo entendible ya que nunca sabes lo que te espera en manos de este individuo tan zumbado, tan irritantemente destroyer como abarrotado de estilo y talento visual. Kirsten Dunst, que interpreta con convicci¨®n a una bipolar, que tiene que mostrar varias veces su desnudez en im¨¢genes surreales, que pasa de la exaltaci¨®n vital a la tristeza insondable, ha tenido la coherencia y la valent¨ªa de ofrecer su premio al apestado Von Trier, a ese irresponsable bocazas que Cannes promocion¨® desde sus comienzos y al que ha declarado persona no grata para el resto de su existencia por hacer una provocadora e impresentable defensa de Hitler. Y, por supuesto, yo no creo que este fulano sea nazi, sino todo lo contrario. Pero la eterna afici¨®n del moderno a montar numeritos en p¨²blico le ha tra¨ªdo consecuencias demoledoras. Y ser¨ªa muy tr¨¢gico, aunque me revienten muchas de sus pel¨ªculas, que este director tan personal no volviera jam¨¢s a encontrar financiaci¨®n, distribuci¨®n y exhibici¨®n. Su gilipollez y su irresponsabilidad merecen repulsa y punici¨®n, pero ojal¨¢ que le permitan seguir haciendo cine. Imped¨ªrselo ser¨ªa castrarlo. Su exc¨¦ntrico arte no se lo merece.
El galard¨®n al mejor realizador, concedido a Nicolas Winding Refn por Drive, supone el reconocimiento a un aut¨¦ntico director de cine que sabe combinar la acci¨®n con el intimismo, la narrativa contundente y el poder de sugerencia. El gran premio del jurado, compartido por el realismo de los hermanos Dardenne en El ni?o con bicicleta, describiendo con su estilo seco y empe?ado en reproducir la dureza de la vida sin el menor adorno, la tragedia de un ni?o desquiciado y violento por su sed de ese amor que siempre le han negado y al director turco Nuri Bilge Ceylan por ?rase una vez en Anatolia, una pesadez entre psicol¨®gica y policiaca, me parece coherente en el caso de los atormentados belgas y un disparate ex¨®tico en el caso del segundo.
Ha sido un Cannes correcto, del que se esperaba bastante m¨¢s ateni¨¦ndose a la presencia de tanto director intocable, de tanto artista con pedigr¨ª festivalero. Lamento que no hayan reconocido el encanto de Kaurism?ki en Le Havre. Inevitablemente sientes temblores ante lo que puede ofrecer la pr¨®xima y ¨²ltimamente funesta mostra veneciana, ya que resulta transparente que Cannes siempre puede elegir la mejor oferta del mercado, que le corresponde por tradici¨®n y poder¨ªo la parte del le¨®n.
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