C¨®mo hacer del viejo Ayuntamiento un museo 'sexy'
El PP quiere convertir la Casa de la Villa en un centro que explique la historia de la instituci¨®n municipal
Evaristo es uno de los pocos que queda en el viejo Ayuntamiento. Es conserje y vive hace m¨¢s de 20 a?os en uno de los torreones de la Casa de la Villa, en cuyos aleda?os se reune desde hace siete siglos el Gobierno municipal. Esta no es una historia breve. Arranca en 1346 cuando el Concejo de Corregidores empieza a reunirse en el atrio de la desaparecida iglesia de San Salvador y acaba con Ruiz-Gallard¨®n mud¨¢ndose a Cibeles. Empecemos por el final.
Dos d¨ªas antes de las elecciones, Evaristo va abriendo las puertas del edificio vac¨ªo a Juan Bravo, concejal de Hacienda (propietaria del inmueble) y al coordinador general de Infraestructuras Culturales, Juanjo Echavarr¨ªa. Este lleva en las manos un grueso dossier con el plan que pretende transformar la Casa de la Villa en una secci¨®n del Museo de Historia que explique la evoluci¨®n de la municipalidad. En la tapa hay una foto: dos manos retiran, como si fuese un sombrero, una parte de la maqueta del edificio. "A lo largo de los siglos ha crecido y se ha transformado de forma indigna", dice Echevarr¨ªa, "lleva una pesada mochila que hay que quitarle". Levantada en 1644, mitad c¨¢rcel y mitad Casa Consistorial, la obra original se alarg¨® m¨¢s de 50 a?os (y tres arquitectos) y fue sucesivamente reformada en los siglos XVIII, XIX y XX. Juan de Villanueva cre¨® la galer¨ªa neocl¨¢sica de la fachada a la calle Mayor en 1787, Luis Bellido construy¨® en 1915 el pasadizo volado que la une con la Casa de Cisneros.
Se calcula que la obra costar¨¢ ocho millones de euros y durar¨¢ dos a?os
El proyecto del PP es "quitar lo malo y respetar lo bueno" de esta mutaci¨®n secular. Ejemplo: el patio, abierto en origen, fue dividido en dos y cubierto por una vidriera despu¨¦s; ahora volver¨¢ a tener un solo piso, pero se conservar¨¢ la vidriera porque es de Maumejean y est¨¢ protegida. A?os de compartimentaciones para hacer despachos se eliminar¨¢n creando salas expositivas di¨¢fanas (los intrincados pasillos y asim¨¦tricas oficinas son un paseo de instalaciones anticuadas, falsos techos y malas decisiones arquitect¨®nicas). Toda la parte trasera se eliminar¨¢ y habr¨¢ que inventarse una nueva fachada posterior. En total se perder¨¢n 1.700 metros cuadrados, que se planean compensar construyendo "algo" en la plaza dura que hay detr¨¢s del edificio (sobre el parking). Posiblemente un cubo de cristal que aloje un restaurante, o alguna otra cosa que d¨¦ dinero. El concejal calcula que la obra costar¨¢ unos ocho millones de euros y que cuando arranque, "en el futuro", llevar¨¢ unos dos a?os. ?Cu¨¢ndo ser¨¢ eso? "En el futuro significa cuando haya dinero", sonr¨ªe Bravo. "El presupuesto de la remodelaci¨®n es manejable, pero no podemos convertirlo en una prioridad". Durante la campa?a, el PSOE tach¨® la mudanza del Consistorio al Palacio de Comunicaciones como "ostentosa" y prometi¨® devolverlo a la Casa de la Villa, convirtiendo Correos en un museo de la ciencia. "Absurdo", dice Juan Bravo, "la idea del traslado fue de Trinidad Jim¨¦nez en 2003... hace a?os que la Casa de la Villa resulta obsoleta para alojar el Ayuntamiento".
El coraz¨®n burdeos de esta casa, el sal¨®n de plenos, est¨¢ distribuida como el Parlamento ingl¨¦s: un rect¨¢ngulo que enfrenta a los partidos cara a cara. Los concejales (que han crecido al ritmo de los habitantes) se apretujan en tresillos de cuero rojo. La decoraci¨®n es puro estilo arrepentimiento: paredes forradas con brocados de seda, mucho dorado y madera oscura. Tras la mesa del alcalde hay un retrato del Rey y sobre ella un crucifijo que nadie sabe de d¨®nde ha salido ("ya estaba cuando Tierno, as¨ª que Gallard¨®n lo conserv¨®", dice Bravo). "La imagen que tenemos de la Casa es la de la peor ¨¦poca de las artes decorativas, tiene ese tufillo de parador nacional", dice Echevarr¨ªa. "Queremos recuperar en parte su esp¨ªritu original que era m¨¢s transitable y abierto, m¨¢s desornamentado y natural".
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