"El f¨²tbol del Bar?a llega a la gente"
La ¨²ltima vez que Luis Su¨¢rez (A Coru?a, 1935) se encontr¨® con Xavi Hern¨¢ndez (Terrassa, Barcelona; 1980) le pidi¨®, por favor, que ganara el Bal¨®n de Oro. "Me pesa como una losa ser el ¨²nico espa?ol que lo tiene", afirm¨® entonces y sostiene ahora, medio en serio, medio en broma, indescifrable como buen gallego que ha sido siempre, aun convertido en ciudadano italiano si se atiende a su forma de vestir; "estoy hasta el gorro de ser el ¨²nico". Xavi se ri¨® y contest¨®: "Me parece que continuar¨¢s siendo un jugador singular mucho tiempo". A pesar de que la selecci¨®n espa?ola gan¨® la Copa del Mundo, Xavi e Iniesta quedaron por detr¨¢s de su compa?ero Messi, reelegido como el mejor futbolista del a?o.
Xavi: "Messi piensa y ejecuta m¨¢s r¨¢pido. Es un fen¨®meno para el equipo"
Su¨¢rez: "La t¨¦cnica ha sido el hilo conductor de los mejores conjuntos"
Su¨¢rez: "Disfrutar¨ªa con vosotros, pero tambi¨¦n me aburrir¨ªa. ?No volvamos al medio!"
Xavi: "?A m¨ª Pep me pega unas broncas...! Pero donde va el bal¨®n voy yo"
Xavi: "La gente se acostumbra al ¨ªdolo y al que llega por ¨¦l le toman por usurpador"
Su¨¢rez: "Cuando nos quej¨¢bamos, era se?al de que ganaba el Madrid. As¨ª fue siempre"
Su¨¢rez y Xavi se juntaron a petici¨®n de EL PA?S en la ciudad deportiva azulgrana como jugadores excepcionales que han disputado la Copa de Europa con el Barcelona, de nuevo finalista en Wembley, contra el Manchester United, y tambi¨¦n porque han vivido situaciones particularmente parecidas en sus respectivas ¨¦pocas, como los enfrentamientos con el Madrid o sus litigios con una parte de la hinchada.
Su¨¢rez. Recuerdo que ya me advertiste de que present¨ªas que no ibas a ganar el Bal¨®n de Oro. Ten¨ªas raz¨®n.
Xavi. Present¨ªa que no lo ganar¨ªa porque no soy medi¨¢tico y no meto goles. Y los goles cuentan mucho. Tambi¨¦n entend¨ªa que era un a?o para que ganara un espa?ol. Quiz¨¢ ser¨ªa m¨¢s justo que votaran los jugadores que han ganado el trofeo. Hay pa¨ªses en los que solo ven los goles de los ingleses. Lo que pasa, de todas maneras, es que Leo est¨¢ un pelda?o por encima de todos.
S. Messi ya lo hab¨ªa ganado y lo volver¨¢ a ganar. Ten¨ªamos la ocasi¨®n de que triunfara un espa?ol por la conquista del Mundial y t¨² hab¨ªas completado un ejercicio estupendo mientras que no fue precisamente la mejor temporada de La Pulga si tenemos en cuenta la eliminatoria con el Inter y el Mundial. Yo, cuando sal¨ª vencedor en 1960, fue por los grandes partidos con el Barcelona en Inglaterra, Alemania y Francia. En cambio, en 1964, el a?o que m¨¢s lo merec¨ªa, qued¨¦ segundo, por detr¨¢s de Denis Law. Yo hab¨ªa ganado la Copa de Europa, la Intercontinental y la Eurocopa y no me vali¨®. M¨¢s o menos, lo mismo me ocurri¨® al siguiente.
X. Ahora es Messi el jugador que marca la diferencia. Piensa y ejecuta la jugada m¨¢s r¨¢pidamente que ning¨²n otro. La diferencia entre el Leo de hace tres a?os y el de estos momentos es que juega y piensa m¨¢s en el equipo cuando anteriormente era un fen¨®meno m¨¢s individualista. Ahora es un fen¨®meno para el equipo: mete goles, da el ¨²ltimo pase, viene al medio campo para generar la superioridad y entiende el juego, lo que antes quiz¨¢ le costaba m¨¢s. Es listo, busca el espacio. Se siente superior a ti y juega contigo: cuando t¨² metes el pie, ¨¦l ya lo puso antes. Mete el turbo.
S. Cuando ve dificultades all¨¢ arriba, se viene un poquito hacia atr¨¢s y, si ve que en el medio tambi¨¦n hay pocos huecos, entonces, se tira a un lado. Va y viene como un rel¨¢mpago. Con sus toques cortos y repetidos. Tic, tic, tic... A veces, parece un Cruyff en peque?ito. Cruyff ten¨ªa un cambio de ritmo sensacional, pero era largo, acompasado. Messi es distinto. Parece que te ofrezca un caramelo en cada jugada y, cuando lo vas a buscar, no llegas porque ha tocado antes el bal¨®n y ya se ha ido. Tiene una velocidad ¨²nica y juega con el tiempo. Es genial. Hace cosas fuera de la norma. Juega, da pases, mete goles y piensa y ejecuta m¨¢s r¨¢pido que todos vosotros. Y tiene mucha t¨¦cnica. La t¨¦cnica siempre ha sido el hilo conductor de los mejores equipos del Barcelona. Vosotros sois muy t¨¦cnicos y nosotros tambi¨¦n lo ¨¦ramos. Jug¨¢bamos con cinco delanteros; con Kubala, Kocsis, Evaristo, Czibor y yo, jugadores de ¨¦lite, goleadores: metimos 100 tantos en 30 partidos. Jugaba el Bar?a de forma espectacular. El nuestro era un equipo m¨¢s directo y seguramente profundo que el vuestro. Hab¨ªa futbolistas que se mov¨ªan sin el bal¨®n, no lo quer¨ªan siempre al pie, y yo mezclaba el juego en corto con los cambios de orientaci¨®n. El f¨²tbol del Bar?a actual gusta mucho, llega a la gente, genera sensaciones muy buenas sobre todo por su t¨¦cnica y la seguridad que dan los jugadores. Nadie tiene miedo cuando le van a atacar y eso solo se consigue cuando se posee mucha calidad y personalidad. El suyo es un f¨²tbol de posesi¨®n y no tienen reparo ni les da verg¨¹enza volver hacia su propio campo cuando ya han alcanzado el ¨¢rea contraria. Nosotros no habr¨ªamos podido hacerlo porque el p¨²blico nos hubiera matado a pitos. Estoy seguro de que disfrutar¨ªa mucho si pudiera jugar con vosotros, pero tambi¨¦n me aburrir¨ªa un poco. Seguro que de vez en cuando dir¨ªa: "?Otra vez aqu¨ª! ?Tirad para adelante, que ya hab¨ªamos ganado el campo rival! ?No volvamos al medio!".
[Josep Maria Fust¨¦, exjugador del Bar?a y compa?ero de Su¨¢rez, interviene en la charla: "Yo, a veces, tengo unas peloteras con Pep [Guardiola] porque le recrimino que los jugadores vuelvan a su campo sin rematar a porter¨ªa. Hay que rematar, hay que remachar, hay que meterla].
Xavi. No te creas... ?Pep me pega unas broncas! Pero donde va el bal¨®n voy yo. Hoy se guarda m¨¢s la posici¨®n, se domina m¨¢s la pelota. Quiz¨¢ antes el juego era m¨¢s an¨¢rquico y hab¨ªa m¨¢s espacio. El aficionado quiz¨¢ disfrutaba m¨¢s, pero no tengo im¨¢genes de los partidos de entonces ni de la final de Berna para contextualizar las cosas. Yo s¨¦ que jug¨¢bais con extremos abiertos, con dos interiores que entraban y un ariete y que la consigna era ir de cara a barraca. Nosotros tenemos m¨¢s pasadores que goleadores. Hasta Pedro, que le pega con las dos piernas, es generoso. Aunque, no te creas, hubo una ¨¦poca en que hab¨ªa aficionados que tambi¨¦n pitaban cada vez que la pelota iba atr¨¢s en lugar de adelante. Ahora parece que la hinchada entiende un poco m¨¢s de f¨²tbol y quiz¨¢, como cuentas, llegamos m¨¢s con nuestro juego. Hist¨®ricamente, en cualquier caso, hay mucha gente a la que le gusta el f¨²tbol y pocos que entiendan ?Eras t¨² un todocampista?
S. S¨ª. Yo jugar¨ªa ahora donde lo haces tu m¨¢s o menos o, si no, donde Busquets. Pero yo met¨ªa muchos goles, 15, 18 cada a?o, porque todo el equipo miraba a la porter¨ªa contraria. ?bamos directos al marco. Otra cosa es lo que ocurr¨ªa a menudo en Italia. All¨ª todo el mundo ten¨ªa su trocito. Recuerdo que en el Bar?a tuve a un t¨¦cnico italiano, Sandro Puppo, que un d¨ªa me dijo: "Usted coja el pedacito y no se me mueva". El problema es que ¨ªbamos 0-0 y la gente empez¨® a gritar: "?Pero, Luisito, vete adelante de una pu?etera vez!". Y yo miraba al banquillo y el entrenador me dec¨ªa: "Usted, al pedacito". Y yo, con 19 a?os, me mor¨ªa de ganas de irme adelante. Me gustaba ir tambi¨¦n a la banda, volver al centro, moverme, tocar en corto y en largo, tener presencia.
X. ?Cu¨¢ntos a?os jugaste?
S. Estuve ocho a?os aqu¨ª, en el Bar?a; nueve en el Inter y tres en el Sampdoria. Acab¨¦ con 38. Me march¨¦ al Inter, que pag¨® 25 millones de pesetas por m¨ª, con Helenio Herrera. Fue una cifra r¨¦cord en 1961, de manera que una parte de la tribuna del campo en el que t¨² juegas es m¨ªa. Se coste¨® con el dinero de mi traspaso.
EL PA?S. Usted, Su¨¢rez, fich¨® por el Inter despu¨¦s que la afici¨®n del Bar?a se fracturara entre suaristas y kubalistas y usted, Xavi, estuvo a punto de irse al Milan porque una parte de la hinchada y de la prensa le quer¨ªa enfrentar a Guardiola.
S. No hubo fractura, sino que todo el mundo era kubalista y... un 5% suarista. Parec¨ªa que yo jugaba en otro equipo. Tuve muchos problemas y nunca entend¨ª la actitud de una parte de la gente. Si un tiro se te iba fuera por un dedo, empezaban a silbar. Y, si met¨ªas un gol, entonces, te aplaud¨ªan. Yo, adem¨¢s, no jugaba en el puesto de Kubala. Nunca le quit¨¦ el sitio ni tuve problema alguno con ¨¦l, sino que me ayud¨® mucho. Era un fen¨®meno. El problema lo gener¨® la gente. Helenio Herrera no le pon¨ªa a veces, sobre todo despu¨¦s de lesionarse, y algunos cre¨ªan que era por mi culpa, pues yo jugaba siempre. Me fui al Inter con Herrera cuando al Inter no lo conoc¨ªa nadie y ganamos dos Copas de Europa [en 1964 y 1965].
X. Yo no era tan importante como t¨², pero me pas¨® algo parecido. Lo que pasa es que soy muy cabez¨®n y sent¨ª que ten¨ªa que quedarme. Para mi suerte, Pep se fue y, despu¨¦s de comerme cuatro o cinco a?os muy malos, pude salir a flote. Me he ido curtiendo con el tiempo, pero me cost¨® la de Dios... Hubo un tiempo en que me vino encima una oleada: todo era Guardiola y a m¨ª me tomaban como un intruso, el tipo que llegaba y le quer¨ªa quitar el sitio a otro. Aqu¨ª ocurre a menudo que, cuando se enamoran de uno, el que lo vaya a sustituir lo tiene mal. La gente se acostumbra al ¨ªdolo y a ti te toman como un usurpador, el que les va a quitar a su figura. La gente quiere al otro. Los catalanes, a veces, somos as¨ª. Una pena que te tuvieras que ir, aunque tu traspaso fuera tan importante, equiparable en el tiempo al de Cristiano Ronaldo del Manchester United al Madrid.
S. Volv¨ª m¨¢s tarde con el Inter al Camp Nou. Recuerdo que en un partido amistoso de agosto, nada m¨¢s saltar al campo, empezaron a pitarme sin cesar. Todo el campo, lleno como estaba. Yo ya no estaba preparado para la rechifla como cuando vest¨ªa la zamarra azulgrana y sab¨ªa que me tocaba aguantar. Pens¨¦ que se habr¨ªan olvidado y... no. La bronca no par¨® hasta que no pude m¨¢s: hice un corte de mangas y me fui hacia el vestuario sin que Herrera se diera cuenta porque el banquillo quedaba muy bajo. No volv¨ª. Me dije: "Que me voy, que me voy...". ?Y vaya si me fui! Tiempo despu¨¦s, en el homenaje a Kocsis, fui tan bien recibido que me aplaud¨ªan cualquier pijada. Ya pas¨®. Fue una l¨¢stima que no pudi¨¦ramos ganar aquella final de Berna contra el Benfica.
X. La final de los postes.
S. Hasta cuatro veces, una por partida doble, rematamos a los postes, que entonces eran cuadrados, y nos sacaron dos balones en la raya de gol. Jugamos bien. Ten¨ªamos un gran equipo, pero un par de jugadas desafortunadas hicieron que perdi¨¦semos por 3-2. Luego tuve la suerte de ganar al Benfica y el Madrid en las dos finales que jugu¨¦ con el Inter. Falt¨¦ a una tercera por lesi¨®n. De todas, sin embargo, perd¨ª la que ten¨ªa que ganar con el Bar?a. Una desgracia. Llegamos a ella con mucha confianza. La pr¨®xima va a ser muy competida. El Manchester tiene experiencia y cuenta con un muy buen equipo, pero el Bar?a es mejor. El problema es que todas las finales son dif¨ªciles. Hay que saber jugar bien los partidos ¨²nicos porque, si te equivocas, vas jodido.
X. Las finales se deciden por detalles. Nosotros tenemos mejor equipo y nuestro ser¨¢ el dominio del partido, pero ellos son un grupo muy trabajado y compacto, muy mejorado respecto a la final de Roma. Antes, Cristiano Ronaldo daba un plus individual al Manchester, pero le restaba a nivel defensivo. Ahora, en cambio, todos sus jugadores trabajan. Son muy competitivos, aguerridos. Tienen talento arriba y su entrenador se las sabe todas. Ya tengo ganas de jugar en Wembley. No lo he hecho nunca all¨ª. No fui a la final de 1992 porque mis padres, con 12 a?os, no me dejaron y contra Inglaterra, el d¨ªa que marc¨® Iniesta, jugamos en Old Trafford.
S. Es un campo emblem¨¢tico. Como Roland Garros o Wimbledon para el tenis. Igual juegas m¨¢s veces. Eres joven: ?31 a?os? Xavi, ve como yo, por detr¨¢s. Ver lo que hay delante es f¨¢cil, pero ver por el cogote no lo es tanto. Eres un jugador ¨ªntegro, que te has cuidado, y es muy dif¨ªcil que te den. Juegas a un ritmo menos acelerado que Messi o Iniesta y para tu tipo de juego eres todav¨ªa joven. Os hab¨¦is juntado una buena generaci¨®n y el equipo puede tener continuidad.
X. El grupo actual es muy parecido al vuestro. Tenemos una muy buena relaci¨®n dentro y fuera del campo. Nos juntamos en casa de uno, hacemos cosas al margen del f¨²tbol... Yo no lo hab¨ªa vivido nunca antes y llevo 13 a?os aqu¨ª. Empiezo a disfrutar de cosas de las que antes no. Ganamos, todo va bien. Puede que en vuestra ¨¦poca la familiaridad fuera m¨¢s normal, pero ahora no se suele dar con facilidad. Jugar con gente de la casa te da un plus, sobre todo cuando tiene el poder. Los jugadores de la cantera dan compromiso y continuidad.
S. En el equipo en el que yo jugu¨¦ pasaba m¨¢s o menos lo mismo. El 80% de la gente era de la casa. Catalanes, catalanes..., que cuando sal¨ªa el nombre del Madrid se notaba en el ambiente. Biosca, Seguer, Ramallets, Segarra, Gracia... Catalanes.
X. El patr¨®n est¨¢ hecho y todos los equipos, del ¨²ltimo al primero, juegan igual. Para los j¨®venes es mucho m¨¢s f¨¢cil debutar. Nuestro juego, adem¨¢s, evoluciona a partir de una idea.
EL PA?S. Los dos han vivido una serie de partidos contra el Madrid que han dejado huella en la Copa de Europa. ?Qu¨¦ valoraci¨®n hacen de lo ocurrido ahora?
S. Cuando uno protesta, quiere decir que algo le va mal y el otro est¨¢ mejor. Cuando nosotros nos quej¨¢bamos, era se?al de que hab¨ªan ganado ellos. Y al rev¨¦s. Toda la vida fue as¨ª. En nuestra ¨¦poca hab¨ªa m¨¢s tensi¨®n en la cancha porque solo un equipo, el campe¨®n, se clasificaba para la Copa de Europa. O ganabas o nada. La cosa medi¨¢tica, en cambio, era menor. Hab¨ªa un par de peri¨®dicos, una televisi¨®n, poco ruido. Recuerdo que met¨ª un gol extraordinario al Estrella Roja por la sucesi¨®n de regates, por el ¨¢ngulo del tiro, por la jugada, pero la ¨²nica nota que qued¨® fue el dibujo a l¨¢piz de un periodista de El Mundo Deportivo. A m¨ª me dieron el Bal¨®n de Oro en el descanso de un partido. No hubo comida, ni cena ni aperitivo, nada. Hay solo una foto que anda por ah¨ª para dejar constancia. En cambio, cuando se lo dieron a Figo, nos reunieron en Madrid a todos los galardonados y Di St¨¦fano, sentado a mi lado, me coment¨®: "?Che, gallego, parece como si tu y yo no hubi¨¦ramos ganado nada!". ?Qu¨¦ boato y qu¨¦ fiesta! Antes no hab¨ªa nada.
X. He vivido una situaci¨®n parecida. Hace 10 a?os ¨¦ramos nosotros los que protest¨¢bamos, pero la diferencia es que nunca se hab¨ªa alcanzado el nivel de ahora. Nos han dicho de todo, incluso tramposos. Antes la prensa era m¨¢s objetiva. Ahora todo es opini¨®n: que si este ha jugado bien o mal, y quienes lo dicen son periodistas. Y a la que metes un gol, sale en todo el mundo.
S. El Madrid tiene que elegir una l¨ªnea, un tipo de juego, un sistema, y no dar bandazos. Mourinho debe tomar una direcci¨®n. Cuando se fue al Inter, Helenio Herrera ten¨ªa claro que quer¨ªa jugar al contragolpe y que yo fuera el que organizara y lanzara el juego para los puntas, dos jugadores que ten¨ªan que ser muy r¨¢pidos. Si cada uno hace su cosa, el equipo no funciona. Vosotros, en cambio, todos hac¨¦is la misma cosa.
X. Tenemos a seis, siete futbolistas que piensan igual. A Mourinho le vale todo para ganar. Guardiola, en cambio, hace que el juego evolucione y domina mucho el tema t¨¢ctico. Sabe poner a tres zagueros para salir jugando la pelota, intenta encontrar la superioridad en el centro del campo, siempre sabe d¨®nde est¨¢ el hombre libre... Controla todos los detalles.
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