La primera dama del Renacimiento
Uno de los grandes retratos de Leonardo da Vinci llega a Espa?a entre excepcionales medidas de seguridad - 'La dama del armi?o' raramente abandona Polonia
Podr¨ªa ser el arranque de una fenomenal trama de intriga diplom¨¢tico-art¨ªstica: el lunes 30 de mayo, a las 16.00, un avi¨®n militar procedente de Polonia aterrizar¨¢ en el aeropuerto de Torrej¨®n. Desde ese momento, un equipo de unas 12 personas, entre restauradores y pol¨ªticos, velar¨¢ por un tesoro pict¨®rico de inconmensurable valor. El tesoro merecedor de tantas atenciones es La dama del armi?o, una de las obras fundamentales de la exigua producci¨®n art¨ªstica de Leonardo da Vinci y, por extensi¨®n, una de las grandes joyas del Renacimiento italiano.
Relucir¨¢ como la estrella de la exposici¨®n de La edad de oro de Polonia (desde el 3 de junio en el Palacio Real de Madrid) y, a buen seguro, contar¨¢ como uno de los acontecimientos art¨ªsticos de la temporada. No es com¨²n que piezas de este relieve viajen. Y esta no es precisamente una excepci¨®n. Tras recalar en la capital, se aprovechar¨¢ el abandono del hogar (el Museo Czartoryski de Cracovia) para que visite Berl¨ªn y la National Gallery de Londres. De vuelta en casa, no volver¨¢ a dejarla en un plazo m¨ªnimo de 15 a?os.
Para lograr la visita de la tabla han intervenido el Rey, la ministra y Zapatero
Pero antes, la dama debe cumplir sus obligaciones en Espa?a. La tabla -de 54,8 por 40,3 cent¨ªmetros, pintada hacia 1490- se instalar¨¢ en una sala noble del palacio, especialmente acondicionada para alojar una pieza que revolucion¨® el arte del retrato por variadas e inmateriales razones que incluyen ese movimiento en espiral que asciende por la cabeza; el estudio anat¨®mico de las manos, el rostro y el cuello; ese aire que se dir¨ªa tangible (el famoso sfumato) y, sobre todo, su arm¨®nica e imperecedera belleza renacentista.
El equipo de especialistas en cristales blindados que crear¨¢n una urna-marco para garantizar las condiciones id¨®neas para la pintura, el panel de 40 cent¨ªmetros de fondo pensado para no alterar la contemplaci¨®n del cuadro, los 30.000 euros del viaje, costeados entre los tres pa¨ªses beneficiarios de la visita... Todo es poco para preservar una tabla que, si bien ha sobrevivido dos guerras mundiales, expolios nazis e intentos de agresi¨®n, se mantiene en ¨®ptimas condiciones.
?Un milagro? Nicol¨¢s Mart¨ªnez-Fresno, presidente de Patrimonio Nacional, prefiere reservar esa palabra para definir la llegada a Espa?a de la tabla. En el proceso de seducci¨®n de tan venerable dama han intervenido personalmente desde el presidente Zapatero a la ministra ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde o el propio rey Juan Carlos, quien contempl¨® hace a?os en Washington la obra de Leonardo y conoce personalmente al pr¨ªncipe Czartoryski, singular propietario de la obra y del resto de una valios¨ªsima colecci¨®n depositada en el museo de Cracovia.
"La historia de este cuadro", explica Mart¨ªnez-Fresno, "ha corrido casi paralela a la de la propia Polonia". La peripecia a la que se refiere el director incluye episodios como el hallazgo en 1939 en las catacumbas de un castillo polaco y su posterior requisici¨®n por las fuerzas invasoras nazis, que la enviaron al Museo del Kaiser Friedrich en Berl¨ªn. En 1940, Hans Frank, general del Gobierno de Polonia, exigi¨® la restituci¨®n del tesoro a la ciudad de Cracovia, lo que, en la ignominiosa pr¨¢ctica, supuso que esta acabase adornando la villa privada del militar.
La suerte de la pintura previa al muy convulso siglo XX comenz¨® en realidad en Mil¨¢n. Leonardo la cre¨® por encargo del duque Ludovico El Moro. La dama es Cecilia Gallerani, tan bella como joven amante del duque, retratada con 17 a?os, cuando Leonardo contaba poco m¨¢s de 40. Las sucesivas restauraciones no han tocado la figura de la mujer, pero s¨ª han afectado a su fondo. Se sabe que el negro actual no es el original. Tampoco, la firma que aparece en la parte superior izquierda.
?Y el armi?o? El animal daba sobrenombre al duque. La ¨²nica pol¨¦mica que arrastra la obra es, precisamente, la naturaleza de la criatura: ?Es una comadreja? ?Un hur¨®n? ?Acaso una gardu?a?Ajeno a disquisiciones zool¨®gicas, la enigm¨¢tica mascota descansar¨¢ hasta septiembre en Madrid junto a 190 obras que testimonian la riqueza cultural de los fondos muse¨ªsticos de Polonia e incluyen tesoros firmados por artistas como Lucas Cranach o un bell¨ªsimo ¨®leo sobre tabla, Ni?a en un marco, del Rembrandt maduro.
Patrimonio Nacional, Fundaci¨®n Banco Santander y Acci¨®n Cultural Espa?ola (ACE) presentan la exposici¨®n La edad de oro de Polonia. Tesoros de las colecciones polacas s. XV - s. XVIII en las Salas G¨¦nova del Palacio Real de Madrid. Del 03.06.2011 al 04.09.2011
Una mujer viajada
- El rastro del retrato de Cecilia Gallerani desapareci¨® al morir la joven y hasta principios del XIX no se vuelven a tener noticias de la obra. Entonces pasa a formar parte de la colecci¨®n de la familia Czartoryski, en la que ya se contaban piezas de Rembrandt o Rafael.
- Tras la llegada de las tropas del zar vivi¨® el exilio en Par¨ªs, en el hotel Lambert. La guerra francoprusiana propicia su vuelta a Polonia. Desde 1876, presidi¨® el museo de Cracovia hasta la llegada de los nazis.
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