La historia de un pa¨ªs en 43.000 vidas
El 'Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol' ve la luz tras 12 a?os de intenso trabajo - La obra rastrea todos los ¨¢mbitos de la vida nacional desde el siglo III antes de Cristo
Un d¨ªa, la reina Isabel II acudi¨® a la oficina donde se cocinaba la actualizaci¨®n del gran Diccionario de Oxford de Biograf¨ªas Nacionales. En ese plural suyo tan singular inquiri¨®:
-?Aparecemos en ¨¦l?
-Afortunadamente, no, se?ora -le aclar¨® el coordinador de la obra.
La concurrencia, incluidos los Reyes, se ech¨® a re¨ªr ante la an¨¦cdota que ayer record¨® el hispanista brit¨¢nico John Elliott en la Real Academia de la Historia. Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa s¨ª figuran en el Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol, una herc¨²lea obra donde se pueden rastrear las vidas de 43.000 personajes notables de la historia de Espa?a.
A diferencia del brit¨¢nico, que solo da entrada a los fallecidos, el espa?ol incluye a todos los ilustres nacidos antes de 1950. Esta regla cronol¨®gica tiene dos excepciones: los integrantes de la familia real y los miembros del Gobierno, lo que hace que Bibiana A¨ªdo, exministra de Igualdad, sea la persona m¨¢s joven del diccionario.
Luis Su¨¢rez escribe sobre Franco y Stanley G. Payne sobre la Pasionaria
La colecci¨®n rescata tambi¨¦n a quienes hicieron la historia en segunda fila
Si el Rey hubiera querido leer en los vol¨²menes que le regalaron qu¨¦ ha hecho en la vida tampoco habr¨ªa podido. De momento se han impreso los primeros 25 tomos, que llegan hasta la letra hache, y la entrada de Juan Carlos I, escrita por su bi¨®grafo oficial, Vicente Palacio, figura en la jota. Los 25 libros restantes que completar¨¢n la colecci¨®n estar¨¢n listos a mediados de 2012.
En poner en pie la informaci¨®n se ha tardado una d¨¦cada, aunque el retraso es de siglos si se tiene en cuenta que en los estatutos de la Real Academia de la Historia de 1738 ya figuraba el mandato real para elaborar un Diccionario Hist¨®rico-Cr¨ªtico Universal que incluyese una secci¨®n de "varones ilustres". Espa?a tampoco se sum¨® a la corriente europea del XIX para dotarse de una biograf¨ªa nacional, inaugurada por Suecia y continuada por otros pa¨ªses como Reino Unido.
Finalmente, en 1998, cuando Gonzalo Anes asumi¨® la direcci¨®n de la academia, cuaj¨® la idea, materializada gracias al ininterrumpido apoyo financiero del Gobierno -primero del PP y luego del PSOE-, que ascendi¨® en total a 6,4 millones de euros. "Por fin Espa?a dispone de un registro biogr¨¢fico sistem¨¢tico y bien documentado de muchas de las figuras que han contribuido a forjar los ¨¦xitos del pa¨ªs, tanto en los buenos tiempos como en los malos", elogi¨® Elliott, que aporta las rese?as de Felipe IV y el conde-duque de Olivares.
Durante sus investigaciones pasadas sobre estos personajes, Elliott hab¨ªa acusado la carencia de "un buen libro de consulta". ?Qui¨¦nes est¨¢n? Todas las personalidades de primera fila, pero tambi¨¦n aquellos que hicieron historia desde las filas de atr¨¢s. Muchas de ellas han sido literalmente rescatadas del cesto del olvido. "Ocurre como con las cerezas, que al querer sacar una salen cuatro o cinco", compar¨® Anes, autor de unas 40 biograf¨ªas, incluidas algunas imprevistas que llegaban de la mano de las previsibles.
La instituci¨®n invit¨® a algunos hispanistas a sumarse a la obra. Adem¨¢s de Elliott, escriben el franc¨¦s Joseph P¨¦rez y el estadounidense Stanley G. Payne, que ha redactado la biograf¨ªa de la Pasionaria. Hay, por el contrario, algunas ausencias notorias entre los historiadores que m¨¢s han investigado el siglo XX espa?ol, como el brit¨¢nico Paul Preston, autor de una biograf¨ªa de Franco, o los espa?oles Santos Juli¨¢ -el gran experto en Manuel Aza?a- y Juli¨¢n Casanova. La rese?a de Franco ha sido redactada por Luis Su¨¢rez, el ¨²nico historiador que tuvo acceso a los archivos de la Fundaci¨®n Francisco Franco antes de su digitalizaci¨®n, mientras que la de Manuel Aza?a ha sido escrita por Carlos Seco Serrano.
El personaje hist¨®rico m¨¢s antiguo es Istolacio, un caudillo militar del siglo III antes de Cristo, citado en textos romanos. El m¨¢s joven, ya se ha dicho, Bibiana A¨ªdo. En este qui¨¦n es qui¨¦n figuran reyes, estadistas, pol¨ªticos, artistas, cient¨ªficos o deportistas. El Diccionario ha servido para aclarar malentendidos y disipar nebulosas intencionadas. "Los toreros sol¨ªan adelantarse la fecha de nacimiento para poder tomar la alternativa y las folcl¨®ricas sol¨ªan retrasarla", coment¨® Jaime Olmedo, director t¨¦cnico de la obra.
Olmedo, fil¨®logo de formaci¨®n, fue fichado por la Real Academia de la Historia por su mano para las misiones imposibles: ¨¦l hab¨ªa coordinado el Diccionario Panhisp¨¢nico de Dudas de la Real Academia Espa?ola.
En la obra han colaborado las academias iberoamericanas de la Historia porque se incluyen personajes de ultramar destacados durante la etapa virreinal . Y los hist¨®ricos de un poquito antes y un poquito despu¨¦s, es decir, los caciques precolombinos y los pr¨®ceres de las independencias. Tal vez uno de los mayores contribuyentes a la obra es el acad¨¦mico chileno Javier Barrientos, autor de 944 biograf¨ªas.
Menos mujeres que en el de Oxford
- De las 43.000 entradas, alrededor de 3.800 corresponden a mujeres. Es un porcentaje inferior al del Diccionario de Oxford, que cuenta con un 10%. El desequilibrio, seg¨²n Jaime Olmedo, arranca en el XIX: "Hubo m¨¢s mujeres notables en el ¨¢mbito brit¨¢nico".
- La tirada inicial es modesta: mil ejemplares. La Real Academia de la Historia decidi¨® asumir la labor de edici¨®n para ser due?a del contenido y de los tiempos. Las editoriales contactadas no les permit¨ªan colgar los contenidos en Internet. Los textos estar¨¢n en la Red, aunque no por ahora.
- De momento, la colecci¨®n solo se puede comprar por suscripci¨®n en la Real Academia de Historia. Cuesta 3.500 euros y no puede trocearse. Cada volumen consta de 850 p¨¢ginas.
Babelia
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