Lecciones de etolog¨ªa humana

Amanece en la selva (urbana) que fuera anta?o jard¨ªn del Ed¨¦n. El se?or Ad¨¢nez se despereza, sale de su cub¨ªculo hecho un gallo Claudio, marca su territorio orinando, picotea su desayuno. A la llegada de su vecina, se pone en celo, se pavonea, la persigue con la insistencia de un palomo... ?l es Patrice Thibaud; ella, Loretta Cravotta. Dos c¨®micos descomunales. A Philippe Leygnac, tercero en discordia, lo trae en brazos un lagarto (Guillaume Romaine), metidito en una cesta: ?qu¨¦ mono! Ella lo adopta, aunque le destroza a mordiscos los bajos de las cortinas.

Jungles es un juguete c¨®mico mudo y un ejercicio de virtuosismo humor¨ªstico urdido a la manera de Jacques Tati, de J¨¦r?me Deschamps y de las pantomimas burlescas de Charles Chaplin y compa?¨ªa. Un espect¨¢culo ideal para desencajar la mand¨ªbula, inspirado en la humana animalidad: comemos como fieras, recibimos miradas felinas, ponemos ojos de cordero degollado, tenemos que competir con buitres, firmamos contratos leoninos, nos creemos unos linces, cacareamos nuestros logros y somos cada d¨ªa m¨¢s burros.

Deber¨ªamos admitir que civilizaci¨®n no siempre es ant¨®nimo de barbarie y que ni el m¨¢s fiero de los predadores, saurios incluidos, produjo en su vida tantas v¨ªctimas humanas indefensas como el general Ratko Mladic en tres d¨ªas aciagos con solo dar una orden. Tenemos una memoria (hist¨®rica) de pez.

En Jungles los l¨ªmites entre especies se difuminan. Para obtener el afecto de la hembra deseada, su protagonista masculino es ora gato zalamero ora gorila, pero de suyo natural tiende a comportarse como un bestia. Leygnac es su cr¨ªa y su mascota a la vez: su huida final simboliza el deseo de ser piel roja, la llamada de la selva, el rechazo a la barbarie vestida de civilizaci¨®n y la esperanza de que cerca de la naturaleza encontraremos un futuro m¨¢s org¨¢nico, si no mejor.

Interpretaci¨®n virtuosa

El espect¨¢culo tiene desequilibrios compensados por el virtuoso trabajo interpretativo. Patrice Thibaud, enciclopedia del gesto preciso, es capaz de definir una acci¨®n compleja en d¨¦cimas de segundo y de recrear a la vez el lugar donde se produce y los antagonistas que all¨ª se encuentran. Esa pantomima donde lucha en un barco pirata, se tira al agua para salvar a un n¨¢ufrago y se da de bruces con medusas, calamares y dem¨¢s fauna marina resulta antol¨®gica: una lecci¨®n de teatro a cuerpo limpio, del nivel de las que dictaba en Cocoric¨®. Loretta Cravotta lleva la comedia inscrita en los genes: es una de las pocas actrices capaces de tratar a Thibaud de t¨² a t¨². Tiene luz y estilo propios. Philippe Leygnac, multiinstrumentista acr¨®bata, es la bomba: toca el piano y la trompeta al mismo tiempo, y se sube por las paredes como quien camina por la acera.

Risas aparte, hay algo desconcertante en el tramo ¨²ltimo de Jungles: un par de n¨²meros o tres que podr¨ªan engarzarse en el conjunto con un prop¨®sito m¨¢s claro, un recurrir constante a los golpes gui?olescos en cabeza ajena y un cambio de registro ambiguo e irresuelto: la mujer recibe una tunda terrible fuera de campo, vuelve a escena tambale¨¢ndose, su hijo-mascota se da el piro visto el panorama y la pareja queda amargamente sola sin que se apuren las posibilidades dram¨¢ticas de un giro semejante ni se restituya tampoco el tono amable anterior.