La sombra del PP entra en convenio
Dirigentes empresariales entorpecen el acuerdo entre la patronal y sindicatos - Un documento difundido por la CEIM desat¨® las desavenencias
Era la noche del 17 de mayo. Justo la v¨ªspera en la que el comit¨¦ ejecutivo de la patronal CEOE exigi¨® a su presidente, Juan Rosell, que profundizara en la negociaci¨®n colectiva. Arturo Fern¨¢ndez cen¨® con los representantes en ese ¨®rgano ligados a la patronal madrile?a CEIM, que ¨¦l preside. Acudieron Jos¨¦ Antonio Segurado, del que hab¨ªa partido la idea, Juan Pablo L¨¢zaro, Jos¨¦ Miguel Guerrero, Francisco Aranda y Jes¨²s N¨²?ez. Estuvieron cuatro horas y concluyeron en que los avances eran muy t¨ªmidos y que as¨ª no se pod¨ªa firmar un acuerdo.
Al d¨ªa siguiente se produjo el comit¨¦ ejecutivo "m¨¢s intenso de los 32 a?os de CEOE", en palabras de Segurado. Hubo 40 intervenciones y, con multitud de matices, todas menos tres coincidieron en hacerle exigencias a Rosell. El pasado mi¨¦rcoles, se celebr¨® otro comit¨¦ ejecutivo (46 dirigentes) y junta directiva (220). La participaci¨®n fue menor, aunque en la misma l¨ªnea. Pero, en esta ocasi¨®n se acord¨® que otra junta directiva examine el texto antes de firmar.
La posici¨®n de la patronal madrile?a molest¨® a dirigentes patronales
Todo parec¨ªa consensuado. Pero, por la tarde, la CEIM difundi¨® un documento de 12 folios en su p¨¢gina web que desat¨® de nuevo las desavenencias. "Fue un pu?etazo encima de la mesa", explican fuentes empresariales. El texto es casi una enmienda a la totalidad de las conversaciones entre los secretarios generales de UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez, y CC OO, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, y Rosell. La patronal madrile?a muestra su malestar y expone una serie de exigencias, entre las que destacan el contrato ¨²nico con 20 d¨ªas de indemnizaci¨®n por despido y el convenio de empresa (descuelgue de los convenios colectivos).
Pero, quiz¨¢ lo m¨¢s sobresaliente fue el ¨²ltimo p¨¢rrafo, en el que reclama no firmar si no satisface "las exigencias de libertad y adaptabilidad que demanda el mercado" y da protagonismo al PP. El pacto dificultar¨ªa "la capacidad legislativa de quien, a futuro, deba afrontar las riendas de las necesarias reformas". Toda una declaraci¨®n de intenciones, de una organizaci¨®n, CEIM, que se pone en manos del PP y no disimula la afinidad con la presidenta madrile?a, Esperanza Aguirre.
En ese papel quien m¨¢s est¨¢ elevando el tono de la cr¨ªtica en los ¨®rganos internos no es el l¨ªder de la CEIM, Arturo Fern¨¢ndez, de quien Rosell cree que le han hecho una encerrona, sino el joven vicepresidente L¨¢zaro. Estar¨ªa reflejando una corriente que entiende que tras la derrota electoral del PSOE conviene esperar y no darle ni una pizca de aliento, al tiempo que entienden que el PP entender¨ªa mejor sus reivindicaciones. Otros, incluido Rosell, piensan que dif¨ªcilmente los sindicatos firmar¨ªan con un Gobierno del PP.
?Est¨¢ abanderando algo la CEIM? Seg¨²n Segurado, "ese ¨²ltimo p¨¢rrafo puede ser malinterpretado; pero es que nos hemos dado cuenta de que en el PSOE ya no hay nadie autorizado". Luego a?ade: "El comit¨¦ ejecutivo en el que se pidi¨® profundizar m¨¢s fue antes de las elecciones; en cualquier caso, la junta de la CEIM nos ha dejado muy poco margen de maniobra y firmar depende del contenido del papel que nos tiene que entregar". Es decir, si no se cumplen las premisas del documento, sobre todo en cuanto al contrato ¨²nico, dif¨ªcilmente la CEIM va a respaldar a Rosell, que para Segurado, "est¨¢ presidiendo de manera impecablemente democr¨¢tica y merece toda la lealtad del mundo".
La posici¨®n de la CEIM ha molestado a muchos dirigentes patronales, que se lo han hecho saber a Rosell. "Es un condicionante pol¨ªtico que parece teledirigido desde los flancos m¨¢s duros del PP", asegura una fuente sectorial, que recuerda que "ha metido en escena algo que no est¨¢ previsto en la negociaci¨®n colectiva, como son los contratos, para lo que precisamente existe una mesa ya constituida". Pero la CEIM no parece la ¨²nica organizaci¨®n patronal inc¨®moda. Hay varias molestas en la forma de conducir las conversaciones, la falta de informaci¨®n y la poca concreci¨®n de lo que se conoce. Algo extra?o cuando es verdad que Rosell ha pedido la opini¨®n por escrito a todas las organizaciones y les ha dado la posibilidad de expresarse como nunca hab¨ªa sucedido en la patronal. Por otro lado, tambi¨¦n se ve la larga mano del aparato, que no ha encajado la presencia de los despachos Garrigues, Cuatrecasas y Baker & Mackinsey como asesores.
A eso se une que otras facciones de la patronal no se muestran muy colaboradoras, quiz¨¢ pasando factura de las pasadas elecciones, o prefieren mantenerse neutras, como es el caso de algunos de los pesos pesados, como los vicepresidentes Javier Ferrer (Confemetal), Jes¨²s Terciado (Cepyme) y Pilar Gonz¨¢lez de Frutos (Seguros). Algunas sectoriales, como Miguel Mart¨ªn (Banca) o Luis Serrano (Qu¨ªmicas) han hecho un discurso constructivo al que parece apuntarse la mayor¨ªa y en el que destacan la importancia de avanzar y no tirar por la borda los avances logrados.
Todos coinciden, no obstante, en subrayar que Rosell se va a volcar hasta el final y una parte importante critica las posturas beligerantes como las de la CEIM. "Yo tengo que negociar y s¨¦ lo que pide la contraparte", les ha dicho Rosell, que ya se ha puesto a redactar el texto con el objetivo de firmarlo entre esta y la pr¨®xima semana. En juego est¨¢ un acuerdo que ser¨ªa el primero sobre negociaci¨®n colectiva en 30 a?os. Rosell, quiz¨¢ para satisfacer a los contestatarios, est¨¢ dispuesto a incorporar lo que en realidad quieren todos los empresarios, reducir el despido y ligar los salarios a la productividad.
Al final, los que m¨¢s ayudan a Rosell son M¨¦ndez y Toxo. "El problema es que hay un equipo de demolici¨®n con una subordinaci¨®n partidista [PP] que no para", dice una fuente sindical. "Parece que quieren esperar a que gobierne el PP", a?ade. La derrota del PSOE no ha ayudado "porque ha dado alas a los partidarios de esa teor¨ªa". Rosell tambi¨¦n ha tendido puentes con los grupos parlamentarios y est¨¢ convencido no solo de que es con el PSOE con quien se puede firmar, sino que Rajoy tambi¨¦n quiere encontrarse el acuerdo hecho.
"Si fallamos en esta reforma, nos arriesgamos a muchas cosas, incluso a que nos intervengan", reconoce el dirigente patronal, que recuerda la presi¨®n del memor¨¢ndum de la reforma exigida en Portugal como arma arrojadiza.
El pacto, pendiente de la redacci¨®n
Sindicatos y empresarios llevan tres meses y medio negociando la reforma de los convenios. En este tiempo ya han consumido un plazo legal, que marcaba la reforma para el 19 de marzo, y varios verbales. Pero el tiempo se ha agotado. El ministro de Trabajo, Valeriano G¨®mez, ha dejado claro que si no hay acuerdo el 10 de junio, el Gobierno no esperar¨¢ m¨¢s. "Los temas est¨¢n muy hablados y claros, falta concretar los t¨¦rminos", cuentan fuentes sindicales. Pero eso probablemente es la tarea m¨¢s dif¨ªcil: el diablo est¨¢ en los detalles.
Hay cuatro puntos b¨¢sicos sobre los que han girado las conversaciones. El primero de ellos es la flexibilidad interna de las empresas. UGT, CC OO y CEOE buscan la v¨ªa para agilizar los cambios en jornadas laborales, horarios o traslados. Las posiciones est¨¢n pr¨®ximas: las comisiones paritarias tienen que ganar protagonismo y agilidad cuando no hay acuerdo. Pero hay sectores de la patronal que reclaman que cuando el cambio sea coyuntural si no hay pacto tiene que prevalecer la decisi¨®n del empresario.
En el caso de la estructura y los niveles de negociaci¨®n (sectorial, provincial y empresarial), el pacto pasa por permitir que cada sector determine como quiere organizarse. No obstante, para satisfacer a quienes demandan que prevalezcan los convenios de empresa, los sindicatos y la patronal permitir¨¢n que los convenios sectoriales se puedan abrir en cualquier momento.
El punto que m¨¢s ha atra¨ªdo la atenci¨®n es el de la vigencia de los convenios una vez finalizado el plazo. Hasta ahora, se prorrogan de forma indefinida y autom¨¢tica hasta que hay un nuevo pacto. La salida que han buscado es la de fijar un periodo m¨¢ximo de negociaci¨®n y si pasado ese plazo no hay acuerdo, entrar¨¢ en escena un mediador.
El cuarto punto ha sido un invitado inesperado: las mutuas y el absentismo laboral. La patronal ha logrado aumentar el protagonismo de las mutuas en el control de las enfermedades, a cambio de ceder m¨¢s presencia a los sindicatos en estas entidades empresariales que gestionan dinero p¨²blico procedente de las cotizaciones sociales.
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