Mercado de barrio... ?Toma segunda!

En los mercados municipales importa el alma (el romanticismo, en ocasiones descascarillado, de los puestos tradicionales), pero sobre todo importa el dinero. Son un servicio p¨²blico fundamental para miles de vecinos, y por eso la responsabilidad final depende del Ayuntamiento, que se ha esforzado en adecentarlos y aplicarles cierta p¨¢tina de modernidad con un plan de modernizaci¨®n que ha afectado desde 2003 a 37 de los 46 que tiene la ciudad.

Para ello ha aportado algo m¨¢s de 40 de los 107 millones de euros que han costado las reformas. El resto lo han puesto los comerciantes, grandes o peque?os, que se encargan tambi¨¦n de su gesti¨®n.

Para amortiguar el golpe que suponen estos desembolsos, el Gobierno municipal ha aplicado dos estrategias en paralelo: por una parte, incorporar socios de mayor envergadura a cada mercado, medianas superficies respaldadas por empresas con m¨¢s potencia de tiro (econ¨®mico). El Ayuntamiento defiende que, lejos de hacer la competencia a los tenderos, reforzar¨¢n el magnetismo de unas instalaciones que se estaban quedando obsoletas.

La falta de inter¨¦s de los inversores fren¨® los dos proyectos en la pasada legislatura

El Ayuntamiento ha a?adido un 50% de espacio comercial al proyecto original

Por otra parte, ha enriquecido el mismo concepto de mercado, a?adi¨¦ndole otros usos que, adem¨¢s de seducir a los vecinos, puedan propulsar los ingresos comerciales. Que si un aparcamiento, que si una terraza o un restaurante, e incluso un gimnasio.

Pese a ello, el Gobierno municipal se las ha visto y deseado para encontrar a alguien interesado en acometer las tres grandes aventuras pendientes: la reforma del mercado de La Cebada, y la construcci¨®n de los nuevos centros de Las Tablas y Sanchinarro.

El primero de ellos sigue varado: los 150.000 vecinos del distrito Centro pasar¨¢n otro verano sin piscina, mientras el Ayuntamiento busca un inversor y aclara los l¨ªos administrativos para plantar un centro comercial y construir adem¨¢s el polideportivo (demolido con excesivo optimismo y premura), el nuevo mercado y el aparcamiento.

En Sanchinarro y Las Tablas no hay infraestructura previa, pero el problema y la urgencia son similares: decenas de miles de vecinos de estos nuevos barrios carecen de mercado, pero nadie parec¨ªa estar dispuesto a poner la ingente cantidad de dinero que requiere su construcci¨®n. El primero fue anunciado en 2006; el segundo, en 2008. Ambos deb¨ªan estar listos en la pasada legislatura.

Ahora, por fin, el Ayuntamiento cree que hay agua en la piscina, y se lanza a intentarlo de nuevo. Antes ha tenido que modificar los dise?os, toda vez que "no garantizaban la viabilidad y rentabilidad" a los posibles inversores. Una vez introducidos los cambios (que han incrementado hasta un 50% el espacio comercial sobre los planos originales), se ha comprobado que hay operadores interesados, garant¨ªa suficiente como para reactivar los proyectos.

La semana pasada el Gobierno municipal abri¨® el periodo de informaci¨®n p¨²blica de ambas instalaciones. Seg¨²n los c¨¢lculos del concejal de Econom¨ªa, Miguel ?ngel Villanueva, esta fase concluir¨¢ en junio. Luego, en un proceso paralelo pero independiente, se sacar¨¢ a concurso la concesi¨®n de cada mercado, con un periodo de explotaci¨®n de medio siglo (otro gui?o para reforzar su atractivo).

La ejecuci¨®n llevara cuatro meses, y las obras un a?o y medio en el caso de Las Tablas, y dos a?os en el de Sanchinarro. As¨ª, como muy pronto, y concediendo que no haya nuevos sobresaltos (que es mucho conceder, vistos los precedentes), los mercados estar¨ªan listos en el segundo semestre de 2013 y el primero de 2014.

Para entonces, el mercado de Las Tablas, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, podr¨¢ dar servicio a casi el doble de los 21.000 residentes que tiene ahora la zona, a los que se suman los 25.000 trabajadores de empresas de la zona. Ubicado en la avenida del Camino de Santiago, tendr¨¢ 7.294 metros cuadrados repartidos en cuatro alturas (dos, bajo rasante). En total, ser¨¢n 96 plazas de aparcamiento, 17 locales de alimentaci¨®n en la planta baja (el mercado tradicional), y nueve locales de servicios y productos no alimentarios en la planta primera. En el s¨®tano habr¨¢ un supermercado, y en la terraza un restaurante. El Ayuntamiento estima el coste en algo m¨¢s de 7,6 millones de euros.

El mercado de Sanchinarro, en el distrito de Hortaleza, costar¨¢ en principio 25,9 millones. En la zona viven 32.000 personas, que en el futuro ser¨¢n 46.000. Es una instalaci¨®n mucho m¨¢s ambiciosa: 26.835 metros en seis alturas (dos, bajo rasante), 52 puestos de peque?o comercio, supermercado, una mediana superficie no alimentaria, dos restaurantes, un gimnasio y 399 plazas de garaje.

Reci¨¦n inaugurado el mercado de San Ant¨®n, el Ayuntamiento ha prometido modernizar los de Alto de Extremadura, Bami, Embajadores, Los Mostenses, Orcasur, Prosperidad, San Pascual, Villa de Vallecas y Villaverde Alto. Ha comenzado con el primero, que costar¨¢ 2,4 millones (el 30%, con fondos municipales).