El Incas¨°l pregunta a sus empleadas, en plenos recortes, si est¨¢n embarazadas

El Instituto Catal¨¢n del Suelo (Incas¨°l), que a finales de marzo despidi¨® a 22 trabajadores, envi¨® la semana pasada una notificaci¨®n en la que ped¨ªa a las trabajadoras que comunicaran a la direcci¨®n si estaban embarazadas y en qu¨¦ semana de gestaci¨®n se encontraban, seg¨²n indica el documento al que ha tenido acceso EL PA?S. Los sindicatos confirman que el Incas¨°l hizo llegar a los empleados el requerimiento a trav¨¦s de su Intranet.

Xavier Casas, delegado de UGT para las empresas de la Generalitat, afirma que la comunicaci¨®n fue recibida por las trabajadoras con gran preocupaci¨®n, "dado el clima casi de p¨¢nico que se vive en el Incas¨°l por los ¨²ltimos despidos". La direcci¨®n se ampar¨® en la Ley de Riesgos Laborales para solicitar esa informaci¨®n, aunque seg¨²n Ana Tom¨¦, abogada del Collectiu Ronda, la empresa "no tiene ninguna necesidad de conocer un aspecto tan delicado de la vida ¨ªntima y lo que tiene que hacer es garantizar la seguridad en el puesto de trabajo para todo el mundo".

La empresa p¨²blica ha despedido recientemente a 22 trabajadores

Un portavoz del Departamento de Territorio de la Generalitat, del que depende la empresa, afirma que la comunicaci¨®n se hizo para prevenir riesgos tras registrarse dos casos de tuberculosis en una de las sedes de la empresa, que se inform¨® a los sindicatos y que "no tiene nada que ver con los despidos".

En opini¨®n de Tom¨¦, sin embargo, "aun suponiendo que haya alg¨²n riesgo, lo que tiene que hacer la empresa es notificar a todas las trabajadoras que existe, pero sin solicitar informaci¨®n ¨ªntima", y "emplazarlas a que emprendan las medidas de protecci¨®n oportunas, seg¨²n su estado". La abogada a?ade que preguntarles si est¨¢n embarazadas "vulnera el derecho a la intimidad de las trabajadoras".

Los sindicatos afirman, adem¨¢s, que aun trat¨¢ndose supuestamente de una medida de protecci¨®n ante un riesgo de infecci¨®n concreto, "no tiene sentido que se env¨ªe a los empleados de todos los centros de trabajo, incluidos aquellos sin contacto directo con los casos". Tom¨¦ defiende el "derecho de las trabajadoras a negarse en rotundo a aportar esa informaci¨®n" y adem¨¢s afirma que "antes de llegar a eso tienen derecho a no ser preguntadas, porque eso ya puede acarrearles consecuencias psicol¨®gicas".

La notificaci¨®n, que apareci¨® en la web para empleados del Incas¨°l, a?ad¨ªa que de forma "opcional" las trabajadoras pod¨ªan presentar tambi¨¦n un informe m¨¦dico que acreditase el estado y la semana de gestaci¨®n. La "torpeza" de la redacci¨®n, seg¨²n los sindicatos, provoc¨® revuelo entre las trabajadoras, que no est¨¢n seguras de si la comunicaci¨®n del embarazo en s¨ª es obligatoria.

Esto llev¨® a que en una reuni¨®n que mantuvieron los trabajadores a finales de la semana pasada se compartieran inquietudes. Aseguran que a¨²n no han tenido una explicaci¨®n sobre los motivos de la notificaci¨®n.

La plantilla de Incas¨°l acogi¨® todo este revuelo en medio de un clima de incertidumbre sobre el futuro de muchos puestos de trabajo de la empresa y poco despu¨¦s de que se despidiera a 22 personas y de que algunas de ellas denunciaran a la entidad p¨²blica por considerar que su despido no estaba justificado. Un trabajador de la empresa asegur¨® que la petici¨®n fue recibida por los empleados con "malestar" y que llega en un momento "muy inoportuno, ante las probables reducciones de plantilla".

Seg¨²n Xavier Casas, los despidos que hubo en el Incas¨°l en marzo fueron "absolutamente aleatorios y sin sentido, y son el mejor ejemplo de lo que no debe hacer una empresa p¨²blica". Afirma, adem¨¢s, que la direcci¨®n de la empresa contribuye a acrecentar el des¨¢nimo entre la plantilla porque "act¨²a con una actitud desp¨®tica y se niega a recibir a los representantes de los trabajadores y a facilitarles informaci¨®n".