La victoria sobre el tiempo

Oskar Tejedor (Legazpi, 1968) se adentr¨® en el universo de la obra y la persona del modisto Crist¨®bal Balenciaga (Getaria, 1895-Valencia, 1972), fascinado por su elegancia y plasticidad. El realizador ten¨ªa dos preguntas clave para darle vida a un documental sobre Balenciaga: ?qui¨¦n era ese hombre que en 50 a?os de carrera profesional nunca concedi¨® una entrevista? y ?c¨®mo la obra de uno de los principales creadores de la historia del dise?o de moda ha vencido a lo ef¨ªmero?

Durante dos a?os, el cineasta, autor del premiado documental Cuidadores, toc¨® las puertas de quienes trabajaron o conocieron al autor que revolucion¨® la moda femenina. Muchas de ellas no se le abrieron. "En 2008, hab¨ªa saltado por los aires la gesti¨®n fraudulenta del Museo Balenciaga [que se inaugura la pr¨®xima semana] y no recib¨ª nada de ayuda para investigar. Solo Givenchy y Sonsoles D¨ªaz de Rivera [patronos de la Fundaci¨®n y amigos personales del modisto] colaboraron", recuerda ahora Tejedor.

El realizador viaj¨® a Francia, EE UU e Inglaterra para investigar sobre el modisto

"Fue constante, perfeccionista y, sobre todo, coherente", se?ala Tejedor

As¨ª, inici¨® un recorrido por Francia, Inglaterra y EE UU en busca de testimonios de dise?adores, clientas y empleados de Balenciaga. Hasta cinco veces tuvo que viajar a Par¨ªs para que Emanuel Ungaro, receloso, accediese a hablar sobre su amigo. Y en Texas encontr¨® a esposas de magnates del petr¨®leo que tras la II Guerra Mundial fueron compradoras de alta costura.

Tejedor ten¨ªa claro que su documental, Balenciaga, permanecer en lo ef¨ªmero, presentado la semana pasada en Madrid, deb¨ªa contar con testimonios de primera mano: "No me interesaban las leyendas alrededor suyo, que las hay muchas; me interesaba informaci¨®n lo m¨¢s fidedigna".

El hilo conductor del filme, coproducido por Francia, Espa?a y Holanda, es la construcci¨®n de un traje de Balenciaga de los a?os cincuenta. Juan Mar¨ªa Emilas, disc¨ªpulo del modisto guipuzcoano, confecciona una prenda sobre el cuerpo de D¨ªaz de Rivera, tal y como se hac¨ªa antes. El documental desgrana c¨®mo se fabrica a mano el vestido y c¨®mo se va ajustando sobre el cuerpo de la clienta. "Parto de la confecci¨®n del vestido para hacer un viaje por la vida, la obra y su repercusi¨®n para la moda hasta hoy", explica el realizador.Tejedor se hizo preguntas, pero tambi¨¦n logr¨® respuestas. Sobre la obra de Balenciaga, sus clientas destacan "la simplicidad, la comodidad, la innovaci¨®n del tejido y su uso. La arquitectura de sus vestidos dotaba de personalidad a las mujeres tal y como ¨¦l las conceb¨ªa", recalca Tejedor. Como persona fue "constante, perseverante, perfeccionista y, sobre todo, coherente desde el principio hasta el final. Un hombre respetado por creadores y modelos".

El documental, un proyecto "rentable en lo humano, pero poco en lo econ¨®mico", seg¨²n su autor, inicia ahora una gira en la que ser¨¢ proyectado en varias ciudades de Espa?a, junto a conferencias y desfiles en torno a la obra del dise?ador.