Entre la decepci¨®n y la verg¨¹enza
Algunos autores del 'Diccionario Biogr¨¢fico' lamentan que la falta de rigor de la Real Academia de la Historia haya contaminado una obra "tan necesaria"
La labor de m¨¢s de 5.000 bi¨®grafos, tres siglos de espera y 10 a?os de trabajo ha quedado en entredicho merced a la tendenciosa selecci¨®n de los encargados de escribir algunas de las voces sensibles del Diccionario Biogr¨¢fico de la Real Academia de la Historia. Muchos de los colaboradores del propio Diccionario se sienten entre decepcionados y avergonzados por la falta de rigor de la instituci¨®n que recurri¨® a ellos y de la que recibieron unas estrictas reglas de estilo destinadas a garantizar la neutralidad de los textos en una obra de consulta pagada con 6,4 millones de euros de dinero p¨²blico, aportados desde 1999. Hoy, la Junta General de la RAH decidir¨¢ si revisa "un subconjunto de entradas a la vista del debate".
"Habr¨ªa que retirar la edici¨®n y hacer una nueva corregida", dice Garc¨ªa Posada
"Las normas que nos dieron era muy concretas y muy articuladas, impecables", recuerda ?ngel Luis Prieto de Paula, autor de las biograf¨ªas de, entre otros, Tom¨¢s de Iriarte y Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald. Para este catedr¨¢tico de Literatura de la Universidad de Alicante eran las ideales para conseguir la "homogeneidad" que necesitaba una obra "muy necesaria" para la cultura espa?ola, "sobre todo en tiempos de abuso de la Wikipedia". El resultado, contin¨²a, es que "unas entradas escandalosas, una gota de caf¨¦ en un cubo de leche, ha terminado desautorizando el boque entero; de ah¨ª el disgusto".
La mayor¨ªa de los autores coinciden en la bondad de la empresa y en la idoneidad de las normas de estilo. Todos, de Jos¨¦-Carlos Mainer a Fernando Valls, lamentan que hayan sido algunos acad¨¦micos los que han terminado por emborronar el trabajo de muchos otros especialistas. "Sorprende que los propios acad¨¦micos no hayan respetado sus propias reglas", dice Jos¨¦ Luis de la Granja, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad del Pa¨ªs Vasco y autor de las biograf¨ªas de Sabino Arana y Jos¨¦ Antonio Aguirre. "Tambi¨¦n sobre un personaje como Arana hay visiones antag¨®nicas y yo he sido as¨¦ptico, he utilizado datos comprobados y no he emitido juicios de valor. Se trataba de hacer algo neutro, ni apolog¨¦tico ni denigratorio. Por eso me siento molesto, defraudado".
Tambi¨¦n, contin¨²a, "porque es una obra ¨²nica que estaba pendiente desde el siglo XVIII y que ha llevado una d¨¦cada de trabajo. Es una pena que ese enorme trabajo desmerezca por unas pocas entradas. El problema es que son importantes y de la historia reciente. Todav¨ªa viven muchas v¨ªctimas del franquismo y otras siguen enterradas en las cunetas. El tema est¨¢ a flor de piel y tratar a Franco como lo hace Luis Su¨¢rez es una aberraci¨®n. Muchos colaboradores nos sentimos enga?ados, perjudicados". "Es un desprop¨®sito el texto de Luis Su¨¢rez pero lamento que se est¨¦ demonizando el Diccionario entero", se queja Antonio Serrano, latinista de la Universidad de C¨¢diz, que ha escrito tres biograf¨ªas de personajes del siglo XVI.
Miguel Garc¨ªa Posada, cr¨ªtico literario, firma la rese?a de Federico Garc¨ªa Lorca. No esconde su indignaci¨®n por lo que est¨¢ trascendiendo: "Se ha elegido a gente problem¨¢tica y el resultado es problem¨¢tico. Ni Gonzalo Anes ni los dem¨¢s ten¨ªan antecedentes s¨®lidos para asumir esta obra".
"Da cierto pudor aparecer en una obra tan necesaria y que parcialmente ha terminado teniendo una orientaci¨®n pol¨ªtica tan vergonzosa", dice el cr¨ªtico literario Alejandro Duque Amusco, autor de las entradas dedicadas a Vicente Aleixandre, D¨¢maso Alonso y Carlos Bouso?o. "Alguna responsabilidad tienen los que han dirigido la obra. Es evidente que ha faltado el control institucional. Aunque nadie toc¨® mi texto, s¨ª recib¨ª sugerencias menores que indican que alguien lo ley¨® con cuidado. Supongo que lo mismo se podr¨ªa haber hecho con Franco". Prieto sospecha que los errores no son inocentes cuando algunas entradas "sensibles" no se ha encargado a especialistas: "Si el que comete errores es una autoridad en la materia, la culpa es suya; si el autor no lo es, la responsabilidad es de la instituci¨®n. Falta que la Academia asuma eso".
La autora de la biograf¨ªa de Luis Bu?uel, la historiadora y cr¨ªtica de arte Chus Tudelilla, cree que "tendr¨ªa que haber habido un equipo de lectura obligada de todo lo que recib¨ªan y que hubiese examinado con especial atenci¨®n los casos m¨¢s conflictivos". Ella firm¨® el contrato en 2006. Cada biograf¨ªa se abon¨® seg¨²n su extensi¨®n: las m¨¢s escuetas, de un folio, se pagaron a 40 euros.
Con parte de la obra en la calle, ?qu¨¦ hacer? "Todos los colaboradores deber¨ªamos exigir que revisasen esas entradas especialistas en cada autor, que los hay y muy buenos, ahora veo que intencionadamente ausentes de ese Diccionario, porque el resultado es indecoroso moral y cient¨ªficamente", dice Jos¨¦ Mar¨ªa Pozuelo Yvancos, catedr¨¢tico de Teor¨ªa Literaria de la Universidad de Murcia y autor de la biograf¨ªa de Claudio Guill¨¦n. Duque Amusco no cierra ninguna posibilidad: "Mi experiencia como autor de ediciones cr¨ªticas me dice que no es tan dif¨ªcil, aunque sea costoso, cambiar un fasc¨ªculo con errores o erratas graves". Garc¨ªa Posada corta por lo sano: "Habr¨ªa que retirar esta edici¨®n y hacer una nueva corregida. No tiene sentido que se distribuya una edici¨®n con inexactitudes notorias".
El autor, que se abstenga de opinar
Extractos de las normas remitidas por la RAH a los autores de las biograf¨ªas para lograr textos objetivos:
- "Se expondr¨¢ el desarrollo de la vida del biografiado con precisi¨®n, sobriedad y buen gusto, sin exagerar ni menguar, de manera que el lector se haga cargo del perfil".
- "Se recoger¨¢ la opini¨®n o juicio que se ha formado del personaje a lo largo de la historia, seg¨²n proceda. El autor de la biograf¨ªa se debe abstener de dar su propia valoraci¨®n. La redacci¨®n ha de ser neutra; la opini¨®n del redactor (...) no debe traslucirse en la biograf¨ªa".
- "Los datos de las biograf¨ªas ser¨¢n objetivos y documentados evitando la incursi¨®n en terrenos de subjetividad o hip¨®tesis".
- "Las biograf¨ªas se centrar¨¢n en lo que podr¨ªa denominarse historia externa del individuo, que es la serie de acontecimientos o actos de su vida, en lugar de centrarse en la exposici¨®n y an¨¢lisis de su psicolog¨ªa y car¨¢cter".
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