Los pragm¨¢ticos no pueden con Sol
Los partidarios de retirarse a los barrios antes de que la situaci¨®n se deteriore empiezan a perder la batalla frente a un n¨²cleo duro inmovilista
Los acampados en Sol, el movimiento de ciudadanos indignados que lleva casi tres semanas ocupando el centro de la ciudad, pierde consenso. Pierde apoyos, pierde gente. Gana problemas, discusiones. "Es normal, somos una iniciativa joven que debe afinarse poco a poco y es verdad que ahora hay varias fracciones que no llegan a acuerdos", explica una de las pioneras.
Las desavenencias entre ellos cada vez son m¨¢s agrias y frecuentes (las feministas denunciaron ayer "agresiones sexuales" e "intimidatorias"). Y los concentrados que participan en las asambleas, menos numerosos. Ayer, a la de comit¨¦s asistieron unas 30 personas. Casi a las doce de la noche los de infraestructuras segu¨ªan discutiendo -ajenos a la infructuosa asamblea que discurr¨ªa a pocos metros- c¨®mo ser¨¢ la reestructuraci¨®n del campamento.
Las desavenencias entre ellos cada vez son m¨¢s agrias y frecuentes
La deserci¨®n de aquellos m¨¢s pragm¨¢ticos que consideran que es el momento de retirarse "a los barrios antes de que todo se deteriore" ha dejado en Sol una amalgama de voces discrepantes que, adem¨¢s, deben tamizarse por el ralentizador sistema asambleario que eterniza cualquier debate. Una circunstancia que lleva a algunos a preguntarse qu¨¦ suceder¨¢ cuando "el movimiento se pase de moda" y pierda el favor de la opini¨®n p¨²blica.
Una circunstancia que est¨¢ ocurriendo incluso entre algunos de los acampados que consideran el tema de "la seguridad" como un problema capital. Tambi¨¦n la desinformaci¨®n. "Cre¨ªa que hab¨ªamos aprobado levantar las tiendas durante el d¨ªa e irnos poco a poco a los barrios", comentaba un portavoz. Pero la realidad es que un peque?o n¨²cleo de los acampados, que por otra parte ni siquiera amaga con levantarse a escuchar las reuniones, no tiene la menor intenci¨®n de hacer nada. Nada de nada. Solo esperar una intervenci¨®n policial que cada d¨ªa se da m¨¢s por segura.
"Hay varias maneras de ver el futuro y debemos conseguir llegar a un acuerdo entre ellas", explicaba, fiel al discurso moderado, una de las portavoces de primera hora. Sin embargo, la idea de dejar un punto de informaci¨®n como s¨ªmbolo y abandonar el lugar, la m¨¢s popular entre buena parte de los pioneros del movimiento, ya no tiene posibilidades de triunfar a corto plazo. Ahora el debate se circunscribe a c¨®mo colocar los distintos puestos y si cocinas debe estar junto a feminismo o si debe ubicarse cerca de la carpa propalestina. El n¨²cleo duro de Sol est¨¢ ganando.
Fuentes policiales confirmaron ayer que el n¨²mero de personas que amanecieron ayer en la Puerta del Sol fue casi el doble que el d¨ªa anterior: unos 300 frente a los 180 del mi¨¦rcoles, informa F. J. Barroso. La polic¨ªa cree que el grupo de unos 50 radicales que ha identificado se dedica a boicotear cualquier intento de avance en el desmantelamiento del campamento. Eso ha sumido "en el caos interno" a los congregados, que no tiene f¨®rmulas de consenso para llegar al desalojo pac¨ªfico. Uno de los problemas a los que se enfrentan los agentes es que los concentrados est¨¢n haciendo una llamada a que se unan a ellos personas procedentes de otras concentraciones del territorio espa?ol. "Cuando decidan disolverse, seguro que tenemos a ese grupo de irredentos que insistir¨¢n en quedarse a toda costa", a?adieron fuentes policiales.
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