Plaza de la Fe de Vida
Siempre he sido un sentimental; por eso supongo que con los a?os quiz¨¢s me est¨¦ volviendo un bizcoch¨®n de l¨¢grima f¨¢cil. Todo es posible, pero el desalojo de los indignados de la Plaza de Catalunya, el pasado viernes, fue un flashback de lo vivido hace ya mucho tiempo, ilusoriamente escondido en el ba¨²l de los recuerdos. De verdad, por m¨¢s que lo he intentado, no consigo ponerme en la piel de los Mossos d'Esquadra que golpeaban a aquel gent¨ªo pacifico que solo se proteg¨ªa de los golpes con sus manos y sus brazos, que no entend¨ªa aquel desm¨¢n por parte de los uniformados, seguramente tan indignados por la crisis como ellos.
De verdad que por muy bizcoch¨®n que est¨¦ y m¨¢s esfuerzos que haga por ser pol¨ªticamente correcto, no entiendo que se pueda repartir estopa (que no significa repartir CD del grupo de Cornell¨¤, precisamente) a tanta gente pac¨ªfica, indefensa, hacendosa, cr¨ªtica, inteligente, imaginativa, harta, sensata y solidaria. De verdad que por m¨¢s esfuerzos que haga no logro entender, por mucha obediencia debida que exista en el reglamento, que alguien pueda golpear a tanto indefenso voluntario, a tanto pacifista de verdad. Cada fotograma que ve¨ªa en televisi¨®n me parec¨ªa que era como si alguien se dedicara a poner vallas en la acera cuando pasa un ciego, o derramara polen ante la cara de un al¨¦rgico. Desmesura de unos mossos que cumpl¨ªan ¨®rdenes de un guarecido en un despacho, mientras el president y el casi alcalde inmediato de Barcelona estaban en Londres so?ando con la cuarta europea. Siempre ha habido clases, aunque algunos quieran que no lo parezca.
Frente a la obediencia debida de los mossos, los otros mossos y no tan mossos, y bizcochones como un servidor, opon¨ªan su fe de vida, su testimonio presente y futuro, su resistencia pasiva, su indignaci¨®n templada, su gandhismo activo, su reflexi¨®n frente al guarecido en el despacho que se limitaba a mandarte a la porra (esto s¨ª es literal). El lunes estuve en la Plaza de Catalunya y no s¨¦ por qu¨¦, ya digo que estoy bizcoch¨®n, tarare¨¦ aquello de Pablo Milan¨¦s de la plaza liberada y lo de sentarse a llorar por los ausentes. Gracias al lucero del alba, todos estos siguen vivos y coleando. Y lo han demostrado desde el 15-M, aunque otros debatan perogrulladas, se enreden en su propia red o se l¨ªen a porrazos con los pac¨ªficos para que los violentos no tenga con qui¨¦n enfrentarse.
Aqu¨ª desde esta plaza, no ser¨¦ yo quien le pida a un Gobierno catal¨¢n, y mucho menos a un Gobierno nacionalista, que cambie el nombre de esta plaza, pero para m¨ª siempre ser¨¢ la Plaza de la Fe de Vida. Ser¨¢ mi subt¨ªtulo. O la Plaza de la Utop¨ªa, si quieren, "la incorregible, la que no tiene bastante con lo posible", que escribi¨® un catal¨¢n de pro, Joan Manuel Serrat. Eso y nada m¨¢s que eso es el 15-M. No le den m¨¢s vueltas al molino. Ni m¨¢s porrazos.
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