A la acampada de Sol le salen 'okupas'
Grupos sin inter¨¦s en el movimiento 15-M arruinan la convivencia en la plaza
Ellos siguen con sus bongos. Casi ocultos por el toldo, al fondo del campamento. La "tribu Quechua" permanece ajena a lo que sucede en la asamblea. Qu¨¦ m¨¢s les da. Mientras el resto, por no hacer ruido hacen gestos con las manos que representan, por ejemplo, asentimiento, ellos siguen el ritmo percusivo -bum, bum, bum- con atenci¨®n sentados en corro. No les importa el consenso. Ellos ya han tomado una decisi¨®n. No les mover¨¢ nadie. Excepto la polic¨ªa cuando toque. Son los okupas del Movimiento 15-M.
Un grupo de gente que no trabaja, no hace nada y nada le importa. Y que genera problemas de inseguridad al resto, seg¨²n se lamentan. La paradoja, aunque solo sea ling¨¹¨ªstica, es que una parte no anecd¨®tica del resto proviene del movimiento de autogesti¨®n y de los centros sociales okupados.
"?No trabajan y no mueven el culo, que hagan algo!", dec¨ªa uno de los acampados. "V¨¢monos y levantemos las tiendas antes de que sea demasiado tarde", advert¨ªa con malestar el portavoz de las asambleas de los barrios. Uno de ellos, dicen, sac¨® un hacha a pasear hace poco. Otros, dicen, arguyen que no tienen casa y que lo mismo les da estar en un sitio que en otro. El coraz¨®n democr¨¢tico del movimiento tiene un problema. No puede excluir a nadie. Pero ya est¨¢n hartos.
"La gente con m¨¢s experiencia quiere marcharse. Los que quieren quedarse son los que est¨¢n emocionados y no hacen un an¨¢lisis profundo", comenta un veterano. Hay excepciones. Hay pioneros partidarios de la permanencia. Pero son pocos. Y mientras, las enmiendas y contraenmiendas al plan del nuevo campamento siguen su proceso de tortuga.
Ayer hubo otra novedad en Sol. Lleg¨® gente de otras acampadas del resto del pa¨ªs. Y comentaron sus impresiones en otra asamblea que recuper¨® la salud multitudinaria. "Lo importante de este movimiento es que no sea instrumentalizado por nadie", resumi¨® el portavoz de A Coru?a. Y, por un momento, recuper¨® el esp¨ªritu que "la falta de consenso" y la recurrencia de "bloqueos" ha arrinconado en una esquina de Sol donde se junta "la tribu Quechua".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.