La 'E. coli' despista a Alemania
Pol¨ªticos y cient¨ªficos, desconcertados por la bacteria que ha causado 19 muertos - La OMS dice que el pepino espa?ol es inocuo - Un restaurante de L¨¹beck, investigado
?Qu¨¦ hab¨ªa en los famosos tres pepinos acusados de causar el brote de infecciones en el norte de Alemania? Oficialmente exculpados de haber provocado la ola de enfermedades y muertes, las autoridades locales que dieron la infundada alarma mantienen todav¨ªa que estaban contaminados de bacterias E.coli enterohemorr¨¢gicads (EHEC), da?inas para el ser humano. Flemming Scheutz, en cambio, no cree que fueran EHEC. Es decir, no cree que fueran hemorr¨¢gicas. Sino m¨¢s bien que "eran pr¨¢cticamente inocuas para los humanos". Las bacterias Escherichia coli son viejas conocidas de Scheutz: como director del centro de investigaci¨®n bacteriana de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) en Copenhague, el dan¨¦s mantiene con ellas el mismo trato ¨ªntimo que tenemos todos los humanos, pero tambi¨¦n una relaci¨®n profesional.
"Hay 'E. coli' en casi todos los alimentos", dice un experto de la OMS
Los investigadores dudan de que se llegue a encontrar la cepa de la infecci¨®n
La gesti¨®n de la crisis ha sembrado confusi¨®n y p¨¦rdidas econ¨®micas
Se sospecha de una fiesta celebrada en Hamburgo a principios de mayo
Los hechos: una bacteria E.coli enterohemorr¨¢gica (EHEC) del serotipo O104:H4 ha contagiado a miles de personas y sembrado la alarma en Alemania. Ha matado a 19 pacientes. Varios centenares est¨¢n ingresados, decenas de los cuales cayeron en coma. La peor consecuencia de una infecci¨®n es el s¨ªndrome ur¨¦mico hemol¨ªtico (HUS), que puede colapsar los ri?ones y es mortal en m¨¢s de un 5% de los casos. As¨ª que Hamburgo, una gran capital de la primera potencia europea, se ha convertido en el epicentro de una ola infecciosa cuya virulencia asombr¨® a los m¨¦dicos. El "gran esfuerzo" -econ¨®mico y de personal- que las autoridades invirtieron en encontrar el origen de la cepa solo ha conseguido, por ahora, sembrar confusi¨®n y provocar p¨¦rdidas multimillonarias a los agricultores espa?oles. No parece un saldo muy impresionante.
Cuando la preocupaci¨®n por el creciente n¨²mero de enfermos de EHEC empezaba a hacer mella en la opini¨®n p¨²blica, Hamburgo anunci¨® que hab¨ªan encontrado bacterias malignas en tres pepinos espa?oles. Tardaron cinco d¨ªas antes de desmentir, este martes, que la hortaliza espa?ola tuviera la culpa del brote infeccioso. La senadora (ministra) de Sanidad local, la socialdem¨®crata Cornelia Pr¨¹fer-Storcks, no ve en ello ning¨²n error. Tampoco el Gobierno de Angela Merkel. La salud p¨²blica, dicen, est¨¢ por encima de consideraciones econ¨®micas.
Se vio Pr¨¹fer ante un dilema comprensible: sus cient¨ªficos la informaron de que ten¨ªan pepinos espa?oles infectados por algo que pod¨ªa ser la causa del brote que les estaba atestando los hospitales. Ella decidi¨® anunciarlo. A pesar de que insisti¨® en su advertencia de no comer "pepino, tomates ni lechuga crudos", la percepci¨®n general fue que la culpa era solo del pepino espa?ol. Ni Pr¨¹fer ni el jefe del Instituto de Higiene de Hamburgo Hans-Joachim Breetz ni la ministra federal de Consumo, la socialcristiana b¨¢vara Ilse Aigner (CSU), hicieron gran cosa por disipar esa idea. Cuando por fin lo desmintieron, Breetz y la senadora no dejaron de insistir en que sus pepinos espa?oles estaban contaminados por peligrosas EHEC. No del mismo serotipo que provoc¨® la infecci¨®n, pero da?inas. Pr¨¹fer-Storcks lleg¨® a afirmar: "Si yo fuera la ministra de Sanidad de Espa?a, investigar¨ªa por qu¨¦ hay EHEC en verduras espa?olas".
?De qu¨¦ serotipo, entonces? Al tel¨¦fono desde una playa danesa, Scheutz se extra?aba ayer de que a¨²n no se sepa a ciencia cierta: "A m¨ª no me han mandado pruebas". ?Qu¨¦ da?o habr¨ªa causado en el consumidor? "Por lo que me dicta la experiencia y por lo que s¨¦ hasta ahora, casi seguro que ninguno". Scheutz, lo mismo que su colega hamburgu¨¦s Holger Rohde, cree que hubo "un fallo en la interpretaci¨®n de los resultados de laboratorio" en el Instituto de Higiene de Hamburgo. Hay "E. coli en casi todos los alimentos; se precipitaron".
Las advertencias contra los vegetales se basan en encuestas cient¨ªficas a los pacientes. Indican que comieron muchos vegetales crudos antes de caer enfermos. Eso es todo lo que se sabe, un mes despu¨¦s de que surgieran los primeros casos. Nadie ha visto la cepa de EHEC O104 m¨¢s que en los an¨¢lisis cl¨ªnicos. A excepci¨®n de Scheutz, los expertos consultados por este peri¨®dico son esc¨¦pticos respecto a las posibilidades de que se acabe encontrando la fuente de las infecciones. Tambi¨¦n duda Breetz, el hombre que crey¨® dar con la aguja de EHEC en el pepinar y hundi¨® con ello las exportaciones de verduras espa?olas. Las asociaciones del campo espa?ol dicen que perdieron cientos de millones de euros.
Ayer se dieron los m¨¢s recientes tanteos en busca de la fuente del brote. Un restaurante de L¨¹beck, 70 kil¨®metros al noreste de Hamburgo, "podr¨ªa dar la pista". Comieron all¨ª varias v¨ªctimas de la bacteria. Ayer, las autoridades no encontraron all¨ª rastro del EHEC, pero quieren investigar a los proveedores de comida. Otra sospecha se dirige a una fiesta de Hamburgo a principios de mayo.
En cuanto a las autoridades federales, observan un silencio atronador. De Aigner no se sabe nada. Mucho menos a¨²n del ministro de Sanidad, Daniel Bahr. Ni siquiera han habilitado un centro operativo federal de coordinaci¨®n en la lucha contra la enfermedad. Toca a diario mendigar datos de los m¨²ltiples centros implicados: el Instituto Robert Koch, la Oficina Federal de Evaluaci¨®n de Riesgos, el Instituto de Higiene de Hamburgo, los 16 ministros de Sanidad con sus correspondientes portavoces, las cl¨ªnicas universitarias... Y cada uno dice una cosa. No coinciden ni siquiera en el n¨²mero de muertos.
La poblaci¨®n, a tientas, se debate entre la indiferencia y la discreta aceptaci¨®n de las medidas higi¨¦nicas -no comer verduras crudas, lavarse las manos, etc¨¦tera-. Pero la magn¨ªfica estampa primaveral que ofrece Hamburgo en este soleado puente de la Ascensi¨®n no es la de una ciudad atemorizada. Ni por asomo.
Cr¨®nica de una desorientaci¨®n
- 16 de mayo. El pico del s¨ªndrome. El sistema de vigilancia epidemiol¨®gico Eurosurveillance muestra un significativo aumento de caos de s¨ªndrome ur¨¦mico hemol¨ªtico, la manifestaci¨®n m¨¢s grave de la infecci¨®n por Escherichia coli.
- 26 de mayo. Los pepinos culpables. Con tres muertos y miles de infectados por la bacteria, las autoridades sanitarias del Estado alem¨¢n de Hamburgo acusan p¨²blicamente de un brote de E. coli a los pepinos espa?oles (y a un tipo de pepino holand¨¦s) de ser el causante. La Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria, dependiente de Sanidad, identifica a empresas de M¨¢laga y Almer¨ªa. Espa?a empieza a inmovilizar lotes de pepinos.
- 27-30 de mayo. Descontrol y v¨ªa crucis del campo espa?ol. Mientras contin¨²an los an¨¢lisis, la alerta se extiende por todo el continente. Se paraliza pr¨¢cticamente la exportaci¨®n de verduras espa?olas a Centroeuropa y Rusia y, en menor medida, a Reino Unido. El Gobierno de Zapatero pone en duda que la verdura espa?ola sea la culpable en origen. La Junta de Andaluc¨ªa carga contra las autoridades alemanas. El campo alem¨¢n tambi¨¦n sufre enormemente la crisis, as¨ª como el holand¨¦s.
- 31 de mayo y 1 de junio. Exculpaci¨®n y desasosiego. Las autoridades alemanas rectifican y dicen que los pepinos espa?oles no portaban la bacteria E. coli causante de la infecci¨®n. La UE levanta la alerta que pesaba sobre Espa?a, y ya se reclaman indemnizaciones. En el plano sanitario, la realidad que queda al descubierto es que no se sabe a¨²n ni d¨®nde est¨¢ el foco ni c¨®mo se propaga. Ya hay 17 muertos y m¨¢s de 1.500 afectados.
- 2-3 de junio. Identificaci¨®n de la bacteria. El origen de la ola infecciosa es una variante hasta ahora desconocida de la bacteria E. coli que, seg¨²n los expertos, resiste m¨¢s ante los antibi¨®ticos, se adhiere m¨¢s f¨¢cilmente a los intestinos y produce m¨¢s toxinas.
- 4 de junio. La pista del restaurante. Se investiga un restaurante de L¨¹beck, al norte del pa¨ªs, donde comieron a mediados de mayo 17 afectados. La infecci¨®n ya afecta a 12 pa¨ªses aparte de Alemania.
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