No es por las vacaciones
Los datos desmienten que en el sur de Europa se trabaje menos - La realidad no la dictan los m¨ªnimos legales sino los convenios - La clave: la productividad
La canciller Angela Merkel sabe que a los alemanes no les gusta ser los principales contribuyentes de los rescates financieros de Grecia, Irlanda y Portugal. La aportaci¨®n germana, la mayor de los socios comunitarios, le est¨¢ pasando una alta factura electoral. As¨ª que hace unos d¨ªas, para tratar de evitar la sucesi¨®n de derrotas de su partido, los democristianos de la CDU, Merkel levant¨® un pu?o de hierro y tir¨® de populismo y t¨®picos en un acto interno de su partido. "En pa¨ªses como Grecia, Espa?a y Portugal no deber¨ªan jubilarse antes que los alemanes. Deber¨ªamos hacer todos los mismos esfuerzos, esto es importante", clam¨® la canciller, "no podemos tener una uni¨®n monetaria donde unos tienen muchas vacaciones y otros muy pocas".
Importa m¨¢s la negociaci¨®n colectiva que lo que fijen las leyes
Varios pa¨ªses europeos aceptan jornadas semanales de 48 horas
Marcos Pe?a: "Se habla con ignorancia del mercado laboral y no del financiero"
Hay una relaci¨®n inversa entre horas trabajadas y productividad
La armonizaci¨®n de las condiciones del trabajo no llegar¨¢ a golpe de leyes
En plantas de General Motors de Espa?a y Alemania se trabaja parecido
No le falta raz¨®n a Merkel. Un ¨¢rea monetaria com¨²n como la zona euro integrada por diferentes Estados no se puede permitir grandes desequilibrios si no quiere verse abocada a graves presiones de los mercados, justo lo que est¨¢ pasando ahora. Pero no es por causa del flanco al que apunt¨® Merkel. La canciller err¨® en el tono y en el objetivo de la denuncia. Los aspectos -y los datos- del mercado laboral de los llamados pa¨ªses perif¨¦ricos a los que apunt¨® no le dan la raz¨®n, al contrario.
"Lo determinante no son ni los d¨ªas de fiesta, ni los de vacaciones", apunta el profesor de Derecho Laboral de Esade Joan Coscubiela, "sino el volumen global de horas de trabajo". Y en esto las cifras muestran el estrepitoso fallo de la canciller. La jornada media que los espa?oles hab¨ªan pactado en los convenios de 2009, ¨²ltimo a?o con datos disponibles, era de 1.720 horas al a?o; los alemanes contabilizaban 1.655 horas. La comparaci¨®n todav¨ªa es m¨¢s desacertada si se toma otro de los dos pa¨ªses citados, Grecia (1.816), seg¨²n los datos de la Fundaci¨®n Europea para la Mejora de la Vida y Condiciones Laborales (Eurofound).
"Son el tipo de declaraciones en los que se prodiga ¨²ltimamente la canciller, jugando con una serie de t¨®picos que tienen venta en el interior de Alemania", sentencia el catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Barcelona, Ant¨®n Costas. Tambi¨¦n el economista alem¨¢n Juergen B. Donges piensa que Merkel hablaba en clave interna. "Las declaraciones de la canciller alemana creo que estaban dirigidas en primera l¨ªnea a la sociedad alemana, no a la espa?ola o a la de otros pa¨ªses meridionales", justifica en un perfecto espa?ol escrito en correo electr¨®nico. Pero el director del Instituto de Pol¨ªtica Econ¨®mica de Colonia va m¨¢s all¨¢: "En Alemania existe un cierto malestar por la rutina de los rescates de la que se est¨¢n adue?ando el Ecofin y el Consejo Europeo para hacer frente a las crisis de la deuda soberana. Muchos ciudadanos temen que tarde o temprano se les pasar¨¢ factura por las infracciones presupuestarias cometidas en otros pa¨ªses y el savoir-vivre de la gente por encima de sus posibilidades reales [en referencia a fen¨®menos como la burbuja inmobiliaria]".
A primera vista la legislaci¨®n laboral puede llevar al error. Incluso llega a ratificar el t¨®pico que inspir¨® las palabras de Merkel. La legislaci¨®n danesa, francesa o alemana permiten semanas laborales de 48 horas, frente a las 40 de Espa?a o Portugal. Con las vacaciones pasa algo parecido, Holanda o Alemania fijan vacaciones m¨ªnimas de 20 d¨ªas laborales; Espa?a, 22. Y hasta las jornadas festivas, que suelen dar lugar a los anhelados puentes del Pilar, de la Inmaculada o del Primero de Mayo, apuntalan el t¨®pico. Los espa?oles tenemos derecho a 14 d¨ªas festivos, solo Chipre nos iguala en la Uni¨®n Europea, y para m¨¢s inri, el siguiente de la lista es Portugal.
Pero los convenios colectivos transforman la realidad que dibujan los textos legales. Las normas solo recogen los derechos m¨ªnimos de los trabajadores. As¨ª, en los pactos entre asalariados y empresarios, los trabajadores holandeses, alemanes o franceses ganan m¨¢s terreno que los de los Estados del sur de la Uni¨®n Europea: los 20 d¨ªas de vacaciones alemanes se convierten en una media de 30; y las semanas de 48 horas francesas se transforman en 35,6. El resultado final es que los pa¨ªses centrales de la Uni¨®n Europea es donde menos horas se trabaja al a?o, casi siempre por debajo de la media comunitaria.
Merkel tambi¨¦n tir¨® del estereotipo al hablar de la edad de jubilaci¨®n. Y de nuevo la estad¨ªstica desmiente a la canciller germana. La retirada real de portugueses (62,6 a?os) y espa?oles (62,3) es posterior a la de los alemanes (62,2). Otra vez aparecen discrepancias entre lo que dice la norma y la realidad. Pero en este caso, adem¨¢s, la ley actual no lleva a confusi¨®n alguna. En los pa¨ªses perif¨¦ricos la jubilaci¨®n actual se establece en los 65 a?os, la edad de referencia en la mayor¨ªa de la Uni¨®n Europea. Y las reformas de pensiones aprobadas en Espa?a y Alemania elevar¨¢n a 67 a?os el retiro en el futuro.
"En toda Europa, el mercado laboral m¨¢s que una realidad es un estado de ¨¢nimo", se queja Marcos Pe?a, presidente del Consejo Econ¨®mico y Social y antiguo secretario general de Empleo, cuando reflexiona sobre las palabras de Merkel: "?Por qu¨¦ existe esa ignorancia y desprecio cuando se habla del mercado de trabajo y no cuando se habla de los mercados financieros?".
No desconoce Donges la realidad de los datos. Admite que en Espa?a se trabaja m¨¢s horas. No obstante, inmediatamente apunta a uno de los talones de Aquiles del mercado laboral espa?ol: "La productividad laboral es significativamente m¨¢s elevada en mi pa¨ªs [en referencia a Alemania] que en Espa?a. Y este es el quid de la cuesti¨®n".
En la misma l¨ªnea apunta el profesor de Derecho de ESADE Jordi Fabregat: "Lo determinante es la productividad". Los a?os anteriores a la crisis la evoluci¨®n de este escurridizo concepto fue mala para Espa?a. Dif¨ªcilmente crec¨ªa por encima del 1%, cuando pa¨ªses centrales de la Uni¨®n superaban con facilidad el 2%.
"Hay una relaci¨®n inversa entre las horas trabajadas y la productividad de los pa¨ªses", se?ala Florentino Felgueroso, investigador de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada. No le falta raz¨®n. Es precisamente en pa¨ªses como Francia o los pa¨ªses n¨®rdicos donde mejor evoluciona la productividad, en los que las jornadas anuales son menores. "Es normal", analiza Jos¨¦ Carlos D¨ªez, economista jefe de Intermoney, "los pa¨ªses que tienen menos productividad tienen que trabajar m¨¢s horas para compensar".
Sin embargo, caben matices. "Hablar de m¨¢rgenes agregados no vale de nada. En Espa?a hay sectores muy productivos. El problema no es que trabajemos menos o peor", explica Costas, de la Universidad de Barcelona. Para sustentar esta afirmaci¨®n recuerda la buena evoluci¨®n de las exportaciones espa?olas ¨²ltimamente, cuando se han convertido en el motor que tira de la econom¨ªa. "S¨ª que hay algunas cosas que se pueden mejorar: racionalizar horarios, mejorar la gesti¨®n en el ¨¢mbito empresarial, vincular m¨¢s objetivos y horas... Adem¨¢s, hay aspectos incomprensibles, como el absentismo laboral de lunes y viernes, pero ese es m¨¢s un problema de la direcci¨®n de recursos humanos de las empresas", contin¨²a Costas, que tambi¨¦n conoce el mundo empresarial como asesor, descartando as¨ª que la armonizaci¨®n del mercado laboral europeo llegue por la v¨ªa de las grandes reformas.
Abunda en la idea Coscubiela cuando afirma: "Los propios procesos de configuraci¨®n de los sistemas de relaciones laborales y de protecci¨®n social corresponden a evoluciones hist¨®ricas muy distintas. No se pueden cuadrar a golpes de decisi¨®n pol¨ªtica".
Marcos Pe?a tampoco es partidario de grandes cambios normativos para lograr la armonizaci¨®n del mercado laboral europeo. "Se tiende a proponer grandes reformas que parten desde el desconocimiento m¨¢s absoluto. Estamos convencidos de que toda patolog¨ªa viene de la regulaci¨®n. Toda esa frivolidad inquieta mucho", explica. En su opini¨®n, los cambios y la armonizaci¨®n del mercado laboral europeo llegar¨¢n m¨¢s por la v¨ªa de los hechos y de la negociaci¨®n colectiva en ¨¢mbitos europeos que por los cambios legales.
Un ejemplo de lo que habla Pe?a puede verse en las f¨¢bricas de General Motors en Europa. En la planta espa?ola de Figueruelas (Zaragoza) y en la alemana de Einsenach se ensambla el Opel Corsa; en la primera, el convenio estipula que se trabajan 223 d¨ªas al a?o descontados los d¨ªas de vacaciones y los festivos; en la segunda, 220. Tampoco la diferencia es grande si se observan las horas que se trabajan a la semana 38,5 y 38, respectivamente.
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