Una hebilla de oro... y de pol¨¦mica
Nuevos estudios refuerzan la tesis de que la 'F¨ªbula prenestina', considerada como la primera inscripci¨®n en lat¨ªn y eterno objeto de disputas, es aut¨¦ntica
Para la mayor¨ªa no ser¨¢n m¨¢s que dos nombres raros y una frase sin mucho sentido: "Manio me hizo para Numerio". Pero muchos arque¨®logos y fil¨®logos identifican en esas cinco palabras la inscripci¨®n m¨¢s antigua que se conoce en lengua latina. Literalmente, la frase es "Manios med fhefhaked Numasioi", una forma de lat¨ªn arcaico de la ¨¦poca etrusca. Datada en el siglo VII a. C., se halla incisa en la llamada F¨ªbula prenestina, una hebilla de oro de 10,7 cent¨ªmetros que custodia el Museo Prehist¨®rico Etnogr¨¢fico Pigorini de Roma.
Enterrados desde hace siglos, Manio y Numerio se han visto sin embargo catapultados dentro de una olla a presi¨®n rebosante de pol¨¦micas sobre la autenticidad de la inscripci¨®n, una controversia abierta a finales de los ochenta y a la que, ahora, nuevos resultados de una investigaci¨®n realizada con t¨¦cnicas punteras espera poner la tapadera de una vez.
La frase "Manio me hizo para Numerio" llevaba 30 a?os sembrando dudas
El pasado lunes, la qu¨ªmica Daniela Ferro, del Instituto italiano para el estudio de los materiales nanoestructurados, junto con el restaurador y profesor universitario de Ciencias Aplicadas a los Bienes Culturales Edilberto Formigli presentaron en el Museo Pigorini las conclusiones de meses de an¨¢lisis. Seg¨²n los dos estudiosos, no caben dudas de que la f¨ªbula, y sobre todo su inscripci¨®n, son aut¨¦nticas.
"Hemos unido las competencias de la qu¨ªmica f¨ªsica
[el ¨¢mbito de la qu¨ªmica m¨¢s cercano a la f¨ªsica] sobre las ligas, la observaci¨®n con microscopios electr¨®nicos y microsondas con rayos X a los conocimientos sobre las t¨¦cnicas de orfebrer¨ªa de los etruscos", detalla Ferro. "Los metales, como el oro, se cristalizan y este proceso revela su envejecimiento. Es indudable que el broche y su inscripci¨®n proceden de una ¨¦poca mucho m¨¢s lejana en el tiempo que los 120 a?os de las hip¨®tesis de falsificaci¨®n", asegura la cient¨ªfica italiana.
Daniela Ferro se refiere sobre todo a las tesis de Margarita Guarducci, arque¨®loga romana que en noviembre de 1979 sostuvo que la f¨ªbula era falsa y que el director del Instituto Germ¨¢nico en Roma, Wolfgang Helbig, hab¨ªa realizado la inscripci¨®n a finales de 1800, una ¨¦poca en la que la falsificaci¨®n de obras romanas estaba de moda. Helbig, arque¨®logo alem¨¢n, hab¨ªa sido el primero en presentar oficialmente la hebilla en 1887, y a la saz¨®n hab¨ªa contado que la hab¨ªa adquirido de un amigo hac¨ªa algunos a?os. La f¨ªbula pertenec¨ªa a la llamada Tumba Bernardini, sepulcro de la edad orientalizante (siglos VIII-VII a. C.) hallado en 1876 en Palestrina, un municipio de la provincia de Roma.
Las acusaciones de Guarducci desencadenaron un debate donde no exist¨ªan grises y cada estudioso se decantaba por una de las dos hip¨®tesis: falsa o aut¨¦ntica. Entre tanto, los manuales escolares prefirieron evitar l¨ªos y cancelaron las referencias a la inscripci¨®n. Manio y Numerio pasaron del sal¨®n principal al s¨®tano de la historia.
Hacia finales de los a?os ochenta, Formigli hizo la primera de sus dos jugadas importantes en esta trama y confirm¨® la autenticidad de la f¨ªbula con un an¨¢lisis f¨ªsico. Quedaba pendiente la inscripci¨®n, hasta ahora.
"La relaci¨®n aporta pruebas objetivas y es muy convincente", sostiene el presidente del Instituto Nacional de Arqueolog¨ªa e Historia del Arte italiano, Adriano La Regina. El profesor de etruscolog¨ªa y superintendente arqueol¨®gico de Roma durante 30 a?os concluye: "Podemos readmitir a la f¨ªbula en los manuales de historia latina". La Regina subraya, sin embargo, lo que parece ser el ¨²ltimo paso por dar: "El estudio ha de recibir el respaldo de la comunidad cient¨ªfica. Para eso hace falta que sea publicado".
En un correo electr¨®nico Daniela Ferro asegura que eso "depende del superintendente del Pigorini" y que "a¨²n no se sabe". El propio superintendente del museo, Luigi La Rocca, admite que no puede ofrecer "datos ciertos", aunque informa de que el estudio se publicar¨¢ "muy pronto", probablemente en la revista Mediterranea, editada por el Consejo Nacional de las B¨²squedas. La Rocca presume del "enorme paso adelante" que supone el hecho de que los expertos que participaron en la presentaci¨®n, "extremadamente representativos del panorama de ling¨¹istas, epigrafistas y etrusc¨®logos", consideraran acabadas las dudas sobre la autenticidad de la f¨ªbula. ?La F¨ªbula prenestina, un caso resuelto?, se preguntaba el titular de la conferencia del lunes. A la espera de una respuesta definitiva y de que el broche y su inscripci¨®n dejen por fin caer su ancla en la Historia, la en¨¦sima novedad sobre el enredo s¨ª ofrece una certeza: entre tantos anuncios y desmentidos, los nombres de Manio y Numerio ya suenan un poco m¨¢s familiares.
Cronolog¨ªa de un enredo
- 1887. El arque¨®logo alem¨¢n Wolfgang Helbig presenta oficialmente la F¨ªbula prenestina.
- 1900. La hebilla pasa al Museo Nacional Prehist¨®rico Etnogr¨¢fico del Colegio Romano y es incluida en la colecci¨®n
de la Tumba Bernardini, un sepulcro de la edad
orientalizante (siglos VIII-VII a. C.) descubierta en Palestrina, cerca de Roma, en el 1876.
- 1919. El broche no es citado en la primera publicaci¨®n sobre la tumba por diversas dudas sobre su pertenencia a esa colecci¨®n funeraria.
- 1978. Otra publicaci¨®n sobre la Tumba Bernardini cita a la f¨ªbula en un ap¨¦ndice.
- 1979. La arque¨®loga Margarita Guarducci asegura que el broche es falso.
- Finales de los a?os ochenta. El restaurador y profesor Edilberto Formigli demuestra con un an¨¢lisis f¨ªsico la antig¨¹edad de la f¨ªbula, pero no de su inscripci¨®n.
- 2011. Edilberto Formigli y la qu¨ªmica Daniela Ferro, tras utilizar microscopios electr¨®nicos, microsondas con rayos X y realizar otros an¨¢lisis, aseguran que la inscripci¨®n tambi¨¦n es aut¨¦ntica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.