"El objetivo de la investigaci¨®n era da?ar mi imagen"

Sonia Castedo (Ribadeo, 1970) es alcaldesa de Alicante desde septiembre de 2008 al sustituir a Luis D¨ªaz Alperi en el cargo. En las ¨²ltimas elecciones, con ella al frente de la lista del Partido Popular, arras¨® logrando un resultado hist¨®rico. El levantamiento del secreto del sumario de una de las partes del caso Brugal viene a presentarla como una c¨®mplice del mayor promotor inmobiliario de la Comunidad de Valencia. Ahora, desde su despacho, los argumentos con que se defiende de las acusaciones suenan contundentes, sin fisuras. Pero la reiteraci¨®n del discurso, la misma fortaleza que exhibe, revela la existencia de algo impostado. Las transcripciones de las cintas han da?ado su imagen. Y eso, para una pol¨ªtica tan ambiciosa como ella, es un problema no menor.

"Vivimos en un Estado policial. Mi tel¨¦fono ha sido pinchado sin autorizaci¨®n. Las escuchas eran ilegales"

Pregunta. ?Le parece razonable mantener 21 reuniones y 53 contactos con el mayor promotor inmobiliario de la ciudad durante la redacci¨®n del plan general de urbanismo?

Respuesta. Lo primero que quiero dejar claro es que todas esas reuniones y conversaciones no eran sobre el plan general. Y s¨ª, me parece normal tener reuniones con las personas interesadas en el plan. Han sido muchas personas que tienen que ver con el plan urbano con las que nos hemos reunido y hablado porque la ley lo permite. El delito, si es que lo hubiera, estar¨ªa en que esas conversaciones llevaran a la consecuci¨®n de un beneficio para un empresario. Un beneficio que no consta. Lo que ocurre es que de un tiempo a esta parte estamos convirtiendo en anormal lo que siempre ha sido normal.

P. Estamos hablando de un promotor que controla el 70% del suelo urbanizable de Alicante.

R. A d¨ªa de hoy. Cuidado con eso. Si se aprueba el plan como est¨¢, pasar¨ªa de controlar el 70% al 30%. ?Qui¨¦n es entonces el perjudicado? Enrique Ortiz, que no controlar¨ªa un metro cuadrado m¨¢s. Tengo la documentaci¨®n que lo demuestra.

P. Pero ¨¦l, en las grabaciones, habla de dar un pelotazo de 120 millones.

R. Eso habr¨ªa que pregunt¨¢rselo a ¨¦l. Yo defiendo lo que he hecho y puedo demostrar lo que hay: no hay ning¨²n delito y no hay ning¨²n beneficio. No hay informaci¨®n privilegiada para conseguir un beneficio.

P. ?Y le parece normal que en el despacho que asesora al redactor del plan general trabaje su hermano?

R. Cuando se le adjudica la redacci¨®n del plan a Jes¨²s Quesada, en su equipo ya se encontraba ese despacho de abogados como consultor jur¨ªdico externo. Mi hermano se incorpor¨® al bufete despu¨¦s de que el Ayuntamiento le encargara a Quesada el trabajo.

P. ?No le molesta el tr¨¢fico de regalos y viajes que aparece en las cintas?

R. Ahora que conozco esas conversaciones, s¨ª. Si no las conociera, dir¨ªa que se trata de una situaci¨®n, entre comillas, bastante normal.

P. Leyendo las transcripciones, uno se queda con la sensaci¨®n de que tanto usted como su antecesor, D¨ªaz Alperi, son meras marionetas de Enrique Ortiz.

R. Esa es una imagen mala y que me perjudica. Esa es la imagen que se quiere vender. Si realmente Ortiz controlara el Ayuntamiento, como insin¨²an, habr¨ªa obtenido alg¨²n beneficio y no lo ha conseguido. Lo ¨²nico que se busca es da?ar mi imagen. Cuando todo esto termine, me gustar¨ªa saber si quienes han provocado todo van a dimitir, si van a ser consecuentes.

P. ?Qui¨¦nes son esos provocadores?

R. No lo voy a decir. Si lo digo, me imputan otra vez. Si se me quiere acusar de algo, que se me acuse, pero que se me demuestre. No con insinuaciones malintencionadas para da?ar mi imagen, para intentar presentarme como una mangante que trabaja para un empresario cuando eso es mentira y porque lo puedo demostrar con documentaci¨®n.

P. Se reitera en su afirmaci¨®n de que vivimos en un Estado policial.

R. Absolutamente. Mi tel¨¦fono ha estado pinchado ilegalmente. Lo s¨¦. Jam¨¢s pens¨¦ que mi vida privada pudiera ser observada. Una cosa es hacer una investigaci¨®n, y otra, espionaje.

P. ?Sin autorizaci¨®n judicial?

R. Inicialmente no exist¨ªa esa autorizaci¨®n, por eso hay conversaciones que no aparecen en el sumario. El ¨²nico objetivo era da?ar mi imagen.

P. Y lo de escarbar en el pasado del socialista ?ngel Luna para denunciarle...

R. Puede parecer poco ¨¦tico, pero lo es bastante menos de lo que ¨¦l le estaba haciendo al presidente de la Generalitat. Y ?ngel Luna sabe que, de lo que sabemos, solamente ha salido una tercera parte. Lo sabe perfectamente. Si hubiera estado tranquilo, si no hubiera intentado hacer da?o, posiblemente nadie se habr¨ªa movido.

P. ?Y a qu¨¦ se refieren las dos terceras partes ocultas?

R. A lo mismo que ya se ha conocido, pero con mayores cuant¨ªas.

P. ?Puede ser m¨¢s expl¨ªcita?

R. Se trata de una factura de su vivienda que no pag¨®.