Hipotecas zombis
La duraci¨®n del declive econ¨®mico agrava la crisis del ladrillo para las familias y agota el margen para la renegociaci¨®n de los cr¨¦ditos. La cifra de desahucios se triplica desde 2008
El reflejo de esta crisis interminable vive en un pueblo llamado Les Franqueses, junto a Granollers, en la provincia de Barcelona. La casa de Mar¨ªa ?ngeles Mej¨ªas es el paradigma del pinchazo, en una versi¨®n dura, muy dura. El hijo mayor, de 29 a?os, se qued¨® sin su trabajo en la construcci¨®n hace un par de a?os y, cuando no pudo pagar la hipoteca, perdi¨® el piso y regres¨® con su esposa al hogar paterno. El segundo, electricista de 25, pas¨® por lo mismo pocos meses despu¨¦s, se qued¨® sin casa, y tambi¨¦n volvi¨® al piso de Les Franqueses con su mujer. Ahora tienen un hijo. Mar¨ªa ?ngeles, de 47 a?os, se qued¨® sin empleo tras quebrar la peque?a f¨¢brica de componentes para autom¨®vil en la que trabajaba. El subsidio de paro ya se termin¨®. Las ayudas tambi¨¦n. Todos viven de la pensi¨®n de invalidez que cobra el padre, 950 euros. Es uno de ese mill¨®n y medio de hogares en Espa?a con todos sus miembros parados. Sus aprietos tienen poco de met¨¢fora: ahora ocho personas viven en un piso de 55 metros cuadrados. Y, por primera vez, reciben comida de C¨¢ritas.
La mayor¨ªa de desahucios son por hipotecas y no por alquiler. Los inmigrantes lo sufren m¨¢s
La historia se pierde en ese mar de estad¨ªsticas del derrumbe econ¨®mico. En el primer trimestre de 2009, con la crisis ya bien acomodada en la econom¨ªa, 8.626 familias fueron desahuciadas por no poder pagar la hipoteca u otras deudas. Dos a?os despu¨¦s, en el primer trimestre de 2011, la cifra de desahucios casi se duplica, hasta los 15.491. Y, respecto a 2008, se triplican.
?Qu¨¦ ha pasado en Espa?a entre un dato y otro? El tiempo, sobre todo, el tiempo. El final del t¨²nel languidece y el paro ya alcanza a casi cinco millones de personas. Desempleo y morosidad van de la mano y los bancos y las cajas, que conten¨ªan los embargos a base de renegociar las deudas con sus clientes hace un par de a?os, tienen menos margen de maniobra. El eur¨ªbor hipotecario se situ¨® en mayo en torno al 2,148%, lo que, de facto, encarece la hipoteca media en unos 67 euros mensuales. Las charlas con la sucursal bancaria son ahora a cara de perro.
"A¨²n hay muchas renegociaciones de las deudas, pero la crisis dura demasiado y ahora la banca ya no puede llegar a tantos acuerdos como antes. No es un negocio quedarse con la casa de nadie, pero si no queda m¨¢s remedio, se procede a la ejecuci¨®n de la hipoteca", explica una fuente del sector financiero. Esos pactos explican que la tasa de morosidad hipotecaria para la compra de una vivienda se sit¨²e en el 2,4%, una cifra que se considera manejable en el mundo de las finanzas, cuando la general, es decir, todo el volumen de cr¨¦ditos dudosos en la banca, supera el 6% del total por primera vez desde 1995, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Banco de Espa?a, de marzo. El grueso de la morosidad inmobiliaria corresponde a empresas del ladrillo m¨¢s que a las familias, tambi¨¦n por aquello de que la hipoteca es lo ¨²ltimo que se deja de pagar.
Se habla de bancos zombi en Europa, esos sostenidos ¨²nicamente por las ayudas p¨²blicas, y de promotoras zombi en Espa?a, las que est¨¢n fundamentalmente quebradas, pero siguen t¨¦cnicamente en pie por pactos con la banca. Hay tambi¨¦n una suerte de hipotecas zombi, cuotas que se negocian a la baja a cambio de ampliar los plazos. Tambi¨¦n hay viviendas que se queda el banco, pero mantienen a su ya exdue?o como inquilino, entre otras f¨®rmulas. Ninguna entidad har¨¢ propaganda de ello por evitar una suerte de efecto llamada al impago. Y tampoco es un acto de caridad porque a los bancos y cajas espa?oles no les conviene almacenar m¨¢s pisos y casas cuyo valor se ha derrumbado. El parque de viviendas sin vender oscila entre los 700.000 y los 1,1 millones, seg¨²n el Banco de Espa?a, y buena parte est¨¢ en manos de la banca. Las ventas hasta marzo se desplomaron un 30% tras el fin de los incentivos fiscales. La cartera de suelo que acumula la banca tambi¨¦n marea, con un valor de 30.000 millones.
Los primeros en caer en la ola de desahucios en Espa?a fueron los inmigrantes. "Acudieron a la barra libre de cr¨¦dito que les ofrec¨ªan los bancos. Hoy, si son el 15% de la poblaci¨®n, se podr¨ªa decir que aproximadamente son el doble en embargos...", apunta Albert Oll¨¦, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria API de Barcelona. La mayor¨ªa de desahucios son por hipotecas y no por alquiler. "Muchos extranjeros necesitaban una vivienda para poder reagrupar a sus familiares y optaron por comprar", corrobora Merc¨¨ Darnell, responsable de Servicios y Programas de C¨¢ritas en Barcelona, una organizaci¨®n que sirve de bar¨®metro de la crisis. Mar¨ªa ?ngeles recuerda la primera vez que le pidi¨® alimentos: "Fue un golpe, pero no me da verg¨¹enza pedir comida, m¨¢s me dar¨ªan otras cosas". Adem¨¢s de los gastos y su casa, los 950 euros que entran en la familia tambi¨¦n deben servir para pagar lo que a¨²n debe de los pisos que sus hijos perdieron, porque adem¨¢s de quedarse sin vivienda deben asumir la diferencia de la hipoteca.
"La pensi¨®n de mi marido se va como llega y siempre hay facturas por pagar...", relata. Sus hijos logran algo de dinero buscando y vendiendo chatarra con una furgoneta, en un d¨ªa bueno sacan unos 20 euros. Es lo que el mercado llama econom¨ªa sumergida y que, seg¨²n Funcas, el think tank de las cajas, equivale al 24% del PIB.
El concepto de red social, en esta crisis, cobra una dimensi¨®n bien diferente de la de Internet: ayudas, familia y conocidos contienen la herida social en un pa¨ªs en el que en medio mill¨®n de hogares no entran ingresos. "?Por qu¨¦ no ves a familias en la calle? Porque entre todos estamos parando el golpe", apunta Darnell.
No hay indicador al que agarrarse para pronosticar una recuperaci¨®n r¨¢pida del mercado inmobiliario. "Todos los factores de los que depende esa reactivaci¨®n no est¨¢n: los tipos de inter¨¦s suben, la renta per c¨¢pita baja y el paro sigue estancado", apunta Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo, catedr¨¢tico de Econom¨ªa. Los tipos subir¨¢n en julio. Significa cr¨¦dito m¨¢s caro. No hay fecha para el cambio de signo. Mar¨ªa ?ngeles tiene una en la cabeza, la del fin a su hipoteca: 2046.
El derrumbe del ladrillo
- Entre enero y marzo hubo 21.787 ejecuciones hipotecarias (el paso inicial del proceso) y 15.491 desahucios (un 36% m¨¢s que en el mismo trimestre de 2010 y el triple que en 2008).
- El mercado tiene entre 700.000 y un mill¨®n de viviendas sin vender. Adem¨¢s, las operaciones cayeron un 30% en el primer trimestre del a?o en toda Espa?a, tras el fin de las ayudas fiscales a la compra de vivienda.
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