"Nos abre los ojos, por eso lo castigan"
Los vecinos de las parroquias de Pi?or que tiene a su cargo Antonio Fern¨¢ndez se enfrentan al Obispado, que le obliga a renunciar a su acta de edil por el PSOE
La casa rectoral de Carballeda (Pi?or) est¨¢ mutilada. Los cristales rotos, la piedra comida por el musgo: como las paredes, como los techos. Antonio Fern¨¢ndez Blanco lleg¨® a ella en octubre de 2009 -"desterrado por el Obispado y por el PP de A Gudi?a" (1.500 habitantes), seg¨²n la versi¨®n de sus compa?eros- y no pudo quedarse a vivir. El Obispado de Ourense le dijo que ya la arreglar¨ªa. Casi dos a?os despu¨¦s, el p¨¢rroco mantiene su residencia, en su aldea natal de A Gudi?a, a 180 kil¨®metros de la oficial. Aunque el resto de los sacerdotes de la provincia perciben de la di¨®cesis dietas por kilometraje, ¨¦l no. "Pero si se paga incluso, de jueves a domingo que es cuando viene, la estancia en el restaurante Ateneo", exclama entre compadecido e indignado Etelvino Lourenzo, un jubilado de Carballeda que lleva a?os de sacrist¨¢n.
"Lo que ocurre es que ¨¦l s¨ª que cree en Dios", explica Marita de Forcela
Se confiesan de forma colectiva y cada uno decide su penitencia
A Antonio Fern¨¢ndez, de 36 a?os, le llaman "el cura rojo". "Si por hacer pol¨ªtica se entiende pedir el voto o hablar de partidos pol¨ªticos, eso ¨¦l no lo hizo jam¨¢s", sostiene el sacrist¨¢n y confirman pr¨¢cticamente en comandita los vecinos de las tres parroquias que el cura tiene a su cargo en este municipio ourensano.
"Lo que ocurre es que ¨¦l s¨ª que cree en Dios. Los otros hablan de Dios pero no creen en ¨¦l", sentencia resuelta Marita, una mujer de la parroquia de Forcela. A su lado, otro vecino completa la descripci¨®n del cura. "Los otros tienen la sotana hasta los tobillos y los bolsillos hasta la rodilla; ya me entiende".
El "cura rojo" de Pi?or decidi¨® el mi¨¦rcoles renunciar a su esca?o electo de concejal del PSOE -partido en el que no milita- de A Gudi?a. El obispado lo conmin¨® a hacerlo mediante una suspensi¨®n del ejercicio pastoral y bajo el apercibimiento, adem¨¢s, de que para regresar a ¨¦l deb¨ªa acreditar "fehacientemente, a juicio del obispo" haber renunciado "a cualquier cargo, compromiso o actividad pol¨ªtica" y estar "en actitud de actuar en comuni¨®n con la Iglesia".
"Desde que lleg¨® no han hecho m¨¢s que perseguirlo", asegura el sacrist¨¢n y corroboran despu¨¦s los vecinos consultados. Sus antiguos feligreses de A Gudi?a cuentan la misma historia de persecuci¨®n "pol¨ªtica" del sacerdote en su anterior destino. "Hasta que lo echaron, no pararon; el PP se emple¨® en eso", asegura su ya ex compa?ero de corporaci¨®n, el portavoz socialista en A Gudi?a, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez.
Fern¨¢ndez no "hace pol¨ªtica" en el p¨²lpito. Pero anima a los fieles a "saber cosas, a aprender, a que no dejemos que nadie piense por nosotros". Sus homil¨ªas tienen, a tenor de lo que cuentan los feligreses, menos contenido lit¨²rgico y m¨¢s social y moral. En alguna ocasi¨®n lament¨® en misa que la Iglesia estuviera "al lado de los poderosos" y reprob¨® su "integrismo" en ciertos sectores. Tambi¨¦n protest¨® por el "excesivo gasto" de la visita del Papa a Galicia. "Est¨¢ bien que venga, pero no se puede derrochar ese dinero", dijo.
Estos d¨ªas Fern¨¢ndez est¨¢ "desaparecido". No hace declaraciones. Espera a que amaine el temporal medi¨¢tico mientras en Pi?or ya lanzan advertencias: "Si nos lo quitan, dejaremos todos de ir a la iglesia". Los vecinos no sab¨ªan que su p¨¢rroco se presentaba de n¨²mero dos de la lista del PSOE a casi 200 kil¨®metros de distancia. "Nos enteramos por los peri¨®dicos cuando el Obispado lo amenaz¨®". A todos les parece "lo m¨¢s normal" que compatibilice su labor pastoral con la pol¨ªtica "por el partido que quiera".
En Carballeda, la ra¨ªda rectoral tiene vistas a la peque?a iglesia y a un terreno expropiado para hacer un paso subterr¨¢neo "por el que el obispado cobr¨® 25.000 euros, pero no le arregla la casa al cura", protestan de nuevo los fieles. Fern¨¢ndez los cautiva. No solo porque los trata "como uno m¨¢s, muy cercano", sino porque los estimula anim¨¢ndolos a "despertar". El cura de Pi?or les quit¨® de la cabeza esos funerales oficiados por cuatro sacerdotes y los convenci¨® de que con uno sobraba. El dinero que hab¨ªa que pagar a los dem¨¢s y el que recibe ¨¦l mismo se guarda en una cuenta corriente de la parroquia en la que figuran como titulares tres vecinos. "Nos abre los ojos, por eso lo castigan", explica Manuela, en Forcelos.
Fern¨¢ndez los cautiva por eso y tambi¨¦n porque les pone en misa la Salve rociera de Roc¨ªo Jurado, Un mill¨®n de amigos de Roberto Carlos y otras "de Perales, y as¨ª". Tambi¨¦n est¨¢n encantados de que haya cambiado el tradicional ministerio de la confesi¨®n por uno colectivo. "Consiste en que todos nos arrepentimos, pedimos perd¨®n y cada uno se pone su penitencia". La de Antonio Fern¨¢ndez es constante. "Lo machacan porque es el cura de los pobres. El se?or obispo nunca vino aqu¨ª", repiten sus fieles.
Los curas rojos se sienten perseguidos
Emilio Vi¨¦itez, de 36 a?os y responsable de varias parroquias de O Carballi?o, cree que con el ultim¨¢tum a Fern¨¢ndez para que dejara el esca?o, el Obispado "estaba lanzando un aviso a navegantes". Se refiere a s¨ª mismo y otros cuatro o cinco curas -de los 300 que ejercen en parroquias de la provincia- que practican la teolog¨ªa de la liberaci¨®n en Ourense. Ellos son los m¨¢s j¨®venes porque las nuevas promociones que se ordenan con 25 a?os est¨¢n ya "adoctrinadas por el nuevo rector del Seminario Mayor, vinculado al Opus Dei".
?l, Fern¨¢ndez y los otros "cuatro o cinco curas", en la cincuentena, se han convertido en resistentes. En el caso de Vi¨¦itez, dedica a la teolog¨ªa de la liberaci¨®n la romer¨ªa de la Madalena que se celebra todos los 22 de julio en O Carballi?o.
Este otro "cura rojo" reconoce que, como a Fern¨¢ndez, tampoco le han dado una residencia en la que vivir. "Me dijeron que no estaba en comuni¨®n con la Iglesia", explica mientras matiza que "solo pagan el alojamiento a los adeptos al r¨¦gimen" y se ratifica en su teor¨ªa de que "en provincias como la de Ourense esta es la praxis necesaria".
Est¨¢ "indignado" con la actuaci¨®n del Obispado hacia su amigo y le duele cuando la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica ataca a su compa?ero: con esto "me atacan a m¨ª", dice. Vi¨¦itez se?ala con el dedo acusador al presidente de la Diputaci¨®n -el bar¨®n del PP Jos¨¦ Luis Baltar- que "coloca en puestos muy bien pagados" a algunos curas "que piden el voto para ese partido".
En su opini¨®n, el Obispado se ha "excedido" al presionar a Fern¨¢ndez para que dejara el esca?o. "La Iglesia deber¨ªa mirar m¨¢s el Evangelio y menos el Derecho Can¨®nico", sostiene.
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